Un consumo moderado de patata no provoca aumento de peso y supone algunos beneficios, como la reducción de la presión arterial. Según un estudio elaborado por la Universidad de Stranton, en Estados Unidos, la mala fama de este tubérculo no está justificada y asegura que el gran aporte calórico que se le atribuye viene dado por el modo en que se cocina y por las salsas que se le añaden.
Joe Vinson, director de la investigación, explica que su inmerecida reputación ha provocado que mucha gente que busca una alimentación sana la haya suprimido de su dieta. Sin embargo, Vinson explica que una patata solo tiene 110 calorías y proporciona numerosos nutrientes fitoquímicos y vitaminas. También advierte de que la fritura destruye la mayoría de los beneficios nutritivos de este alimento, debido a las altas temperaturas que alcanza, y que la cocción es el mejor método para que conserve todas sus propiedades.
Para el desarrollo de la investigación, el equipo científico seleccionó a 18 personas con sobrepeso y presión arterial elevada. Durante un mes, comieron dos veces al día entre seis y ocho patatas> cocinadas en microondas y sin salsas. Al finalizar el estudio, ninguno de los pacientes había ganado peso, la presión arterial media diastólica había bajado un 4,3% y la sistólica, un 3,5%.