La inserción de un pesario cervical no invasivo durante el segundo trimestre del embarazo en mujeres con alto riesgo de parto prematuro (las que tienen el cuello uterino corto) reduce de manera significativa la probabilidad de un adelanto del nacimiento, causa principal de mortalidad o de enfermedad grave posterior del recién nacido. Así lo ha demostrado un ensayo científico aleatorizado liderado por el Hospital Universitari Vall d’Hebron y por el Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), que ha contado con la colaboración de otros cinco hospitales españoles.
El pesario es un anillo de silicona de bajo coste (38 euros), no invasivo y de fácil colocación y extracción, que se introduce por vía vaginal alrededor del cuello uterino sin intervención quirúrgica. «Un 95% de las mujeres que lo han llevado lo recomendarían a otras embarazadas de riesgo porque no tiene efectos secundarios graves», asegura el Vall d’Hebron.
El estudio se realizó sobre una muestra de 380 embarazadas a las que se les detectó (en una ecografía realizada a las 22 semanas de gestación), que tenían el cuello uterino corto (una longitud cervical de 25 mm). Este es uno de los principales factores de riesgo de prematuridad. La mitad de aquellas mujeres, elegidas al azar, usaron el pesario cervical y la otra mitad hicieron el tratamiento y seguimiento médico habitual sin pesario. El Vall d’Hebron destaca que la investigación, cuyas conclusiones se han publicado en la edición digital de la revista médica «The Lancet», ha demostrado una reducción significativa del parto prematuro (casi de un 30% entre las mujeres con pesario respecto de solo un 6% de reducción entre las que no lo llevaban) antes de la semana 34 de gestación.
«Los resultados de nuestro estudio abren la puerta a nuevas investigaciones sobre el uso de este dispositivo y nos hacen concebir esperanzas de que es posible encontrar una manera de reducir sustancialmente la prematuridad en el mundo», señaló la doctora Elena Carreras, jefa de la Unidad de Medicina Maternofetal del Servicio de Obstetricia del Hospital Universitario Vall d’Hebron y coordinadora del estudio Prevención del parto pretérmino mediante pesario cervical en gestantes con longitud cervical disminuida (PECEP). Por su parte, la doctora María Goya, ginecóloga de la misma unidad e investigadora principal, añadió que «la colocación del pesario es una alternativa económica, segura y fiable para la prevención del parto prematuro en la población de mayor riesgo, la de embarazadas con el cuello uterino corto».