Factores que influyen en el desarrollo del habla
Cada niño tiene sus propios tiempos y ritmos de aprendizaje. Y no solo para gatear o andar, aunque el tummy time (tiempo boca abajo) siempre ayuda. También ocurre en otro aspecto muy importante del desarrollo del bebé: el lenguaje hablado. Hay peques muy precoces a la hora de pronunciar sus primeras palabras, y otros, que tardan hasta un par de años para hacerse oír.
Son muchos los factores que incluyen en los inicios del lenguaje verbal. Tienen que ver algunos tan determinantes como la herencia genética, la familia, el ambiente social del bebé y si es escolarizado o no. Por supuesto, contribuyen a un lenguaje normal del peque aspectos biológicos como una audición, articulación de las palabras y función intelectual normales. El abuso del chupete y del biberón pueden perjudicar este desarrollo, ya que la masticación, la succión y la deglución ayudan al progreso del habla.
Pero, además, en los primeros meses de vida, es fundamental una exposición adecuada al lenguaje oral. De ahí que resulte vital estimular el habla del bebé, con el uso de lecturas (al leer los mismos cuentos aumenta su vocabulario), juegos y canciones por parte de todas las personas implicadas en su educación. Hasta dirigirse a los niños con voz infantilizada (en un tono más alto y cantarín) es conveniente para fomentar el habla, tal y como sostiene este estudio reciente.
A qué edad comienza a hablar un bebé
A pesar de que cada hijo evoluciona de diferente manera, en general, a determinadas edades son capaces de emitir ruidos y sonidos, pronunciar palabras y hasta hacer frases completamente entendibles. Según expertos logopedas y pediatras, estos son los principales hitos del desarrollo del lenguaje por edades con los que podrás saber cuáles son las primeras palabras del bebé, cuándo empieza a decir mamá, cuál es la edad máxima para que hable o cuándo hablará bien.
⭐ Primer año
- De 0 a 2 meses: a los sonidos vocálicos “a” y “e” que pronuncia a finales del primer mes, se le unen los guturales como “e-je” o “ek-je”, precursores del popular “ajo” (gorjeo).
- De 3 a 4 meses: el peque responde a sonidos con esos arrullos más largos (15-20 segundos) y manifiesta su placer con expresiones como “gaga” o su disgusto mediante consonantes nasalizadas como “nga”.
- De 5 a 6 meses: el balbuceo lingüístico ya es una realidad, pues el bebé repite sonidos que produce él mismo, jugando a hacer gorjeos de sus cuerdas vocales, y comienza a imitar al adulto. Ya introduce el resto de vocales y, como explica el especialista Pablo Félix Castañeda en su libro ‘El lenguaje verbal del niño’, empieza con las consonantes: labiales (p, m, b), dentales (d, t) y velopalatales (g, j).
- De 7 a 8 meses: aunque no entienda su significado, el niño empieza a decir pa-pa, ma-ma, da-da y el balbuceo imitativo es destacado. El intercambio vocal que realizan madre e hijo (contesta cuando le habla, parlotea) se puede considerar como el primer paso hacia la conversación.
- De 9 a 10 meses: el bebé muestra interés por imitar sonidos y comunicarse, y hasta comienza a hacerse entender vocalizando y a la vez señalando lo que quiere. Le encanta repetir sílabas conocidas y se gira al oír su nombre.
- De 11 a 12 meses: comprende varias palabras, por lo que sabe el significado de órdenes simples como “no”, “a dormir” o “ven”. Articula sus primeras palabras con sentido (mamá, papá, caca, tata) y reproduce las del adulto simplificándolas (“topa”, en vez de sopa; o “aba”, para decir “mamá, dame agua”). Su vocabulario no pasa de la media docena de palabras.
⭐ Entre los 12 y 18 meses
El niño entiende cada vez más palabras sencillas y familiares, por lo que puede responder a preguntas simples de forma no verbal. Amplía su vocabulario a unas 15-20 palabras, aunque es normal que no las pronuncie del todo bien. A esta edad es capaz de usar una palabra con varios significados y de llamar la atención de los demás utilizando palabras. Todavía no hace frases, pero sí que combina expresiones de dos palabras (mamá, tete).
⭐ De los 18 a los 24 meses
A los dos años el peque ya usa unas 50 palabras, pero entiende en torno a 300. Combina hasta tres de ellas para hacer una oración simple, y para ello no duda en utilizar sustantivos (gato, móvil, nene, ojo), verbos (jugar, comer), adjetivos (bonito) y adverbios (más). Por ejemplo: quiero más cuento. Pronombres como “yo” o “tú” y los posesivos “mi” o “mío” los tiene muy interiorizados.
⭐ De 2 a 3 años
El lenguaje se desarrolla mucho en esta etapa, tanto que se puede entender gran parte de lo que habla sin ser de su círculo cercano. Sabe de 300 a 900 palabras y utiliza de tres a cinco palabras en sus frases. Los verbos haber y ser ya entran en su vocabulario, así como diferentes formas verbales, el artículo determinado y los plurales.
⭐ A partir de los 3 años
En la edad del “¿por qué?”, el niño ya habla bien: su lenguaje es comprensible para cualquier persona, a pesar de que puede que no pronuncie de forma correcta algunos sonidos aún difíciles como l, r, s, ch, y, v o z. Expresa ideas y sentimientos usando frases cortas, pero su vocabulario lo componen más de mil palabras. También emplea el gerundio en los verbos.
A los 4 años ya habla más claro y a los 5-6 ya tiene la base del lenguaje del adulto.
Cuándo preocuparse si un niño no habla
Desde una perspectiva evolutiva, el desarrollo del lenguaje se consolida en torno a los 5-6 años de vida. Pero el retraso en el habla es una realidad: uno de cada cinco niños aprende a hablar más tarde que otros niños de su edad. Por lo que no es tan extraño que un bebé de 15-18 meses no hable todavía o que nos preguntemos “¿por qué mi hijo de 2 años no habla?”.
Y a veces es difícil diferenciar entre lo que es normal, y es por inmadurez en el desarrollo, de un problema (alteración de la boca, pérdida de audición, trastorno del lenguaje, autismo…). De ahí que la importancia de la valoración de un especialista para que el peque pueda ser diagnosticado y tratado de forma temprana.
Ten en cuenta las siguientes señales de alerta en el desarrollo del lenguaje por edades que se recoge en el seminario ‘Trastornos del lenguaje y la comunicación’ del Congreso de Actualización Pediatría 2019 de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap):
- Menos de 1 año: no imita o produce sonidos (4 meses), no balbucea (8 meses)…
- Entre 1 y 2 años: apenas balbucea o si lo hace hay poca variación de sonidos, prefiere usar gestos en lugar de palabras o vocalizaciones, no utiliza expresiones de dos palabras a los dos años…
- Entre 2 y 3 años: ausencia de palabras simples, empleo de menos de cuatro o cinco consonantes, inteligibilidad de la mayor parte de sus producciones, ausencia de combinación de dos palabras, repite todo lo que dice…
- Entre 3 y 4 años: habla ininteligible fuera de su contexto natural, no imita sílabas, tiene dificultad para emitir frases de dos elementos, no usa de adjetivos o pronombres, no realiza preguntas del tipo ¿qué? o ¿dónde?, es incapaz para expresar lo que está haciendo, no pronuncia la sílaba o la letra final de las palabras, le cuesta encontrar la palabra adecuada para expresar sus ideas (confusión en vocabularios de la misma familia “cuchara-cuchillo, silla-mesa”)…
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