¿Se puede elegir el sexo del bebé en España?
Seleccionar el sexo del futuro hijo es científicamente posible, pero también una cuestión que presenta dilemas éticos. Por eso en nuestro país se puede escoger el sexo del bebé, pero no por deseo personal o por compensación familiar o family balancing (“tengo tres niños y quiero una niña, no cuarto niño”, por ejemplo). Solo se permite cuando existe un motivo médico que lo justifique. Y no cualquiera. Lo estipula la Ley de Reproducción Asistida Humana 14/2006, la misma que prohíbe la gestación subrogada en España.
En su artículo 12.1, señala que los centros autorizados podrán practicar técnicas de diagnóstico preimplantacional en dos supuestos:
- La detección de enfermedades hereditarias “graves, de aparición precoz y no susceptibles de tratamiento curativo posnatal con arreglo a los conocimientos científicos actuales, con objeto de llevar a cabo la selección embrionaria de los preembriones no afectos para su transferencia”.
- La detección de “otras alteraciones que puedan comprometer la viabilidad del preembrión”.
Además, en el artículo 26 se considera la selección del sexo o la manipulación genética con fines no terapéuticos o no autorizados como una “infracción muy grave”, que conllevaría una sanción desde 10.001 euros hasta un millón de euros, como se fija en el 27.
Por lo tanto, en España solo se permite elegir el sexo del bebé para evitar una enfermedad genética relacionada con los cromosomas sexuales, en la que si nace un hijo de un sexo determinado puede vivir con normalidad, pero si nace del otro sexo, puede presentar una afección que hasta puede llegar a ser mortal.
Entonces, si en una familia hay antecedentes de alguna patología grave ligada al sexo, como puede ser la distrofia muscular de Duchenne, el síndrome X frágil o la hemofilia, por ejemplo, los padres podrán iniciar el tratamiento para elegir el sexo de su futuro hijo. Pero antes deberán contar con autorización de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida.
➡️ Elegir el sexo del futuro bebé fuera de España
Como en España hay otros muchos países donde la legislación posibilita elegir el sexo del bebé por motivos terapéuticos. En la misma situación se encuentran Reino Unido, Italia, Australia o Canadá, por ejemplo.
Pero, en otros, esta selección puede llevarse a cabo por el mero deseo personal o de la pareja. Chipre, Bélgica, Ucrania, República Checa, México y, por supuesto, en la mayoría de los estados de EE. UU.
¿Cómo se puede elegir el sexo del bebé?
🔴 Diagnóstico genético preimplantacional (DGP)
En nuestro país solo se puede seleccionar el sexo del futuro hijo mediante el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), que se ofrece a las parejas con riesgo elevado para la transmisión de anomalías genéticas a sus hijos.
Para poder llevar a cabo este diagnóstico, antes la mujer se debe someter a un tratamiento de fecundación in vitro con el fin de lograr los embriones necesarios. Una vez obtenidos, en torno al tercero o quinto día de desarrollo del embrión, se extraen varias células y se estudian sus cromosomas. De este modo, se puede analizar la presencia de alteraciones cromosómicas y genéticas (si están todos o no o si le sobran trozos grandes) y observar si el embrión tiene dos cromosomas X (mujer) o, en cambio, un cromosoma X y otro Y (hombre).
Después de hacer este análisis genético y valorar la calidad de los embriones, los seleccionados pasan a transferirse a la madre, con el fin de seguir el embarazo, ya sabiendo si su bebé será niño o niña.
🔴 Otras formas de conseguir un determinado sexo para el bebé
No siempre es necesario crear embriones para elegir el sexo del fututo bebé. Hay otras técnicas para seleccionar los espermatozoides con cromosoma X o Y, dependiendo el sexo deseado, y después inyectarlos en el óvulo (inseminación artificial). Pero no son muy eficaces (tan solo aumentan las probabilidades de concebir una niña o un niño) y apenas se recurre a ellas o están probándose.
- Método que clasifica los espermatozoides según su densidad
Esta técnica, cuya eficacia ronda el 80 %, se ha conocido en fechas recientes en un estudio publicado en Plos One y ha sido ideada por un equipo de investigadores de Medicina Reproductiva de la Universidad de Medicina Weill Cornell de Nueva York (EE. UU.) liderado por Gianpiero D. Palermo, al que se le atribute el descubrimiento del ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides). El método “seguro, eficiente, barato y ético”, según los científicos que han estudiado a 1.317 parejas, consiste en clasificar los espermatozoides dependiendo de su densidad. Al parecer, los que contienen un cromosoma X tienen un peso ligeramente más alto que los que contienen el Y (masculinos).
- Método Ericsson
Esta técnica, patentada en 1969, se fija en la rapidez de nado de los espermatozoides. Debido a la carga de ADN de los espermatozoides, se dice que los portadores del cromosoma Y son más ligeros y rápidos, mientras que los del cromosoma X, mucho más lentos. Con una modificación en el protocolo de capacitación del semen en el laboratorio, se eligen los espermatozoides del sexo deseado y se insemina con ellos a la mujer. El porcentaje de éxito está en alrededor del 75 %.
- Técnica Microsort
Con ayuda de un citómetro de flujo, se mide la cantidad de material genético en los espermatozoides previamente teñidos con una tintura que se adhiere al ADN. El cromosoma Y es mucho más pequeño que el X, por lo que el espermatozoide masculino tiene un 2,8 % menos de ADN que el femenino. Gracias a esta tecnología de microclasificación, se pueden identificar y así escoger el sexo deseado con una tasa de éxito de entre el 70 % y el 80 %. No fue aprobado para uso clínico por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA).