Daño cerebral: qué ofrece una residencia
La Residencia terapéutica de Alento es un recurso que pretende ser un hogar para personas con daño cerebral que requieran de apoyos especializados. Cuenta actualmente con 21 plazas ocupadas, concertadas con la Xunta, y ocho plazas libres preparadas y pendientes de su apertura.
El objetivo general del servicio de esta residencia es contribuir a que cada persona con daño cerebral pueda desarrollar su proyecto de vida, a través de acciones centradas en cada persona y su familia, consolidando la mayor autonomía posible y favoreciendo la normalización e inclusión, en función de los intereses individuales.
Dispone de programas de rehabilitación y mantenimiento para favorecer varias dimensiones de calidad de vida: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos.
🔸 Atención sociosanitaria para el daño cerebral
La atención sociosanitaria que se presta en la residencia terapéutica de Alento se adecua a las necesidades de cada persona y se brinda en coordinación e interrelación con los profesionales sociales del municipio, con los recursos sanitarios del Centro de Salud más próximo y con otros servicios especializados. Se ofrece con criterio profesional y por trabajadores con la correspondiente cualificación técnica y con adecuada competencia profesional.
Esta atención en la residencia es un compromiso de todos los profesionales que realizan su trabajo de acompañamiento. Las necesidades de atención que experimenta una persona usuaria no pueden ser abordadas desde una única disciplina y un solo profesional, porque los problemas y los cuidados están entrecruzados. Por este motivo, las respuestas deben ser ética y técnicamente interdisciplinares. El equipo interdisciplinar es el dispositivo adecuado para garantizar una atención integral.
Por eso, la residencia cuenta con un equipo interdisciplinar de profesionales técnicos: fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, trabajadora social, integrador social, enfermera, médica, neuropsicóloga y responsable de ocio. En los casos con más necesidades de apoyo se cuenta con un servicio de estimulación basal. Los profesionales de atención directa prestadores de apoyos son técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y técnicos de atención a personas en situación de dependencia.
🔸 El papel activo de las personas atendidas y sus familias
Los familiares y las personas usuarias participan en el propio proceso de atención. Conocen el plan interdisciplinar personalizado al ingreso y, cuando se produce algún cambio, son informados con la prontitud requerida en cada caso. El acompañamiento familiar es el instrumento adecuado para cumplir con este principio de información.
Desde la residencia terapéutica de Alento se considera que la calidad de vida de las personas con daño cerebral suele estar íntimamente ligada a la de sus familias, pero también a las personas voluntarias y a los profesionales. Por ello, consideramos de vital importancia la necesidad de empoderar a través de la capacitación y la formación.
De esta necesidad nace la Escuela DCA, un proyecto que pretende ofrecer información y formación a quienes acompañan en el desarrollo personal y social de personas con daño cerebral: familias, voluntarios y profesionales
El modelo de intervención que plantea Alento, basado en las dimensiones de calidad de vida, son altamente coincidentes con los principios de la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad, con la Constitución española y con el desarrollo de la Ley de Atención a la Dependencia y múltiples decretos y normativa a nivel de Galicia.
Principales metas de la residencia terapéutica
En la residencia terapéutica de Alento se apuesta por la ética como base de cualquier cambio o mejora y por la participación real de las personas, independientemente de sus necesidades de apoyo. En aquellos casos en los que la persona no presente las capacidades necesarias, será la figura de su traductor vital dando voz a sus deseos, siempre respetando la personalidad y teniendo en cuenta su historia de vida.
Las principales metas de la atención residencial son las siguientes:
- Prestar cuidados sociosanitarios y de rehabilitación mediante una atención integral personalizada, ofreciendo un trato digno y respetando la voluntad de las personas usuarias y, en su caso, teniendo en consideración la aportación de sus familiares.
- Promover el envejecimiento activo y la autonomía de las personas usuarias con acciones de prevención y motivación hacia una forma de vida que propicie su mejor calidad de vida y, en la medida de lo posible, su desarrollo personal.
- Servir de apoyo a los familiares de las personas residentes y otras personas usuarias del centro con un doble objetivo: ayudar a la conciliación de la vida social y laboral de las familias y, a la vez, posibilitar el acompañamiento personal y la participación en la residencia de las familias.
- Desarrollar un modelo organizativo y de funcionamiento centrado en la persona usuaria y orientado a una adaptación a sus necesidades cambiantes, estableciendo procedimientos para la evaluación, la planificación y la gestión de recursos y actuaciones orientados a la mejora continua de la calidad en la residencia.
- Es importante que la atención residencial garantice los principios básicos de funcionamiento y atención a las personas usuarias en condiciones de legalidad, equidad y eficiencia.