Qué es la gripe del tomate
En menos de dos meses en el estado de Kerala (India) 82 niños menores de 5 años han sufrido una enfermedad con síntomas parecidos a la covid-19. No es grave, no ha causado fallecimientos, ni se han registrado casos en otros países (excepto dos importados en Reino Unido), aunque sí en otras dos regiones indias. En una de ellas, en Odisha, los afectados son 26 niños de entre uno y nueve años de edad. Sin embargo, “debido a la terrible experiencia de la pandemia de covid-19, es deseable una gestión vigilante para evitar nuevos brotes”, alertan los firmantes de esta publicación científica, que no cuenta con el nivel de evidencia de un estudio o un metanálisis ni ha sido revisada por pares.
Para los investigadores, es una infección rara causada por un nuevo virus que han bautizado como gripe del tomate o fiebre del tomate. Esta enfermedad es autolimitada (benigna) y no hay un medicamento específico para tratarla.
Aun así, también sostienen en la carta que, en vez de una infección viral, podría ser una secuela de alguna de estas dos enfermedades causadas por vectores (mosquitos): la fiebre chikungunya o el dengue. Y hasta consideran que podría tratarse de una nueva variante de la enfermedad boca-mano-pie, una patología muy contagiosa entre los niños pequeños menores de tres años.
Precisamente esta última parece la causa más probable de la denominada gripe del tomate. Varios expertos ya se hacen eco de que estamos ante una forma de presentación de la enfermedad producida por el virus Coxsackie (de la familia de los enterovirus), culpable también de la herpangina. En Twitter lo afirma Antoni Trilla, jefe de catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Barcelona; en The Conversation Sarah Pitt, profesora de Microbiología en la Universidad de Brighton (Reino Unido); y hasta el especialista estadounidense Daniel R. Lucey hace lo propio en la web de la Sociedad de Enfermedades Infeccionas de América (IDSA).
Todos ellos se apoyan en el caso de dos niños ingleses. Los menores (de 13 meses y cinco años) se contagiaron en mayo en la India y ya en su país, donde empezaron a presentar síntomas, dieron positivo a Coxsackie A16, como publican en otra carta médicos británicos en The Pediatric Infectious Disease Journal.
Además, en este artículo en The BMJ los médicos de Karala aseguran que este brote no se debe a un virus nuevo, sino que es una variante de la enfermedad boca-mano-pie ya endémica que se observa en niños desde 2001.
Por lo tanto, por ahora, no hay evidencia que determine qué es en realidad la denominada gripe del tomate: si una nueva infección viral, una secuela o una variante de otras enfermedades. Habrá que esperar a estudios más consistentes.
Síntomas de la gripe del tomate
Pero lo que si se tienen claros son los síntomas de la gripe del tomate, muy similares a los de otras infecciones virales, y que desaparecen en torno a una semana, como ocurre en la enfermedad boca-mano-pie:
- Fiebre alta
- Fatiga
- Náuseas, vómitos, diarrea, deshidratación
- Hinchazón de las articulaciones
- Dolores corporales
- Características erupciones en la piel. Estas ampollas rojas y dolorosas surgen por todo el cuerpo, en especial en manos, pies, nalgas, piernas, brazos y boca, lo que estas llagas dificultarían la deglución. Estas ronchas se asemejan a las que se ven en los pacientes más jóvenes de la viruela del mono, pero que agrandan tanto que su tamaño llega a ser el de un tomate. De ahí el nombre de la enfermedad.
Cómo se contagia
Al igual que otras infecciones virales comunes en la infancia, es muy contagiosa. Las vías de transmisión son las secreciones de nariz y garganta (saliva, mocos o flemas), el líquido de los sarpullidos que produce y las heces de personas infectadas. También puede contagiarse al estar en contacto con objetos y superficies contaminadas.
De no controlarse el brote entre los niños, “la transmisión podría tener graves consecuencias al propagarse también en los adultos”, advierten los investigadores. Por eso, como ocurre en cualquier enfermedad que resulta muy contagiosa, el aislamiento de los casos confirmados o sospechosos durante una semana desde el inicio de los síntomas es fundamental para evitar su expansión.
Tratamiento
Por supuesto, por ahora no hay medicamentos antivirales ni vacunas para el tratamiento o su prevención. Pero como la gripe del tomate es similar al chikungunya, al dengue y a la boca-mano-pie, su forma de tratarla es parecido:
- aislamiento y descanso
- paracetamol para fiebre y dolor
- toma de abundantes líquidos
- paños de agua caliente para aliviar las irritaciones y erupciones cutáneas.
Prevención
Por el momento, no hay casos en España de la gripe del tomate, pero no está de más recordar que adquiriendo las siguientes rutinas se pueden evitar muchas enfermedades, como la que nos ocupa:
- Higiene: lavado de manos frecuente y toser en el codo.
- Desinfección del entorno y de todo lo que haya podido contagiar el afectado con sus secreciones.
- No dejar que el niño infectado comparta juguetes, ropa, alimentos y otros objetos. Por tanto, no llevar al colegio, guardería…