¿Cómo se fabrica el chocolate rosa?
El llamativo color rosa del chocolate ruby no se debe a colorantes —lo que sí sucede con los helados o los postres lácteos con “sabor a fresa”—, ni a que se emplee una nueva variedad de Theobroma cacao, el árbol del que procede el cacao convencional, sino a un proceso tecnológico patentado al que se someten los granos de cacao.
En el procesado habitual se fermentan, por lo que el color rosa original de los granos se transforma en un tono marrón. Este puede ajustarse mediante distintas técnicas, como la alcalinización o el tostado, para conseguir que el cacao tenga una coloración más o menos intensa o brillante.
Para fabricar el chocolate rosa, se seleccionan granos de cacao con un alto contenido en polifenoles y se realiza una fermentación mínima o, incluso, se evita. Nutricionalmente, su contenido en macronutrientes (grasa, proteínas e hidratos de carbono) es similar al convencional, pero aporta más polifenoles. No obstante, como es un cacao que se consume en forma de chocolate, hay que tener en cuenta el resto de ingredientes (azúcar, leche, grasas vegetales…).
¿Los niños deben tomar alimentos específicos para ellos?
A partir de los seis meses, a los niños y las niñas se les pueden ofrecer cereales, frutas y verduras, legumbres, huevos, carne y pescado. A partir del año, pueden comer prácticamente los mismos alimentos que un adulto.
Sin embargo, en el mercado podemos encontrar alimentos especiales para menores de entre uno y tres años, desde yogures hasta galletas, que se ofertan como complementos a su dieta. Esto perpetúa la idea errónea de que los niños deben comer de forma diferente a los adultos.
A finales de 2021, la Sociedad para la Educación Nutricional advirtió que, a menudo, este tipo de alimentos suelen ser ultraprocesados altos en grasa, sal y azúcares y bajos en nutrientes, lo que limita las opciones saludables y modifica las preferencias de los más pequeños. No hay motivo para que los niños coman alimentos distintos a los de los adultos.
¿Por qué esta patata está hueca? ¿Se puede comer?
En el centro de algunas patatas aparece una malformación en forma de cráter que puede alcanzar hasta dos centímetros. Sucede cuando la planta es sometida a condiciones de estrés (como sequía o calor excesivo), seguidas de un aumento rápido de agua y nutrientes que producen un crecimiento a gran velocidad. Aunque su apariencia puede hacernos dudar, se puede comer con seguridad.
¿Es verdad que alguien alérgico al látex puede serlo también al kiwi?
La reactividad cruzada es una reacción adversa que aparece cuando una persona que tiene sensibilidad a un alérgeno se pone en contacto con una sustancia distinta, pero que tiene una estructura similar o está relacionada biológicamente con ese alérgeno.
Ocurre, por ejemplo, entre el látex y frutas como el kiwi, la papaya, el plátano, la piña o el tomate (síndrome látex-fruta) o entre el polen de algunos árboles y las frutas con hueso (síndrome de alergia oral).
¿Por qué algunos chicles nos dan sensación de frío en la boca?
En la mucosa bucal tenemos numerosos receptores que no solo captan los sabores, sino también sensaciones de dolor, quemazón, picor, escozor o temperatura. Algunos compuestos químicos son capaces de activar varias vías neuronales a la vez, lo que se traduce en que nos aportan algunas de estas sensaciones.
El mentol es una de estas sustancias y, al estimular las vías somatosensoriales que recogen señales de temperatura, nos hace percibir una sensación de frío en la boca, aunque el alimento esté a temperatura ambiente. De esta forma, además de percibir el olor y gusto característicos de la menta, nos llega un agradable frescor.
¿Los yogures altos en proteínas ayudan a reducir el apetito?
Los yogures y las leches fermentadas contienen naturalmente en torno a 3 g de proteínas de la leche por cada 100 g, pero en la actualidad podemos encontrar en el supermercado versiones “altas en proteínas” que triplican esa cantidad.
En nuestro entorno no existe un déficit de proteínas, pero este tipo de productos pueden ser útiles para deportistas, personas con pérdida de masa muscular —como algunos mayores o pacientes que estén recuperándose de una enfermedad— o para población sana que busque un alimento saciante.
A este respecto, a corto plazo y sin tener en cuenta el resto de la dieta, los alimentos ricos en proteínas resultan más saciantes que los que están compuestos mayoritariamente por hidratos de carbono o grasas, aunque el aporte de energía total sea el mismo. Esto se debe al elevado “efecto termogénico” de las proteínas, que significa que de toda la energía que aportan, aproximadamente un 25 % se gasta en digerirlas, absorberlas y hacer que estén disponibles para que nuestro cuerpo pueda usarlas. En otros nutrientes este efecto supone entre un 2,5 % – 7,5 % de su energía.
¿Sirven los plátanos contra la depresión?
A pesar de que los plátanos contienen triptófano (un aminoácido precursor de la serotonina cuyo déficit se relaciona con trastornos del ánimo), no se ha demostrado que tengan efectos sobre el estado anímico ni sobre la fatiga. La UE prohíbe que los alimentos con triptófano puedan hacer mención a alguna propiedad saludable atribuible a este compuesto.