👂 La cera cumple una función
El conducto auditivo posee unas células destinadas a expulsar cualquier microorganismo visitante. La cera es también un mecanismo de defensa, como señalan múltiples estudios que avalan su función antigérmenes. Además, parte del exceso de cerumen se elimina a través de procesos como la masticación.
👂 Limpieza exterior
El pabellón auditivo externo se puede limpiar, mientras nos lavamos la cabeza, con un tejido húmedo en toda aquella superficie que nuestro dedo sea capaz de alcanzar.
👂 Adiós a los bastoncillos
Lo único que se consigue con los bastoncillos de los oídos es compactar e introducir, aún más, el cerumen hacia el fondo del oído externo. Su uso puede tener graves repercusiones en nuestra salud auditiva, como pérdidas de audición, heridas, infecciones o perforaciones.
👂 No introducir nada en el oído
Cualquier objeto que se meta en el oído puede introducir, aún más, el cerumen o producir heridas y perforaciones.
👂 Las gotas, solo si las prescribe un médico
Se recomienda no aplicar ningún tipo de medicamento en forma de gotas sin prescripción médica. Tampoco se aconseja utilizar los difusores de agua marina, porque humedecen el oído y aumenta el riesgo de infección.
👂 Consultar al especialista
Para los que tienen tendencia a la formación de tapones o a desarrollar patologías auditivas, se recomienda acudir al otorrino con asiduidad. Solo un sanitario experto en oídos puede eliminar un tapón de forma segura. Hay que evitar el uso de cualquier remedio casero (como aplicar aceite de oliva o acercar una vela encendida) o la intervención de personas sin formación adecuada, dado el riesgo de provocar una lesión permanente.
👂 Reducir el uso de cascos
El abuso de auriculares y de aparatos externos pasa factura a la salud auditiva. Puede favorecer la producción de cerumen, incrementar la suciedad y los residuos o producir infecciones y pérdidas prematuras de oído.