Bajo la lupa: cereales Nestlé Fitness Original

La mención “fitness” es simplemente un nombre comercial. Esta referencia no tiene ninguna relación con supuestos beneficios sobre la salud.

• En el frontal se destacan el trigo y los copos de avena. En la parte trasera del envase se señala que el 58 % del producto está elaborado con cereales integrales. El trigo integral es el ingrediente mayoritario (50,9 %) y la avena integral supone el 7,1 % del producto. Es decir, el 58 % del producto.
• Sin embargo, contiene un tercer cereal, el arroz, que es refinado y es el segundo ingrediente en peso, lo que supone una tercera parte del producto, el 37,2 %.
• El tercer ingrediente es el azúcar. Además, en este producto se encuentran otras fuentes de azúcares añadidos como el jarabe de azúcar invertido, el jarabe de glucosa y las melazas, de manera que un 10,8 % del producto son azúcares simples procedentes fundamentalmente de estos añadidos. Es decir, este producto contiene más azúcar que avena integral.

En el envase puede leerse que «los cereales Fitness son fuente de vitaminas B2, B3, B5 y B6 que contribuyen al metabolismo energético normal». La mención puede hacerse siempre que un alimento contenga cualquiera de estos micronutrientes en una cantidad mínima estipulada legalmente. No es necesario que contenga todos ellos, con aportar uno en las cantidades mínimas exigidas sería suficiente para incluir esta declaración.

Es más, el alimento tiene otros micronutrientes en cantidades suficientes como para poder hacer esta declaración, pero no los utiliza para justificarla. Es el caso del hierro o el calcio. La mayor parte de las vitaminas y minerales declarados en la tabla nutricional no provienen de las materias primas, sino que son añadidos como ingredientes.

Se puede conseguir la misma cantidad de vitamina B2 contenida en una ración a partir de un huevo; la de vitamina B3 con 20 g de cacahuetes (5 unidades); la de vitamina B5 con 100 g de pato; y la vitamina B6 a partir de 26 g de pistachos (18 unidades).

El uso de este sello no es obligatorio, pero en este producto se usa destacándolo con una flecha de grandes dimensiones, porque actúa como reclamo al obtener la mejor puntuación posible (A), pese al azúcar que contiene y a la presencia de cereales refinados.

Esto se debe a que este algoritmo se basa en puntuar negativamente aspectos que afectan a este producto, como su alto aporte de energía, sus azúcares y la sal, pero en estos cereales se compensa con su contenido en fibra y proteínas, que Nutri-Score valora positivamente.

A pesar de que los cereales integrales suponen algo más de la mitad del producto, también llevan una parte importante de arroz refinado y contienen más azúcar que avena integral. Su precio es un 225 % más caro que el de los copos de avena integrales, que son una opción más saludable.