El ejercicio puede convertirse en un excelente tratamiento complementario para los pacientes con depresión. Las conclusiones de un estudio realizado por el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Texas muestran que cuando el tratamiento farmacológico inicial no logra la remisión de la totalidad de los síntomas de la depresión, la adición de una rutina deportiva diaria consigue mejoras significativas en el 50% los pacientes.
La investigación, publicada en la revista «Journal of Clinical Psychiatry», explica que estos beneficios se registran con independencia de la intensidad del ejercicio realizado, aunque solo un 30% consigue la remisión completa de los síntomas, que requiere la combinación del deporte con los medicamentos prescritos. Sin embargo, las conclusiones demuestran que otro 20% mejora de forma sustancial su calidad de vida.
Estos hallazgos son resultado del seguimiento a un grupo de pacientes con depresión de edades comprendidas entre los 18 y los 70 años durante de un periodo de cuatro años. Todos tenían en común que el tratamiento inicial, basado en inhibidores selectivos de recaptación de la serotonina, no había remitido por completo la sintomatología asociada a la depresión.
El equipo médico dividió a los pacientes en dos grupos a los que asignó diferentes intensidades en la práctica del ejercicio. Todos ellos siguieron entrenamientos sobre cintas de correr y cicloergómetros. Estas prácticas se supervisaron a través de un diario on line con la frecuencia y duración de las sesiones que debían rellenar los pacientes, la monitorización de su actividad cardíaca y por medio de reuniones periódicas con expertos psiquiatras.