¿Qué es el tono muscular?
Antes de todo, ¿qué es el tono muscular? La Real Academia Nacional de Medicina de España lo define como “la contracción parcial y permanente del músculo, que depende de la activación continua del reflejo miotático —respuesta automática e involuntaria del sistema nervioso ante el estiramiento repentino de un músculo— y que se puede incrementar con la activación del reflejo de estiramiento”. Y añade que esta tensión o resistencia de los músculos en estado de reposo “resulta imprescindible para el mantenimiento de la postura”, así como a la estabilidad articular y la capacidad de respuesta ante cambios en la posición del cuerpo. Es decir, en el tono muscular influyen el sistema nervioso y el estado de los propios músculos.
Por eso, en el caso de los bebés, el tono muscular es tan fundamental. De él depende su desarrollo motor y cognitivo, ya que no solo les ayuda a mantener la postura y hacer frente a la gravedad, sino también a interactuar con el entorno y las demás personas al poder moverse.
Sin embargo, el tono muscular puede verse afectado. En adultos, el estrés, la falta de sueño o sufrir un ictus o enfermedades como la esclerosis múltiple pueden alterarlo y hacer que los músculos estén rígidos o más flácidos.
¿Y en los niños? El problema puede percibirse en el recién nacido o aparecer unos meses más tarde. A veces es transitorio, pero en otras ocasiones no, y puede perjudicar a su crecimiento (con deformidades esqueléticas incluidas) y aprendizaje. De ahí la importancia de una detección precoz de la hipotonía o la hipertonía, las dos alteraciones del tono muscular.
Hipotonía muscular en bebés
El prefijo “hipo” significa “por debajo” y “tonía” hace referencia al tono. Por lo tanto, esto quiere decir que en la hipotonía el tono muscular está disminuido. Los músculos están más blandos y flácidos de lo normal; su elasticidad es excesiva. Las articulaciones no están bien fijadas así que no se aprecia resistencia si movemos sus brazos o piernas. Todo recién nacido tiene hipotonía axial (en tronco y cuello), pero desaparece según pasan los meses (no es normal si persiste en el tercer trimestre de vida).
Los bebés con hipotonía muscular —también llamada “síndrome del bebé flácido”— son como “muñecos de trapo” cuando los coges. Si los pones boca arriba, sus piernas y brazos están muy estirados, mientras que colocados boca abajo se muestran como si fueran ranas, con las piernas hacia los lados.
⭐ Causas
¿Qué provoca hipotonía? Detrás de la hipotonía muscular en niños hay trastornos genéticos, neurológicos, musculares… Entre los más frecuentes están el síndrome de Down, la distrofia muscular, el hipotiroidismo congénito o la parálisis cerebral. La malnutrición o una falta de estimulación son otras posibles causas.
⭐ ¿Cómo saber si un bebé tiene hipotonía?
Son muchos los síntomas que pueden alertarte de que posiblemente estás ante un bebé hipotónico. Fíjate en las siguientes señales:
- Le cuesta sostener la cabeza. Tarda en poder mantenerla erguida. A los 2-4 meses debería sostenerla sin problemas, como señalan los pediatras.
- En la lactancia tiene problemas para succionar o para engancharse al pecho y tragar. Más adelante, muestra dificultades al masticar y hablar.
- Es un bebé blandito, flexible.
- No le resulta fácil girar sobre sí mismo cuando está boca abajo.
- Se nota que no tiene fuerza para permanecer sentado.
- Lento para gatear (o arrastrarse) y andar.
⭐ Qué hacer
La mayoría de los casos de hipotonía son benignos, por lo que con el tiempo el bebé tendrá un tono muscular adecuado. De todas formas, en casa, para ayudarle a adquirirlo, no olvides:
- Estimular a tu hijo sensorialmente con porteo.
- Procurar que haga mucho tummy time.
- Seguir estos ejercicios sencillos propuestos por expertos que inciten al peque a explorar y jugar.
Pero, ante cualquier sospecha, coméntalo con el pediatra para que pueda hacer el diagnóstico. Si fuera necesario, derivará al neuropediatra y fisioterapeuta infantil para determinar el tratamiento más adecuado, como fisioterapia, logopedia, ortopedia…
Hipertonía muscular en bebés
Como su nombre indica, la hipertonía consiste en un aumento del tono muscular. Esto no quiere decir que los niños hipertónicos tengan más fuerza, sino que, al moverlos, sus músculos muestran más resistencia; están más tensos y duros de lo habitual. Se nota, por ejemplo, al cambiarles el pañal o a la hora del baño. Estos bebés parece que están en tensión constante.
En realidad, todos los recién nacidos cuentan con hipertonía de brazos y piernas: los tienen flexionados, cuesta estirárselos y mantienen los puños cerrados. Y como ocurría con la hipotonía, esta condición desaparece conforme el peque crece.
Pero puede suceder que no remita. Y es ahí donde está el problema. Puede que relajar los músculos y realizar movimientos suaves le suponga un esfuerzo y que sufra hasta espasmos o temblores. También, contracturas frecuentes o deformidades esqueléticas son algunos efectos a medio y largo plazo.
Además, hay diferentes grados de hipertonía. El más grave es la espasticidad: cuanto más rápido es el movimiento, más aumenta el tono muscular y antes aparece la resistencia.
⭐ Causas
La hipertonía muscular es típica de los bebés prematuros, por la inmadurez de su sistema nervioso. Pero también hay otras causas que pueden provocarla: traumatismos en el embarazo, hipertensión de la gestante, lesiones medulares, lesión cerebral tras falta de oxígeno en el parto, meningitis, esclerosis múltiple, parálisis cerebral…
⭐ ¿Cómo saber si un bebé tiene hipertonía?
Mira si tu hijo presenta los siguientes síntomas. Puede que tengas un bebé hipertónico si:
- Sus puños siempre están cerrados; ni se ve incluso el pulgar.
- Sus piernas se muestran en triple flexión (tobillo, rodilla y cadera) o extendidas por completo.
- Tiene los pies en punta y con los dedos flexionados (pie equino).
- Está más erguido de lo normal y parece tener mucha fuerza en el cuello: está siempre en tensión.
- Anda de puntillas.
- A veces, tiene problemas visuales o digestivos.
⭐ Qué hacer
Ante cualquier sospecha, coméntalo con el pediatra para que pueda hacer un diagnóstico precoz y así determinar, cuanto antes, el tratamiento más adecuado, ya sea fisioterapia pediátrica, medicación, cirugía…
De todas formas, ten en cuenta que es recomendable:
- Realizar suaves masajes a tu bebé en brazos y piernas, para ayudar a quitar la tensión muscular.
- Aprovechar el tiempo de baño con tu hijo para relajar su musculatura con agua templada.
Y si quieres saber más, no dudes en consultar nuestra Guía del bebé Eroski Consumer, donde puedes encontrar todas las claves para disfrutar del embarazo y de cada etapa de tu bebé.