Un estudio pionero se ha centrado en una proteína que regula la expresión de cientos de genes con un papel crucial en la progresión del cáncer de páncreas, los gliomas y posiblemente muchos otros tipos de tumores. El trabajo, publicado en la revista «Nature Medicine», describe un nuevo mecanismo de reprogramación para la expresión de los genes responsables de convertir una célula sana en una célula tumoral. Los científicos han identificado la proteína CPEB4 como un «director de orquesta celular» que activa cientos de genes asociados con el crecimiento del tumor.
«La particularidad es que no es solo la mutación de un gen específico lo que promueve el crecimiento del tumor, sino también la expresión de una proteína en un sitio incorrecto, que produciría cientos de moléculas mensajeras -que transmiten información genética para la síntesis de proteínas- sin que estos genes muten. Este proceso conduce a la expresión de muchos genes normales pero, en cantidades inadecuadas, se asemeja más a las primeras etapas del desarrollo embrionario que a las etapas de desarrollo de órganos de adultos «, explica Raúl Méndez, profesor en el Instituto de Investigación Biomédica (IRB, ICREA Barcelona) y uno de los autores. Pilar Navarro, del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona y coautora del trabajo, aclara que «este sería el caso del tPA (activador tisular del plasminógeno), una proteína que normalmente no se encuentran en el páncreas sano, sino que muestra una alta expresión en los tumores de páncreas».
Una de las conclusiones destacadas en el estudio es que en los tejidos examinados, el páncreas y el cerebro, la CPEB4 no se detecta en las células sanas, sino solo en los tumores. Por lo tanto, la inhibición de esta proteína tendría un efecto anti-tumoral y pocos efectos adversos. Mediante experimentos con células humanas de cáncer en ratones, los investigadores han demostrado que la disminución de los niveles de CPEB4 en células de cáncer reduce el tamaño de los tumores hasta en un 80%. Aunque el estudio se limita a dos tipos de tumor, «debido a los efectos observados en los tumores examinados y el tipo de genes regulados por este mecanismo se espera que esté involucrado en muchos otros tipos de cáncer», apuntan los investigadores.
Este estudio abre nuevas vías para el desarrollo de nuevos tratamientos para el cáncer, por lo que los investigadores diseñan y analizan inhibidores de la CPEB4 de potencial interés terapéutico. «Las aplicaciones clínicas son muy prometedores, pero es necesaria una intensa investigación para identificar moléculas inhibidoras y ponerlas a prueba en varios modelos antes de determinar su potencial clínico y su uso en los pacientes», advierten Navarro y Méndez.