Los alimentos ecológicos llegan ya a la cuarta parte de los hogares españoles. Estos consumidores, además, reconocen las etiquetas identificativas de estos productos, saben exactamente qué es un producto ecológico y lo consume por lo menos una vez al mes. Estos datos proceden del estudio «Caracterización de la tipología y perfil sociodemográfico del consumidor de alimentos ecológicos en España», presentado por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) en el marco de la IV Jornada Nacional de Alimentos Ecológicos, organizada por la Federación Española de Empresas con Productos Ecológicos (FEPECO).
El informe también revela que solo un tercio de la población española reconoce la etiqueta identificativa del producto ecológico. Este desconocimiento es mayor con respecto al nuevo logotipo europeo de alimento ecológico.
De acuerdo con los resultados obtenidos, el consumo de productos ecológicos se concentra principalmente en categorías como las frutas y las verduras frescas, que son la vía de los compradores para acceder a este tipo de mercado, explicó el MARM. El estudio apunta como el principal motivo de compra de productos ecológicos la preocupación por la salud.
Entre los consumidores ecológicos, cuya edad media es de 40 años y en su mayoría habitan en hogares de cuatro miembros y tienen hijos menores de 12 años, se han identificado cuatro grupos conceptuales, según las actitudes ante aspectos relacionados con el medio ambiente, la ecología y la salud. Así, el grupo más importante es el de los consumidores denominados «convencidos», con un 32%, partidarios del consumo ecológico y sostenible. Le sigue el grupo de los «desimplicados», con un 26%, que consumen alimentos ecológicos por un efecto moda. A continuación se encuentra el grupo de los «ecologistas», con un 21%, que muestran una gran sensibilidad respecto al medio ambiente y están dispuestos a probar nuevos productos. Y por último está el grupo que el estudio señala como «preocupados por la salud», mayoritariamente mujeres que buscan el cuidado personal a través de una alimentación ecológica y del ejercicio físico.
Por último, el estudio indica que todavía existe un gran potencial para los productos ecológicos, ya que los entrevistados muestran un mayor conocimiento de las tendencias del consumo sostenible y están más dispuestos a aumentar su consumo.