Ingerir helados artesanales mejora la calidad de vida de los enfermos oncológicos con trastornos nutricionales, según un estudio impulsado por los hospitales de Sabadell y Terrassa (Barcelona), en colaboración con la Fundación Alicia y el heladero Angelo Corvitto. Se trata del primer estudio de estas características que demuestra que los helados no solo aportan el valor nutricional a enfermos con cáncer avanzado, sino que además mejoran de manera significativa su calidad de vida, la conducta y el estado general y disminuyen la angustia, la depresión y el cansancio.
En concreto, el estudio, publicado en una revista científica, se ha realizado en 31 pacientes a los que se les ha administrado suplementos nutricionales y en otros 39 a quienes se les ha incluido helados artesanales adaptados en su dieta. A pesar de ser una muestra pequeña piloto desarrollada por un período corto, los últimos presentan además de una tendencia a la mejora, una disminución de la estancia hospitalaria.
«La experiencia es extrapolable a otros pacientes», ha asegurado la jefa del Servicio de Oncología del Consorcio Sanitario de Terrassa y subdirectora del Instituto Oncológico del Vallès, Àngels Arcusa, quien ha destacado que los enfermos frágiles suponen el 70% de los pacientes que atienden.
Por ello, ambos hospitales han incluido, tras ver los resultados del estudio, los helados en la dieta de los enfermos frágiles y estudian poder comercializar un producto adaptado para este colectivo que pueda distribuirse en los centros sanitarios. Una opción sería la comercialización del helado desarrollado por el maestro heladero Angelo Corvitto para este estudio, que incluye una receta con un alto valor nutricional, sin tropezones ni acidez y con sabores conocidos por los pacientes. «El helado se asocia a momentos de felicidad», ha afirmado Corvitto, quien ha defendido el helado como alimento y su capacidad para ayudar a muchos enfermos.