✅ A los 25 años comenzamos a perder colágeno
Verdadero. El cuerpo nunca deja de producir colágeno, pero a partir de esa edad lo hace en menor cantidad. Se calcula que a partir de los 25 años se pierde un 1 % al año. Esta pérdida se acelera de manera natural a partir de los 45 años, llegando a reducirse un 35 % a partir de los 60 años.
❌ La edad es lo único que lo deteriora
Falso. Además de la edad, si no nos cuidamos podemos perder colágeno a un ritmo más acelerado. La producción cae más rápido debido a la exposición excesiva al sol, el tabaquismo, el exceso de alcohol y, en menor medida, la falta de sueño y ejercicio. Estos factores ambientales dañan las fibras de colágeno en las personas más jóvenes, reduciendo su grosor y resistencia, lo que provoca, por ejemplo, la aparición de las arrugas en la superficie de la piel.
✅ El cuerpo puede fabricar colágeno en exceso
Verdadero. Tres de cada 10.000 personas, en su mayoría mujeres, padece una enfermedad autoinmune llamada esclerodermia, que se produce por una acumulación del colágeno que su cuerpo genera en exceso. Este excedente provoca un endurecimiento, engrosamiento y rigidez de la piel, pero en los casos más severos puede llegar a afectar a los vasos sanguíneos y hasta a los órganos internos, con daños renales, pulmonares y cardiovasculares. No se sabe exactamente la causa, aunque todo indica que se debe a una respuesta anormal del sistema inmune.
✅ Los deportistas de élite sufren mayores pérdidas
Verdadero. El colágeno representa el 95 % de la composición de los cartílagos en las articulaciones, por lo que cuanto más colágeno haya en ellas, menos posibilidades habrá de desarrollar artrosis. El deporte tiene muchos beneficios para la salud, sobre todo para las articulaciones, pero los deportistas de élite llevan su cuerpo al límite y su desgaste articular, muscular y óseo se acelera. Se calcula que un 30 % de los deportistas de élite sufren artrosis.
❌ Tomar alimentos con colágeno ayuda a producir más
Falso. Comer alimentos que son fuente natural de colágeno, como huesos de animales o las partes duras y gelatinosas de la carne, no aumenta nuestra producción de esta proteína. Al ingerir colágeno, este llega a nuestro estómago, donde se descompone en aminoácidos, que el organismo utiliza para diferentes funciones, no necesariamente para la producción de más colágeno.
Lo que realmente ayuda a aumentar el colágeno es incorporar a nuestra dieta aquellos aminoácidos que intervienen en su producción. Estamos hablando de una dieta saludable que incluya alimentos ricos en glicina, prolina e hidroxiprolina. Es decir, pescado, carne, huevos, lácteos, legumbres y soja. La producción de colágeno también requiere nutrientes como el zinc, que se encuentra en mariscos, legumbres, carnes, frutos secos, semillas o cereales integrales. Y vitamina C, presente en cítricos, frutos rojos, verduras de hoja verde, pimientos o tomates.
❌ Las cremas con colágeno reducen las arrugas
Falso. El colágeno es una proteína que se encuentra de forma natural en el tejido conjuntivo, cuya función es rellenar los espacios que quedan entre otros tejidos y los órganos, sirviendo así de sostén a todo el organismo. Además, al trabajar junto con otra proteína llamada elastina, aporta firmeza y elasticidad a la piel. Pero la ciencia ha demostrado que es imposible que la cosmética de uso tópico a base de colágeno pueda absorberse, ya que la molécula de colágeno es demasiado grande para penetrar en la superficie de la piel cuando lo aplicamos en forma de cremas.
❌ Los suplementos mejoran la piel y el dolor articular
Falso. Las investigaciones sobre la efectividad de los suplementos de colágeno se centran en su efecto para devolver la elasticidad de la piel y para disminuir el dolor de las articulaciones en casos de artrosis. Sin embargo, en Europa, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha aprobado las alegaciones de salud que se pedían para el colágeno, argumentando que no hay evidencias científicas que relacionen su consumo con estas propiedades saludables.
✅ El colágeno hidrolizado tampoco funciona
Verdadero. Tras quedar demostrado que las cremas con colágeno no funcionan, la industria de los suplementos apostó por el colágeno soluble o hidrolizado, que al descomponerse en fragmentos más pequeños es de más fácil absorción. Esta forma de comercialización permite, además, poder disolver el polvo de colágeno en bebidas.
Pero al igual que sucede con los alimentos, cualquier proteína que comamos, al llegar al estómago, se degrada en sus correspondientes aminoácidos libres, que luego el organismo destinará a demanda hacia aquellas áreas donde más se necesiten. Es decir, que la proteína inicial, el colágeno en este caso, una vez digerida, deja de servir para su función original. Esos aminoácidos no tienen memoria, no recordarán que una vez formaron parte de una molécula de colágeno y que lo tomamos, por ejemplo, para quitar el dolor en las rodillas.