Por qué algunos productos cambian el aceite de girasol
Hummus, mayonesas, snacks… ¿Por qué algunos productos ya no llevan aceite de girasol? La explicación está en la guerra de Ucrania. El país, apodado «el granero de Europa», es el principal productor de los cereales que importa España y el principal proveedor de aceite de girasol. Como contábamos en este artículo sobre alternativas para freír alimentos, el conflicto bélico ha alterado por completo la normalidad de ese suministro, convirtiendo al aceite de girasol en un producto más escaso y más caro que antes.
La carestía y el encarecimiento de este aceite (el segundo más consumido de España, después del de oliva) afecta a los hogares, pero también a la industria alimentaria, que lo utiliza en la elaboración de multitud de productos. En estas circunstancias, los fabricantes hacen lo mismo que los consumidores: buscar alternativas para poder seguir adelante con su actividad.
¿Es legal cambiar un aceite por otros?
Sí, hacer este tipo de cambios es legal, aunque el modo en que se lleva a cabo está sujeto al reglamento europeo 1169/2011, que regula la información que se facilita a los consumidores. A diferencia de lo que hacemos en casa —que sustituimos una cosa por otra y ya está—, la industria alimentaria está sujeta a reglas y controles, y debe informar adecuadamente a los consumidores, tanto de la composición de sus productos como de los cambios excepcionales que haga en ellos.
En marzo de este año, el Ministerio de Consumo publicó un documento en el que autoriza a los fabricantes a sustituir el aceite de girasol, pero también recuerda las condiciones básicas para poder hacerlo, entre ellas:
- se debe informar de este cambio.
- la información no deberá inducir a error a las personas consumidoras.
- y, en caso de tener que utilizar envases de productos anteriores con declaraciones que sugieran que se trata de un producto de mayor calidad o con valor añadido, el operador debe añadir una etiqueta adhesiva, chorro de tinta o sistema equivalente que anule esta declaración.
Envases antiguos, nuevos ingredientes
Este punto, el de los envases, es muy importante. Como se trata de una medida excepcional, los fabricantes pueden seguir utilizando los envases originales y no tienen por qué hacer unos nuevos. De ahí que, cuando vayamos al supermercado, encontremos diversos productos que lucen «aceite de girasol» en la lista de ingredientes o «con aceite de girasol alto oleico» en los reclamos destacados, pero llevan una pegatina o una leyenda como las que citábamos al inicio de este artículo.
Este cambio, lógicamente, genera confusión, dudas, perplejidad y hasta enojo, como se puede ver en las redes sociales:
📍 Aceite de palma en lugar de girasol
📍 Aceite de soja en lugar de girasol
📍 Aceite de nabina en lugar de girasol
En algunos de estos productos, la información al consumidor está mejor expresada que en otros. El tercer caso (el del hummus) es un ejemplo de mal reetiquetado, ya que el aviso está impreso sobre el envase de plástico, que no se ve hasta que no se retira el envoltorio de papel. Y este es un gesto que, normalmente, no hacemos durante la compra, sino una vez que estamos en casa. De todas formas, cabe recordar que el aceite de nabina (o colza) es un buen aceite, y que siempre es importante consultar el etiquetado de los productos que compramos envasados. Mira cómo leer las etiquetas alimentarias.