Viruela del mono: todas las preguntas que te haces sobre esta enfermedad y sus respuestas

La viruela del mono o símica, también llamada mpox –abreviatura de monkey pox-, es una enfermedad zoonótica vírica, es decir, que puede pasar de animales a humanos. Se denomina viruela del mono porque el virus que la causa se descubrió en 1958 en colonias de monos usados con fines de investigación en un laboratorio de Dinamarca. Y no fue hasta 1970 cuando se notificó el primer caso en humanos: un bebé de 9 meses en República Democrática del Congo. De hecho, la enfermedad se considera endémica de los países de África central y occidental.

El virus de la viruela del mono (abreviado como MPXV) pertenece al género Orthopoxvirus, de la familia Poxvirida. Y hay dos clados genéticos o ramas: el de África central (clado I) y el de África occidental (clado II). 

Los casos de mpox del brote de 2022 se deben al segundo clado, muy similar en síntomas a la viruela erradicada en la década de los 80, pero menos grave y transmisible. Desde entonces, ha infectado a más de 95.000 personas (8.104 casos en España) y matado a más de 180.

En cambio, el brote actual que preocupa corresponde al clado I y sus nuevas variantes Ia y Ib, pues, al parecer, son más contagiosas y de mayor mortalidad.

Para el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la OMS, este segundo brote de la viruela del mono cumple con los criterios para considerarlo una emergencia (ESPII): evento extraordinario que surge de forma repentina; constituye un riesgo de salud pública para otros Estados; y puede requerir una respuesta internacional coordinada inmediata para detener los brotes y salvar vidas.

Y es que la República Democrática del Congo está experimentando desde noviembre de 2023 una rápida propagación de estos subclados, ya que en lo que va de año ha registrado más de 16.700 afectados y 511 muertes.

Además, como indican los datos recogidos, los niños son el grupo más vulnerable, ya que alrededor de dos tercios de las infecciones en la RDC por el clado Ia se producen en menores de 15 años y un 40 % en peques de menos de cinco años. Los niños y niñas registran más del 62 % de las muertes, como recuerda Save the Children.

Asimismo, países africanos cercanos que hasta ahora se habían librado de la enfermedad, como Burundi, Kenia, Ruanda o Uganda, han confirmado más de 100 casos en solo un mes del clado Ib. En lo que va de año, se han informado de 20.000 casos de mpox en 13 estados miembros de la Unión Africana, según datos de los CDC de África. Y otros países más lejanos, como Tailandia o Suecia, también han notificado sus primeros infectados.

De ahí la declaración de la OMS. “Constituye una emergencia, no solo para África, sino para todo el planeta. La mpox no recibió la atención que se merecía en África, donde se originó, y más tarde provocó un brote mundial en 2022. Es hora de actuar con decisión para evitar que la historia se repita”, afirmaba el presidente del Comité, el profesor Dimie Ogoina, en la nota de declaración de la OMS. En ese sentido, facilitar el acceso equitativo a las vacunas contra la mpox, los tratamientos, las pruebas diagnósticas y otras herramientas resultará clave para ponerle freno, sobre todo, en los países de origen.

Sin embargo, por ahora, el Comité de Seguridad Sanitaria de la Unión Europea no recomienda el control en fronteras ni la vacunación a la población general, por considerar que el riesgo es “bajo”.

Aun así, en España, el país europeo con más casos de la cepa de 2022, la Comisión de Salud Pública ha decidido tomar varias medidas de refuerzo contra la viruela del mono. Destacan las siguientes:

• Publicar cada semana un informe epidemiológico de mpox (ahora es mensual).
• Mantener la estrategia de vacunación para los grupos de riesgo.
• Recomendar, si se viajará a un país afectado, acudir a los Centros de Vacunación Internacional para valorar la posible indicación de vacuna (según características clínicas individuales y tipo de viaje).
• Realizar controles en aguas residuales para monitorizar la evolución del virus.
• Trabajar en origen con la donación de vacunas a los países afectados.

Se desconoce cuál es el reservorio animal del virus de la viruela símica, pero sí se sabe que los roedores y primates de zonas endémicas pueden transmitirlo.

Este virus se transmite entre humanos mediante el contacto directo con piel infectada, fluidos corporales o gotas respiratorias de una persona infectada con la que se mantienen relaciones sexuales o en otras situaciones de contacto físico continuado y prolongado. Por tanto, una mujer embarazada puede contagiarlo a su hijo a través de la placenta o el padre a su bebé al hacer el método canguro.

De acuerdo a los datos disponibles hasta el momento, la OMS asegura que el subclado Ib “parece propagarse principalmente a través de redes sexuales”, mientras que en el subclado Ia, que se está dando mayoritariamente en la población infantil, «se han documentado múltiples modos de transmisión, incluida la transmisión de persona a persona por contacto estrecho tras la introducción como zoonosis en una comunidad», según informa el Ministerio de Sanidad.

También puede ocurrir por contacto con objetos contaminados como sábanas, ropa, toallas, vendajes, platos, etc.

El periodo de incubación del virus de la viruela del mono es de 3 a 17 días, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC). ¿Cómo empieza? Suele presentarse con una combinación de síntomas, que duran entre dos y cuatro semanas:

• Fiebre (más de 38,5 º C)
• Dolor de cabeza intenso
• Astenia (cansancio), agotamiento
• Artralgia (dolor de articulaciones)
• Escalofríos
• Dolor de espalda, mialgia (dolores musculares)
• Ganglios linfáticos inflamados (linfadenopatía)

Entre uno o cinco días después del inicio de la fiebre, comienzan a desarrollarse en la piel las lesiones características de esta enfermedad.

• Las primeras son enantemas, lesiones en las mucosas de la boca.
• Después, surge una erupción cutánea que se concentra en la cara (95 % de los casos) y las palmas de las manos y plantas de los pies. Las lesiones (planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido transparente o amarillento) varían de tamaño y evolucionan desde máculas, pápulas, vesículas, pústulas a costras, que se secan y se caen. 

Las más representativas son las lesiones cutáneas en la región ano-genital o perineal, además de las adenopatías inguinales.

La mpox suele ser una enfermedad autolimitante (benigna que cura sin tratamiento). Tal es así que los epidemiólogos reconocen que los casos del brote de 2022 son leves y apenas generan ingresos hospitalarios. Eso sí, las lesiones en la piel y las mucosas resultan muy molestas.

Pero hay que tener en cuenta que la tasa de letalidad de la cepa de ese virus está en el 1 %, mientras que la variante actual del virus es más grave: la tasa de mortalidad puede llegar al 10 %.

Además, como recuerdan los expertos, puede ser grave en los niños, embarazadas y personas inmunodeprimidas (incluyendo infección por VIH). Las complicaciones de los casos graves incluyen infecciones bacterianas secundarias, como bronconeumonía, sepsis, encefalitis e infección de la córnea con la consiguiente pérdida de visión.

La detección precoz es fundamental para evitar la propagación del virus. Y, de nuevo, la responsabilidad individual resulta clave.

Por lo tanto, acude a tu centro de salud o centro específico de ITS o urgencias hospitalarias si:

• tienes un exantema vesicular o pustular en cualquier parte del cuerpo y alguno de los otros síntomas citados.
• en los 21 días antes del inicio de síntomas: eres contacto estrecho de un caso confirmado o en investigación; has mantenido relaciones sexuales de riesgo; o has viajado a las zonas endémicas.

Una prueba de laboratorio (PCR) confirmará el caso sospechoso o probable. Las muestras más utilizadas se toman de las lesiones cutáneas, del líquido de las vesículas o por exudados de mucosas que puedan estar afectadas.  

El contagio de la viruela del mono puede producirse desde que la persona infectada comienza a presentar síntomas. Pero, por lo que se conoce hasta ahora, el riesgo es más elevado cuando aparecen las lesiones en la mucosa oral. No hay peligro cuando estas ya se curan y se forma una nueva capa de piel.

Por eso, si estás contagiado y no estás en el hospital:

• No es necesario el aislamiento domiciliario, excepto si tienes un elevado número de lesiones y no es posible cubrirlas por completo. En este caso, permanece en tu habitación aislado de otros convivientes (incluso mascotas) hasta que todas las lesiones cutáneas hayan desaparecido. Además, ten en cuenta que la OMS recomienda el uso de preservativo en las relaciones sexuales durante las primeras 12 semanas tras finalizar el aislamiento.
• Minimiza tus interacciones con otras personas, especialmente con población vulnerable: evita el contacto físico y las relaciones sexuales hasta que las lesiones hayan cicatrizado por completo, las costras se hayan caído y se haya formado una nueva capa de piel.
• Tápate las lesiones para reducir el contacto directo de la lesión con otras personas.
• Usa mascarilla quirúrgica, sobre todo si toses, estornudas…
• Lleva una adecuada higiene de manos.
• Evita el contacto con mascotas, así como con otros animales domésticos o silvestres.

Ante cualquier caso en investigación, según el protocolo actual de Sanidad (22 agosto 2024), se inicia la búsqueda e identificación de posibles contactos estrechos.

Un contacto estrecho es toda persona que haya estado con un caso confirmado o probable desde el momento de aparición de los primeros síntomas o en caso de debutar con exantema, desde el día previo a su aparición, cuando haya habido contacto físico directo y prolongado, como son las relaciones sexuales o el contacto habitual entre convivientes. El texto oficial señala que “en ausencia de contacto físico, pero con el antecedente de exposición a menos de 1 metro, durante un periodo prolongado, sin protección, con un caso confirmado o probable, se deberá realizar una evaluación individualizada del riesgo caso por caso”.

Si es tu caso, te informarán de los síntomas de la mpox y tendrás que tomarte la temperatura una vez al día durante 21 días tras la exposición. No tendrás que realizar cuarentena, pero debes extremar las precauciones: reducir tus interacciones sociales, abstenerse de mantener contactos sexuales y, en caso de asistir al enfermo, usar mascarilla durante esos cuidados.

Si tendrías fiebre u otro síntoma compatible, de inmediato deberás seguir las recomendaciones que se hacen para los infectados, y contactar con el responsable de tu seguimiento, que te indicará qué debes hacer.

Si no se desarrolla exantema en un plazo de cinco días tras la aparición de los primeros síntomas o se diagnostica otra enfermedad que los explique, se suspenderán las recomendaciones establecidas.

Cualquier persona que tenga contacto físico con alguien con síntomas o un animal infectado por el virus de la viruela del mono puede contraer la enfermedad. Por tanto, si convives con una persona contagiada, ten en cuenta estas pautas:

• Intenta estar el menos tiempo posible con el infectado. Evita el contacto piel con piel.
• Lávate las manos con frecuencia o usa geles hidroalcohólicos, sobre todo si has estado en contacto con el contagiado, has tocado su ropa o cualquier superficie que haya podido infectar.
• Lava por separado su ropa, ropa de cama, toallas, etc., con agua caliente (60 ºC) y detergente (no hace falta lejía). Evita sacudirla al meterla en la lavadora.
• No compartáis los platos y utensilios para comer; lávalos con agua y jabón.
• Las superficies y objetos contaminados deben limpiarse y desinfectarse. Si usas lejía doméstica, la dilución sería 1:50. ¿Cómo se prepara? Echa 20 ml de cualquier lejía dentro de una botella de 1 litro, rellénala con agua del grifo fría hasta completar y remueve con cuidado la mezcla. Para objetos personales (chupetes, juguetes, gafas, móviles) prepara alcohol de 70: vierte 70 ml alcohol de 96 º en un bote de 100 ml, rellénalo de agua y mezcla.

El tratamiento de la mpoxes sintomático y la mayoría de las personas se recuperen en pocas semanas. A veces, se puede necesitar atención hospitalaria y se pueden producir complicaciones (como infección de las lesiones de la piel, infección de las córneas o neumonía).

En algunos casos se puede valorar el tratamiento con antivirales (Cidofovir, Tecovirimat) o la profilaxis posexposición con vacunas para los contactos estrechos. Si se pone entre los 4 y 14 días, puede modificar la gravedad de la enfermedad.

En España dejó de ponerse la vacuna contra la viruela en 1979. Entonces se administraba a los bebés de 20 meses de edad, por lo que las personas que hoy tienen menos de 45 años no están protegidas frente a esta enfermedad ya erradicada.

Y aunque distintos estudios aseguran que la vacuna contra la viruela tiene una efectividad cercana al 70-80 % a la hora de evitar la viruela del mono por la semejanza de ambos virus, no necesariamente persiste esa protección. Como reconocen desde la Asociación Española de Vacunología (AEV), hay casos de personas que habían sido vacunadas décadas atrás y se infectaron por mpox en 2023.

Aun así, por el momento, no se recomienda la vacunación contra la viruela del mono para la población general, ya que el riesgo se considera bajo. En cambio, se aconseja:

• la vacunación de preexposición en grupos de riesgo, para los profesionales de la salud y de laboratorios (que tienen elevado riesgo de exposición) y a las personas que mantienen prácticas sexuales de riesgo, especialmente, pero no exclusivamente GBHSH (gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres). Puntos de vacunación frente a mpox.
• la vacunación de posexposición, para los contactos estrechos que no hayan pasado la enfermedad. Se debe realizar en los primeros cuatro días tras el primer contacto.

La pauta de vacunación recomendada en preexposición es de dos dosis, con un intervalo de al menos 28 días. Las personas ya vacunadas frente a la viruela pueden no requerir la segunda. Y en el caso de posexposición, solo es necesario una, pero se completará con otra dosis, a las cuatro semanas de la primera, en personas con prácticas sexuales de riesgo.

Según datos del Ministerio de Sanidad, solo la mitad de los vacunados completaron la inmunización frente a la mpox, por lo que hace un llamamiento a recibir la segunda dosis.

La vacuna para la viruela llamada MVA-BN, también conocida por sus marcas comerciales Imvanex o Jynneos, fue aprobada en 2019 para su uso en la prevención de la viruela del mono.

El empleo de esta vacuna de tercera generación es seguro. Sus efectos secundarios se asemejan al de otras vacunas, pues puede causar cefaleas, náuseas, dolor muscular, astenia o dolor en la zona del pinchazo. Además, no provoca reacciones cutáneas importantes debido a la falta de replicación en células humanas ni deja cicatriz, ya que no se realiza escarificación.

Como detallan en este documento oficial de Sanidad (marzo 2023), esta vacuna no está contraindicada en embarazadas, ni durante la lactancia, ni en inmunodeprimidos, aunque los datos son limitados. ¿Y en niños? Tampoco hay experiencia en la vacunación de población menor de 18 años, pero, como la enfermedad puede ser más grave y causar secuelas, se recomienda también en situaciones de contacto estrecho con caso confirmado, tras evaluación individualizada del beneficio/riesgo por el personal sanitario y con consentimiento previo.