Imagen: liz west
Un clásico refresco de verano. La limonada es ideal para sosegar la sed durante los meses más calurosos del año y además resulta muy fácil de elaborar en casa. Sólo tenemos que contar con limones, agua y azúcar y el resultado final dependerá de las cantidades que añadimos de cada uno de estos ingredientes. La clave está en conseguir que sea muy aromática, aspecto que se logra gracias a los limones, y dulce a la vez. Así, a la hora de mezclar cantidades por primera vez utilizaremos la misma cantidad en volumen de limón que de azúcar y cuatro partes de agua muy fría.
Pequeñas variaciones al gusto
A partir de la base que hayamos elaborados ya se puede empezar a mejorar, personalizar e investigar en cómo nos gusta este sencillo refresco. Para empezar podemos agregar, además de limón, alguna lima verde, que dará un toque personal a esta bebida. También se puede ser añadir el zumo licuado con la cáscara de los limones y las limas, en lugar de exprimido y colado, que suele ser lo normal. De esta manera el sabor también será especial.Si lo que queremos es elaborar una bebida burbujeante, podemos utilizar agua con gas y, si nos salimos un poco del guión, podemos agregar diferentes ingredientes o zumos de otras frutas, por ejemplo zumo de naranja, de fresas, de melón, de sandía o de mango, entre muchas otras.
Aún más refrescante
Por otro lado, si queremos servir una bebida muy fresca podemos añadir a la preparación un puñado de hielo machacado, casi triturado, lo que ofrece un granizado dispuesto para beberse con pajita. También se pueden emplear edulcorantes artificiales o naturales en lugar de azúcar para reducir las calorías o para regímenes dietéticos. Otro de los detalles puntuales para conseguir una excelente limonada es la de colar el licuado de frutas, ligeramente dulce, servir y consumir en el momento. El licuado de fruta debe mezclarse inmediatamente con el agua y azúcar para que no se oxide.Con todas estas combinaciones de limonada descritas, y con los ingredientes utilizados, no sólo se puede elaborar limonada sino que también se pueden preparar polos de hielo. Se introduce la misma preparación en moldes dentro del congelador y transcurridas unas horas se puede saborear un polo de hielo natural, sin aditivos añadidos. Para ello se coloca la bebida en unos moldes alargados preparados para polos. Si no disponemos de estos moldes se puede utilizar también un vaso de yogur y un palito de plástico o de madera y se deja enfriar al menos durante un periodo de cinco horas.