Diferencias en el dolor entre hombres y mujeres
Comprender la mecánica del dolor entre hombres y mujeres es importante, ya que “sentir un dolor” es una de las mayores causas de consulta en todo el mundo. Hoy en día existen los mismos analgésicos para toda la población adulta, pero seguir investigando sobre cómo hombres y mujeres perciben el dolor ayudará a que tengamos en un futuro fármacos específicos para cada sexo. También ayudará a entender y manejar mejor el dolor del paciente en consulta.
- Diferentes en todas sus fases. Según datos de la Universidad de Stanford (EE. UU.), el género afecta a todas las fases del dolor, desde la señalización hasta la percepción, la expresión y el tratamiento. A pesar de la creencia popular, las mujeres suelen mostrar un umbral más bajo –lo toleran menos– en todos los tipos de dolor (presión, calor, frío, estimulación química o eléctrica e isquemia). Algunos investigadores lo atribuyen únicamente a las diferencias biológicas. Otros, al hecho de que las mujeres y los hombres han sido educados para expresar el dolor de manera diferente, algo que puede modificar tanto su respuesta biológica al dolor como su disposición al mismo. Para otros científicos, la respuesta está en una mezcla de ambos supuestos.
- El dolor crónico. Si un dolor dura más de tres meses se considera crónico. Esta dolencia afecta al 20 % de la población adulta, pero tiene una mayor prevalencia en las mujeres. Ellas sufren con más frecuencia la migraña, la artritis reumatoide y la fibromialgia. Los hombres, por su parte, presentan más cefaleas en racimo.
- El papel de las hormonas. Cuando el cuerpo de la mujer se encuentra con niveles bajos de progesterona y altos de estradiol, su umbral del dolor se asemeja más al del hombre. Esto se atribuye principalmente a que altos niveles de estrógenos aumentan el número de receptores opioides y activan así estados de analgesia, es decir, se percibe menos el dolor.
- Cuantos más años, menor umbral del dolor. La edad se asocia directamente con una mayor sensibilidad ante el dolor. Esto es algo que nos ocurre a todos, por lo que ir envejeciendo acorta la diferencia del umbral del dolor entre hombres y mujeres.
La covid-19 también necesita estudios por sexo
Casi desde el comienzo de la pandemia de covid-19, los datos de pacientes ingresados en los hospitales ya hablaban por sí solos: ellos necesitaban más ventiladores. Los hombres desarrollaban más neumonías (un 64 %) frente al 44 % de las mujeres. Sin embargo, las mujeres presentaban más vómitos, mareos, pérdida del olfato y gusto y, en general, más síntomas neurológicos. No presentar el problema respiratorio también ha hecho que se demorara su diagnóstico y, con ello, el tratamiento.
Para las mujeres, esta nueva enfermedad no ha sido tan grave: han necesitado menos ingresos y menos respiradores. Pero sí que han sufrido problemas neurológicos, por los que no han sido tratadas y que les dejarán secuelas. Todo indica que la covid persistente lo van a sufrir más las mujeres.
Sin embargo, sorprendentemente, de la inmensa cantidad de estudios que se han hecho sobre la enfermedad, casi ninguno ha tenido en consideración incluir el sexo como variable. Así lo confirma un informe publicado en Nature Comunications, en el que se analizó toda la literatura científica sobre la covid-19 registrada desde enero del 2020 hasta enero del 2021. Un total de 4.420 artículos, de los cuales solo un 4 % hace distinción por sexo para distinguir los síntomas, evolución y tratamiento de la enfermedad.
Cómo manejar el riesgo de EPOC en mujeres
- Establecer estrategias divulgativas y formativas sobre EPOC. Para desterrar la creencia de que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una patología de hombres, es prioritario incidir sobre la importancia de la EPOC en las mujeres, lo que permitiría reducir su infradiagnóstico.
- Más investigación. Como indica Javier de Miguel, jefe de Neumología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, es importante continuar la investigación basada en el género en las enfermedades respiratorias. “Hasta la fecha, las mujeres han estado muy poco representadas en los ensayos clínicos que se realizan habitualmente en los pacientes con EPOC, por lo que debería aumentar su participación en el futuro”, advierte el neumólogo.