En el caso de España, el 87,1 % de la población de entre 16 y 74 años utiliza Internet a diario, según la ‘Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación (TIC) en los hogares’ en el año 2022, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De estas personas, el 63,2 % participa activamente en las redes sociales y más del 90 % emplea aplicaciones de mensajería instantánea.
Los españoles pasan cerca de siete horas conectados a Internet, buscando información (un 61 % del tiempo), contactando con familiares y amigos (55,2 %) y utilizando servicios de streaming (51,5 %), entre otras actividades. Y aunque Internet es un abanico de posibilidades y una gran oportunidad para nutrir el conocimiento y entretenerse, en algunas cuestiones puede llegar a resultar peligroso, como lo es el ámbito de la salud. Tanto es así que casi el 30 % de los españoles no confía nada en la seguridad de la Red.
Información sobre tecnologías para la salud
Por lo que respecta a la búsqueda de información sobre salud, tan solo en el último año, el 65 % de los españoles navegó por Internet. En concreto, las personas con diabetes, un colectivo que supone ya el 14 % de la población y que podría llegar en nuestro país al 50 % en 2050, recurren a Internet y las redes sociales para obtener información relacionada con su patología, ante la falta de atención especializada en sus centros de salud.
Por otra parte, el 9,8 % de los españoles utiliza dispositivos para la salud y la atención médica. Este porcentaje, en el hipotético caso de ser exclusivo de personas con diabetes, no alcanza a cubrir la totalidad del colectivo en España, que es del 14 %.
Las nuevas tecnologías para la diabetes son unas herramientas muy útiles para los pacientes, ya que facilitan el control y la gestión de la patología. No obstante, los pacientes con diabetes tipo 2, que no suelen ser nativos digitales, encuentran normalmente dificultades en su uso, fruto de la falta de educación diabetológica y la formación específica en esta materia.
Hasta ahora, las redes sociales y la información disponible en Internet han cubierto de manera parcial las necesidades y la falta de información relativa al funcionamiento de estos dispositivos. Sin embargo, y aunque esta formación basada en testimonios de otras personas resulta de gran apoyo para los pacientes con diabetes, todavía hay una enorme ausencia de fuentes que aporten unos datos que vayan más allá de la experiencia personal.
Por eso, desde la Administración Pública no solo debe favorecerse la investigación y el desarrollo de estas tecnologías, sino también mejorar el acceso a información fiable y adaptada a los pacientes, aprovechando las posibilidades que ofrece Internet en cuanto a alcance y personalización de los contenidos.
La importancia de implicarse en diabetes
La Federación Española de Diabetes (FEDE), en su lucha por los derechos del colectivo al que representa, lleva a cabo diversas campañas sustentadas en las redes sociales. Un ejemplo de esto es la campaña ‘Implica2 en diabetes‘, que desde marzo de 2022 tiene como objetivo dar visibilidad a la patología y reflejar la rutina de quienes la padecen.
Durante casi un año, cientos de usuarios han contado sus experiencias en diabetes utilizando el hashtag #Implica2DM2. Así han creado una comunidad en la que se favorece la difusión de información sobre la patología, compartida por los propios pacientes, quienes muestran al mundo su realidad y cómo superan día tras día cualquier posible limitación. Esto lo hacen a través de las numerosas acciones llevadas a cabo por FEDE dentro de esta iniciativa, como webinars, podcasts, directos de Instagram y debates en Twitter.
Con esta campaña, FEDE ha apoyado el papel de las redes sociales como una fuente más de educación diabetológica, impulsando los testimonios personales de pacientes e incluyendo en sus actividades a profesionales sanitarios especialmente formados en la patología, que puedan dar la perspectiva desde un ámbito más científico y médico.