Trabajar con seguridad es primordial. Hasta la tarea más sencilla debe realizarse en condiciones óptimas para no sufrir un percance. Los accidentes domésticos son casi tan frecuentes como evitables. Basta poner en práctica unas medidas básicas de precaución.
El bricolaje doméstico requiere, como cualquier trabajo, seguridad. El hecho de emplear herramientas o realizar tareas a cierta altura implica un grado de riesgo. Las lesiones o caídas son los percances más frecuentes. Por ello, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo (INSHT) recomienda aplicar unas sencillas normas de seguridad en el hogar. Según reconoce, en este ámbito, la «familiaridad se trasforma en un factor de riesgo añadido».
Herramientas manuales
Destornilladores, alicates, martillo o taladro son herramientas de uso corriente en el hogar. Se emplean tanto en reparaciones sencillas como en trabajos que requieren una mayor precisión. Sin embargo, su uso en algunas viviendas es tan habitual, que induce a olvidar lo peligrosas que pueden ser. «Prueba de ello es que los accidentes ocasionados por las herramientas manuales son muy frecuentes y numerosos: cortes y golpes en las manos o en distintas partes del cuerpo, lesiones oculares, lesiones musculares por sobreesfuerzos o gestos violentos», destaca el INSHT.
La mayoría de los accidentes con herramientas se producen por emplear aparatos defectuosos, de mala calidad o mal diseñados, por utilizarlas de forma incorrecta, abandonarlas en lugares peligrosos y almacenarlas y transportarlas de manera insegura. Un aspecto importante que conviene estudiar al comprar cualquier herramienta es el modo de fijación de los mangos o asas, que no deben desprenderse con facilidad.
Hay que emplear cada herramienta para el uso al que está destinada y verificar su buen estado antes de utilizarla
Además, hay que emplear cada herramienta para el uso al que está destinada, verificar su buen estado de conservación antes de utilizarla y guardar los aparatos en cajas, maletas o bolsas, con los filos y las puntas protegidos para evitar cortes. Por último, no conviene almacenar las máquinas en lugares altos, ya que podrían deslizarse y caer.
Manipular peso
El transporte de cargas puede causar lesiones lumbares. Si no se realiza correctamente, es posible que la espalda se resienta al levantar o manipular peso. La Escuela de Espalda de CONSUMER EROSKI recomienda no intentar alzar un objeto muy pesado cuando se desconoce si se va a poder con él, acercar los pies al peso y colocarlos separados «para tener una mayor base y lograr un equilibrio estable».
En trabajos de albañilería es frecuente el empleo de sacos de cemento, ladrillos u otros materiales cuyo movimiento puede resultar pesado. Por ello, al manipular cargas, hay que precisar el punto o puntos de agarre más adecuados y alternar posturas y tareas para evitar sobrecargas musculares. Asimismo, hay que cuidar que los materiales no tengan aristas, bordes afilados o clavos que suponga un peligro durante su desplazamiento.
No hay que intentar levantar un objeto muy pesado cuando se desconoce si se va a poder con él
Finalmente, si la carga es muy pesada, se puede recurrir a carretillas o manipularla entre dos personas. En trabajos esporádicos de manipulación de cargas, un trabajador «sano y entrenado» puede llegar a cargar hasta 40 kilogramos. No obstante, según calcula el INSHT, el peso máximo recomendado para la mayoría es de 15 kilogramos.
En los trabajos de altura hay que extremar aún más las precauciones ante el riesgo de caída. Antes de subir, hay que analizar todos los peligros y contar con el equipo necesario de seguridad. La prevención es fundamental antes, durante y después de acceder al tejado. Aunque los tejados horizontales puedan parecer más seguros, no hay que fiarse. El tropiezo con una teja o la fragilidad de la estructura son factores de riesgo.
Antes de subir, hay que analizar todos los peligros y contar con el equipo necesario de seguridad
Respecto al material, es imprescindible colocarlo de manera que no caiga al vacío o pueda lesionar a quien está trabajando. También hay que evitar el transporte de cargas pesadas cuando se está en el tejado y, sobre todo, cuando sopla el viento.