¿El café con limón puede ayudar a perder peso?
En las redes sociales se ha puesto de moda el café con limón como un “truco infalible” para bajar de peso, pero estamos de nuevo ante un reclamo que solo pretende atraer atención y seguidores con un mensaje sencillo que promete resolver un problema complejo y multifactorial. No hay ninguna base científica que sustente la eficacia de esta combinación de alimentos y, de hecho, ningún alimento por sí mismo actúa como adelgazante.
Tampoco es cierto que cualquiera de estos dos productos por separado pueda tener este efecto. Si bien ha habido investigaciones científicas que apuntan a que la cafeína puede incrementar la tasa metabólica basal, es decir, la cantidad de energía que gastamos simplemente para mantenernos vivos, y aumentar el uso de la grasa como fuente de energía, este efecto es pequeño y no tiene relevancia real sobre el peso corporal. En cuanto al limón, persisten creencias erróneas y totalmente infundadas sobre sus propiedades como “desintoxicante” o “quemagrasas”. Los consejos sobre el café con limón para adelgazar son solo una suma de mitos y mala ciencia.
¿Las uvas rojas tienen más oxidantes que las verdes?
Sí. El color oscuro de las uvas rojas es una pista de su contenido en antocianinas, unos pigmentos de la familia de los flavonoides cuyo color va del rojo al púrpura. Por su actividad antioxidante se consideran compuestos bioactivos, es decir, sustancias que aparecen en los alimentos en pequeñas cantidades y pueden producir beneficios en la salud.
¿Por qué la cebolla cruda repite más?
Este bulbo y otros vegetales del género Allium, como el ajo, son ricos en compuestos organosulfurados. Estas sustancias que contienen azufre se liberan al masticar y con la digestión, y pueden ser expulsadas en forma de gases, produciendo esa sensación de que repiten. Pero son sensibles a la temperatura, así que disminuyen durante el cocinado y, por eso, la cebolla y el ajo cocidos se toleran mejor.
¿Qué hay detrás de nuestro gusto por el dulce?
Un estudio del Instituto Max Planck de Investigación del Metabolismo de Colonia (Alemania) ha encontrado que la exposición repetida a alimentos ricos en grasa y azúcares genera adaptaciones neuroconductuales que alteran nuestras preferencias alimentarias. De esta forma se reduce nuestra apetencia por alimentos saludables, por lo que puede incrementar el riesgo de sobrepeso y obesidad.
¿Se puede ser alérgico a las especias?
Sí. El último informe de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recoge que son la causa de entre el 0,6 % y el 1,6 % de las alergias alimentarias. Aunque solo algunas, como la mostaza o las semillas de apio, son de declaración obligatoria en el etiquetado, el anís, el cilantro, el comino, el hinojo o el perejil, entre otras, también pueden desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles.
Además, puede darse reactividad cruzada entre distintas especias y también con pólenes, semillas o frutos secos. Esto quiere decir que si una persona tiene alergia a una especia, se puede desencadenar la reacción también cuando ingiere otros alimentos o se expone al polen de algunas plantas y viceversa, debido a que tienen estructuras químicas similares.
¿Cómo se puede reducir el riesgo de alergias alimentarias en niños?
Las alergias alimentarias son reacciones exageradas del sistema inmunitario ante la ingesta de un alimento al que reconoce erróneamente como una amenaza, y pueden tener efectos muy graves. Los alimentos que más alergias infantiles causan son de consumo habitual (leche, huevo, trigo, cacahuetes y frutos secos), lo que complica su manejo, porque pueden estar presentes como ingredientes o contaminar los platos.
Algunas pautas pueden ayudar a prevenir la aparición de alergias, algo especialmente importante si algún familiar directo ya las padece, porque la probabilidad de que el bebé las desarrolle es mayor. Por ejemplo, la lactancia materna exclusiva ejerce un efecto protector.
Además, en contra de lo que se creía, retrasar la introducción de los alimentos potencialmente alergénicos puede aumentar el riesgo, por lo que la Academia Americana de Pediatría recomienda que no se posponga su incorporación, siempre respetando los calendarios de introducción de alimentos de los bebés. Además, tampoco hay evidencia de que restringir la dieta de la madre durante el embarazo o en la lactancia sea eficaz.
Judías verdes: ¿hortalizas o legumbres?
Botánicamente son leguminosas, plantas cuyo fruto es una vaina con semillas. Desde el punto de vista legal, algunas normas las consideran legumbres verdes y otras las categorizan como hortalizas, que es la misma consideración que tienen gastronómicamente hablando. Tras su secado pasan a ser legumbres. Nutricionalmente, las judías verdes son más parecidas a las verduras, aunque por su carácter de leguminosa tienen un contenido en proteína superior que se multiplica cuando se consumen secas, al tener sus nutrientes más concentrados.