Nuevas formas de radioterapia contra el cáncer

El bombardeo de los tumores con haces de protones y de iones se introduce en el ámbito clínico en Europa
Por Malen Ruiz 27 de diciembre de 2007

Un porcentaje significativo de los pacientes de cáncer se puede beneficiar de la hadronterapia, la radioterapia con partículas distintas de los rayos X, que cuenta con varios proyectos a punto de empezar a funcionar en algunos países europeos. Para dentro de unos años, los expertos auguran que el tratamiento con protones e iones de carbono resultarán más beneficiosos en algunos tipos de tumores.

ImgImagen: Heidelberg University

La radioterapia es una forma de tratamiento de muchos tipos de cáncer muy aplicada en los países desarrollados. Los pacientes reciben fotones de alta energía, denominados rayos X, que destruyen las células cancerosas en instalaciones dedicadas a esta terapia dentro de los hospitales. Dentro de pocos años, para 2010, los expertos pronostican que a estas instalaciones se añadirán otras más espectaculares: aceleradores de partículas que producirán protones e iones de carbono, partículas que se ha demostrado que resultan más eficaces que los rayos X en determinados tipos de tumores.

De los datos experimentales obtenidos a través del tratamiento de centenares de pacientes, sobre todo, de Alemania y Japón, en los últimos 10 años se deduce que los iones de carbono son adecuados para controlar los tumores de crecimiento lento, que precisamente son los resistentes a los fotones (rayos X) y los protones, explican Ugo Amaldi y Gerhard Kraft, físicos promotores de la hadronterapia en Europa. La terapia de protones es, sin embargo, la más adecuada para tumores cercanos a órganos de riesgo que no pueden ser irradiados.

Haces de hadrones

Enlight reúne a instituciones de 20 países, entre ellos España, que a partir de 2008 iniciarán un nuevo proyecto de investigación

Los estudios detallados de pacientes potenciales indican que el 1% de los pacientes tratados con rayos X debería ser atendido con protones. Otro 11% se favorecería del tratamiento con protones, pero faltan estudios todavía para cuantificar en detalle este beneficio. Además, casi el 3% de los pacientes sometidos a rayos X se beneficiaría de la terapia de iones de carbono. «En conjunto, los haces de hadrones supondrían un mejor tratamiento para el 15% de los casi 20.000 pacientes por cada 10 millones de habitantes tratados con la radiación convencional», afirman los físicos citados en un artículo que publica ‘Vértices’, la revista del organismo público de investigación español Ciemat.

Austria, Francia, Alemania e Italia son los países europeos en los que se están construyendo ya centros de hadronterapia, como se les denomina, para el tratamiento del cáncer. Pero no son los únicos países interesados. La red europea Enlight (European Network for Light Ion Therapy o Red Europea para la Terapia con Iones Ligeros) reúne, en su segunda fase, a instituciones de 20 países, entre los que se encuentra España, que a partir de 2008 iniciarán un nuevo proyecto de investigación dentro del VII Programa Marco de I+D europeo.

Por parte española, además de instituciones científicas como el propio Ciemat, participan en el proyecto centros clínicos, como el Hospital General de Cataluña y el Hospital La Fe de Valencia, interesados en la aplicación próxima de esta nueva terapia.

Tamaño y coste elevado

Un obstáculo para su popularización es el elevado coste y tamaño de las instalaciones necesarias. En Europa el centro más avanzado es el Centro de Terapia de Iones de Heidelberg (HIT), que está empezando el tratamiento de pacientes. Construido por Siemens Medical Systems, consta de un sincrotrón (un anillo acelerador de partículas) que suministra los haces de partículas (dos horizontales y el primer pórtico giratorio que se construye en el mundo). Las camillas sobre las que se instalan los pacientes para someterse a la radiación van montadas sobre brazos.

En Italia se construye en Pave una instalación similar que empezará a funcionar en otoño de 2008. También se ha aprobado la construcción de otros dos centros similares, el primero en Austria (proyecto MedAustron), con una inversión de 120 millones de euros, y el segundo en Francia (proyecto Lyon Etoile). En Suecia están en proyecto dos centros, uno en Estocolmo para iones de carbono y otro en Uppsala para protones.

La iniciativa privada se ha unido en Alemania a estos planes, en su mayor parte públicos. Una cadena de 40 hospitales alemanes ha encargado una instalación de hadronterapia, que se está construyendo en Marburgo, que debe funcionar para 2010, fecha en la que se espera que esta nuevas formas de radioterapia se hayan consolidado en la clínica europea.

DE LA FÍSICA A LA MEDICINA

ImgImagen: Miroslav Kostic

La idea de hadronterapia se remonta a 1946, cuando Robert Wilson, físico y fundador del conocido centro de aceleradores Fermilab, en EE.UU., propuso la utilización de iones para el tratamiento del cáncer. Casi 10 años después fueron tratados los primeros 30 pacientes con protones en el Laboratorio Lawrence Berkeley. A finales de los años sesenta se realizaron estudios pioneros de esta técnica en el Laboratorio Europeo de Física Nuclear (CERN) junto a Ginebra y, a partir de los años noventa, el físico italiano Ugo Amaldi empezó una vigorosa campaña para desarrollar nuevos aceleradores para producir protones e iones, como centros de tratamiento médico.

En 1999, el CERN, el organismo GSI de Alemania, el MedAustron de Austria, Onkologie 2000 en la República Checa y la fundación Terapia con Radiazioni Hadroniche (TERA) en Italia se unieron para diseñar un sincrotrón de iones optimizado para aplicaciones médicas. La terapia con protones ha tardado mucho en despegar pero ya se aplica en EE.UU., Japón y algunos países europeos.

Desde 1946, se han tratado 50.000 pacientes con tumores de cabeza y cuello con buenos resultados, en las pocas decenas de centros existentes en el mundo y, en la actualidad, cinco empresas ofrecen centros ‘llave en mano’. La terapia con iones de carbono va más retrasada y es ahora, tras años de investigación y 3.000 pacientes tratados de manera experimental, cuando se aproxima su aplicación clínica. Se espera que unos 30.000 pacientes anuales afectados sobre todo por cáncer de páncreas y de piel se beneficien de ellas.

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