Fideos de sémola de trigo, sal, almidón de trigo, hortalizas y verduras deshidratadas y diversos potenciadores del sabor. Estos son básicamente los ingredientes que presentan las sopas de sobre. Válidas para preparar una comida o una cena rápida, su elevado nivel de sodio aconseja que sea un alimento ocasional en la dieta.
¿Cómo se elaboran?
Las sopas de sobre pertenecen al grupo de alimentos denominados deshidratados. Sus ingredientes son sometidos a un proceso en que se elimina el agua que contienen por sí cada uno de ellos. Para conseguirlo, se les somete a una fuerza de calor que logra que el agua o el vapor de agua atraviese el alimento y lo abandone. Este método proporciona estabilidad microbiológica al producto, pues sin agua se reduce la posibilidad de crecimiento de microbios.
Bajas en calorías y pobres en grasa
Las sopas de sobre se preparan con abudante agua y pueden consumirse sin precisar ningún aliño, de ahí que su aporte calórico sea muy bajo: un plato de sopa supone unas 50 calorías. La grasa es también escasa, e igual sucede con las proteínas e hidratos de carbono. Pero tampoco tienen apenas vitaminas y minerales, salvo de cloruro de sodio, la sal de la cocina. Su nivel es sensiblemente alto y esto hay que tenerlo muy presente cuando se va ingerir una sopa de sobre, o se ofrece a niños o personas que precisan llevar una dieta pobre en sodio. Asimismo, este alimento contiene una importante cantidad de aditivos alimentarios: colorantes y glutamato monosódico (E-621), un aditivo que tiene la función de potenciar el sabor, en gran parte por su contenido en sodio.
Sus ventajas y sus inconvenientes
Estas sopas se pueden incluir en la dieta de personas sanas, siempre que se haga modo ocasional. Tienen la ventaja de que se preparan de manera muy rápida. Son muy apetecibles durante los meses más fríos del año, ya que al tratarse de una bebida caliente entonan el estómago y resultan reconstituyentes y reconfortantes.
Si se tiene en cuenta su poder de saciedad y su bajo aporte calórico y de grasa, las sopas de sobre resultan adecuadas en situaciones de exceso de peso. Otro aspecto positivo que comparte con las dietas caseras es que contribuyen a aumentar la ingesta de líquidos, tan importantes para conseguir un adecuado estado de hidratación.
Pero aunque algunas marcas comerciales disponen de sopas bajas en sodio, por lo general, las sopas de sobre no son recomendables para quienes han de restringir la sal en su alimentación, como sucede en caso de hipertensión, afecciones cardiovasculares o retención de líquidos.