💧 La saliva influye en la percepción de los aromas
La composición y la cantidad de saliva es diferente en cada persona y esto influye en la percepción de los aromas. Un estudio de 2019, liderado por María Ángeles Pozo-Bayón investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), mostró que las personas con mayor flujo salivar perciben una mayor intensidad aromática al catar un vino.
La investigación se centró en cuatro descriptores frutales: piña, plátano, fresa y ciruela pasa. Estos aromas, relacionados con los ésteres de cadena corta del vino, son percibidos por la región olfativa de forma diferente en cada persona tras pasar por la saliva. Así, la saliva es capaz de despertar nuestros sentidos e incluso de modificar el sabor de lo que vamos a ingerir.
💧 Qué es el síndrome de la boca seca
La cantidad de saliva, que varía entre las personas, es un factor muy importante. En ocasiones, las glándulas salivales segregan menos líquido del adecuado. Cuando disminuye la cantidad de saliva, hablamos de hiposalivación. A esta alteración se le conoce con el nombre de xerostomía o síndrome de la boca seca y puede producirse por varios motivos.
🔸 ¿Qué provoca tener la boca seca?
La ansiedad, el estrés, el consumo de determinados fármacos y la deshidratación suelen ser sus causas más comunes, aunque también puede tener relación con algunas enfermedades o tratamientos médicos.
🔸 ¿Es grave?
La xerostomía no es un problema de salud grave, pero sí es molesto. La reducción de saliva puede ocasionar más riesgos de caries. También puede aumentar el mal aliento, padecer mayor riesgo de infecciones periodontales y más dolor bucal, debido a la sequedad de las mucosas.
🔸 ¿Cómo se puede prevenir?
Existen algunos trucos sencillos para prevenir la xerostomía. Uno de ellos es estimular la producción de saliva masticando chicles sin azúcar. Los colutorios sin alcohol mejoran la flora oral y beber agua a pequeños sorbos con frecuencia ayuda a rehidratar la boca. En cualquier caso, es aconsejable consultar al odontólogo ante la mínima duda.
💧 La saliva puede transmitir enfermedades
Como cualquier otro fluido humano, la saliva es una vía para transmitir virus, bacterias u hongos. Estos microorganismos utilizan esta secreción natural como medio de cultivo para pasar a las mucosas y, más adelante, a la sangre.
🦠 Enfermedad periodontal
Una de las dolencias relacionadas directamente con la saliva es la enfermedad periodontal. Quienes la sufren presentan mayor nivel de mucina, una proteína salival. También se ha comprobado un aumento del pH salival (menos ácido) en pacientes con enfermedad periodontal.
“Las personas que viven juntas al menos 10 años y tienen múltiples contactos a través de la saliva, pueden llegar a compartir un perfil bacteriano común. Pero esto no significa que necesariamente se transmita la enfermedad entre ellas, porque hay diversos factores que hacen que algunas sean más susceptibles a contagiarse”, apunta el presidente del Consejo General de Dentistas de España, el odontólogo Óscar Castro.
🦠 Mononucleosis infecciosa
Otra de las dolencias que se propaga a través de la saliva es la mononucleosis infecciosa, conocida como la enfermedad del beso. Suele estar relacionada con el virus de Epstein-Barr y, en la mayoría de casos, se cura por sí sola en dos o tres semanas. La mayor incidencia se encuentra entre los menores de 4 y 12 años, y se transmite sobre todo por las secreciones orales, mediante besos o intercambio de saliva. Es decir, mediante un contacto personal estrecho.
💧 El papel de la saliva como transmisora de microbios
Un reciente macroestudio publicado en la revista ‘Nature‘ revela que la saliva puede ayudar a contagiar determinadas enfermedades consideradas como no transmisibles, como el cáncer, la diabetes o la obesidad. Este descubrimiento se basa en el análisis de muestras de saliva de personas que conviven en el mismo hogar. Dos convivientes comparten el 12 % de las cepas de sus intestinos y hasta el 32 % de su boca, incluidas bacterias asociadas a algunas dolencias graves. Los investigadores han puesto el foco en más de 800 especies de bacterias, identificando las cepas ultraespecíficas de cada persona. El estudio es revolucionario porque sugiere que las enfermedades no transmisibles son potencialmente contagiosas a través del microbioma.
Otro estudio del Centro de Regulación Genómica de Barcelona va en la misma línea. Tras analizar el microbioma oral de 1.648 españoles entre los 7 y los 85 años, reveló que estos microorganismos varían de manera significativa con la edad. También detectaron cambios importantes en el microbioma oral vinculados a enfermedades crónicas, como la fibrosis quística, y a estilo de vida, como el tabaquismo.