Con la finalidad de adaptar los cambios en el perfil de los adictos a las drogas a la atención sanitaria y colaborar en su normalización, expertos reunidos en VII Jornada de AMASPUB (Asociación de Titulados en Salud Pública de Cataluña) han debatido sobre la mayor participación del médico de familia y las nuevas pautas de tratamiento de sustitución como la buprenorfina.
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Los cambios en las pautas de consumo de drogas vinculados a mayor precocidad asociado al mayor nivel adquisitivo de los jóvenes y a la gran disponibilidad a las sustancias adictivas han logrado que se convierta en un problema multigeneracional. Con el objetivo de prevenir el consumo de drogas, retrasar la edad de inicio, reducir los efectos adversos de las drogas y su tratamiento y minimizar los daños asociados a la drogadicción con el mejor tratamiento disponible y una adecuada rehabilitación, expertos reunidos en VII Jornada de AMASPUB, bajo el título Drogodependencias. Una visión desde la Salud Pública, han insistido en que la clave es la modificación del modelo sanitario y farmacológico basado en los últimos avances biomédicos disponibles sobre la adicción.
Nuevo perfil de pacientes
Mayor número de adictos y cada vez más jóvenes; consumo de múltiples sustancias adictivas a la vez (heroína más cocaína, crack junto con heroína fumada y otras múltiples combinaciones buscando efectos complementarios); mayor consumo de cocaína; auge de la heroína a través de nuevas vías de administración -de forma inhalada, fumada y esnifada-. Éstas son las características de los pacientes atendidos por adicción, problema que ha aumentado de forma exponencial en España en los últimos años, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo.
El tratamiento con buprenorfina es cómodo, seguro y bien aceptado por los pacientes además de mejorar su calidad de vida y el estado general de salud
En este sentido, los expertos abogan por un enfoque multidisciplinar en el tratamiento: médico, social y psicológico. Con ello pretenden que la atención al paciente drogodependiente se normalice, ajustándose a los nuevos consumos, a los nuevos consumidores y a la sociedad de la que forman parte. Para Josep Mª Pons, presidente de AMASPUB, la clave está en «incrementar el trabajo interdepartamental e intersectorial, aunando esfuerzos y optimizando los recursos de diferentes departamentos, como el de Salud, Educación y Trabajo». Pese a ello, insiste en que es básica la prevención para conseguir que disminuyan los nuevos casos de drogodependencia.
Tratamiento alternativo a la metadona
Durante las X Jornadas de la Federación de Asociaciones de Salud Pública (FAASP), celebradas recientemente en Madrid, los expertos debatieron también el papel de las nuevas terapias alternativas al uso de la metadona para el tratamiento de la dependencia a opiáceos. Los especialistas creen que es indispensable modificar las pautas asistenciales y dar mayor auge a la Atención Primaria y los Servicios públicos de Salud Mental debido al cambio en el perfil del paciente.
El tratamiento alternativo con buprenorfina podría superar las limitaciones de la metadona con mayor tasa de seguridad. La buprenorfina pertenece al grupo de los opiáceos y fue comercializada en sus inicios como fármaco analgésico. Desde 2001 se utiliza en algunos países para el tratamiento de la adicción de otros opiáceos como la morfina y la heroína. Un estudio realizado en la Comunidad andaluza revela que el tratamiento sustitutivo con buprenorfina es cómodo, seguro y bien aceptado por los pacientes. Además, mejora su calidad de vida y estado general de salud. En Francia, tras la incorporación de la buprenorfina a través de un sistema de dispensación en oficinas de farmacia se duplicó el número de pacientes en tratamiento y se redujo en más de un 80% los casos de muerte por sobredosis.
Anteriormente, en 2003, un estudio realizado por investigadores suecos del Huddinge University Hospital de Estocolmo y publicado The Lancet, revelaba la superioridad del fármaco comparado a un placebo, con una tasa de desintoxicación de la heroína del 70% al cabo de un año. En cambio, en el grupo control, todos los participantes abandonaron el tratamiento a los dos primeros meses y volvieron a consumir heroína. Además, un 20% de pacientes del grupo tratado con placebo falleció después de abandonar el estudio mientras que la totalidad de los tratados con buprenorfina seguían vivos después de un año.
Imagen: Marinka van Holten
Los jóvenes se inician mucho antes en el mundo de las drogas y, además, las consumen de manera combinada. Según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo se estima que aproximadamente cada año, más de 20.000 personas fallecen de forma prematura y más de 4.000 ingresan en los hospitales españoles por psicosis debidas al consumo combinado de alcohol y drogas.
Los expertos avisan que, actualmente, comparado con datos epidemiológicos extraídos de la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria y del último estudio del Plan Nacional sobre Drogas (2005), la edad de inicio se presenta con un adelanto de dos años. Al mismo tiempo, la tendencia entre los jóvenes es el consumo de una combinación de distintas sustancias, entre las más frecuentes: alcohol, tabaco y estimulantes. Lo más preocupante para los especialistas es que las tasas de consumo de determinadas sustancias como la cocaína se han duplicado, con una tasa de prevalencia para el grupo de edad entre 15 y 64 años del 2%.