Esta inactividad está directamente relacionada con nuestro estilo de vida. Por lo general, las jornadas laborales apenas requieren cambios de postura, los desplazamientos se suelen realizar en transporte público o privado y, además, el uso de nuevas tecnologías incita a permanecer inmóviles ante las pantallas; más aún en los casos de teletrabajo. Sin duda, un contexto poco favorable para garantizar la práctica de ejercicio.
¿Qué relación existe entre ejercicio físico y salud?
La falta de actividad física es el cuarto factor de riesgo para la salud en el mundo. Afecta a todo tipo de enfermedades, incluyendo las no transmisibles, como son las enfermedades respiratorias y cardíacas, la diabetes o el cáncer. De hecho, dejando a un lado el peso corporal, son varios los estudios que relacionan la inactividad física con el cáncer de mama y el de colon.
Así pues, realizar ejercicio físico y cumplir con las recomendaciones de la OMS conlleva mejoras en el funcionamiento del corazón y los pulmones e, incluso, de nuestros músculos y huesos. Además, cabe destacar que la actividad física no solo reduce el riesgo de padecer cáncer o enfermedades no transmisibles, sino que cuando ya padecemos alguna enfermedad puede ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida.
Cuando hablamos de personas con cáncer, el ejercicio físico moderado, siempre que sea bajo recomendación médica, tiene también efectos beneficiosos sobre la salud. Puede contribuir a paliar muchos de los efectos de los tratamientos oncológicos (fatiga, vómitos y pérdida de masa muscular) y, además, mejorar el estado de ánimo y mantener el cuerpo fuerte.
Cómo incorporar el ejercicio físico en el día a día
Hoy en día, el sedentarismo es muy común en la sociedad y afecta de manera diferente a cada persona. Para evitarlo es necesario ser conscientes de la importancia de cuidar nuestra salud.
- Si no se ha practicado ejercicio antes y no se tiene una rutina creada. Sabemos que no es fácil incorporar nuevas rutinas. Por ello, es importante reflexionar sobre la utilidad de hacer ejercicio, los beneficios que aportaría, así como, qué actividades se quieren realizar y se es capaz de llevar a cabo. No es lo mismo empezar a andar o a nadar, que empezar a correr. Este sería el primer paso para afianzar un nuevo hábito. Todo cambio suma.
- Si ya se ha creado una rutina de actividad. Sin duda es un gran paso para mejorar la salud. Por lo que es muy importante no perder esta rutina. Para ello, se pueden buscar nuevos espacios de actividad física que no se hayan realizado hasta el momento, que contribuyan a mantener la motivación y complementar el ejercicio que ya se está haciendo.
- Si se tiene una rutina de ejercicio, pero cuesta mantenerla. Si se lleva tiempo sin realizar ninguna actividad, lo más probable es que no se tenga la misma forma física. Por eso, es importante tomárselo con calma y prevenir las lesiones. Es necesario medir las capacidades actuales e ir progresando poco a poco.
Rutas Saludables, actividad física en compañía
Desde la Asociación Contra el Cáncer queremos contribuir a que quien lo desee pueda incorporar el ejercicio físico en las rutinas diarias o semanales y, así, cumplir con las recomendaciones mínimas de la OMS.
Para ello, ofrecemos la oportunidad de participar de manera gratuita en las Rutas Saludables que organizamos semanalmente, garantizando así el desarrollo de actividad física moderada, y, además, en buena compañía. Si quieres formar parte de estas rutas contacta a través del teléfono 900 100 036. ¡En macha!