Para que abrir los mejillones no se convierta en una ardua tarea, ya desde el momento de comprarlos se deben tener en cuenta varios consejos. Los moluscos tienen que estar cerrados en el momento de adquirirlos y se deben desechar si están rotos o abiertos.
Ya en casa, el primer paso consiste en raspar y frotar los mejillones con un cepillo o un estropajo para eliminar los restos adheridos a las conchas. Antes de cocinarlos, además, se lavarán, así como se retirarán los filamentos que sobresalgan de sus valvas con ayuda de un cuchillo.
En cuanto a la cocción que irá abriendo los mejillones paulatinamente, hay que tener en cuenta que este proceso no debe alargarse en exceso, pues se endurecerían. Pueden cocerse, o bien de manera tradicional, en una cazuela al vapor con un poco de vino blanco, o bien en el microondas si hay poca cantidad.
Cocción tradicional
Para abrir los mejillones, ya desde el momento de comprarlos se deben tener en cuenta varios consejos
En una cazuela se introducen, con un vaso de vino blanco, los mejillones lavados pero no escurridos del todo. Se tapa el recipiente y se cocinan a fuego muy suave para que se vayan abriendo soltando su jugo pero sin resecarse. De vez en cuando, y según se van abriendo, los vamos retirando uno a uno de la cazuela. Cuando acabe la cocción de todos ellos, se separan los jugos soltados, reservando por un lado los mejillones y por otro lado los jugos colados con el fin de evitar que sigan cocinándose en el jugo de cocción caliente.
Finalmente, se pasa por un colador de tela el caldo que hayan soltado, para evitar que éste se mezcle con trozos de conchas o con arenilla.
Cocción en el microondas
Para cocerlos en el microondas y también en su jugo, se colocan los mejillones, sin amontonar, en un recipiente apto para microondas tapado, y se cocinan a máxima potencia durante unos 3 minutos. Si después de este tiempo algunos moluscos no se hubieran abierto, se retiran los ya abiertos y se dejan cocinar los otros un minuto más. El resto de los pasos son los mismos que cuando se cuecen de forma tradicional. Así, se cuelan los jugos y se reservan los mejillones por otra parte.
Una vez abiertos pueden cocinarse con salsa de tomate casera y con un poco de guindilla. También pueden acompañarse con una salsa marinera y verde. Para estos acompañamientos se utilizarán los jugos colados para aligerar y dar un sabor más marinero al plato. Asimismo, los mejillones también pueden utilizarse para acompañar arroces, platos de pasta, entrantes y tapas como tartaletas, montaditos, ensaladillas, salpicones y hasta croquetas.