¿En qué se parecen la diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca?
Aunque a priori pueden no tener nada que ver, la diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca comparten una serie de rasgos:
🔸 Son autoinmunes
Es decir, están ocasionadas por una respuesta inmunitaria frente a lo que el organismo considera como una amenaza.
- En el caso de la enfermedad celíaca, esta respuesta está provocada por la intolerancia al gluten y puede llegar a dañar el intestino
- En el de la diabetes tipo 1, una reacción espontánea provoca que el cuerpo ataque por error a las células beta productoras de insulina en el páncreas, afectando a la síntesis de la glucosa.
🔸 Son crónicas
Una vez que se diagnostican, se convierten en compañeras para toda la vida. Sin duda, debutar en cualquiera de ellas supone un periodo de aceptación que puede llegar a ser complicado, sobre todo para los más pequeños. Por eso, tanto la enfermedad celíaca como la diabetes tipo 1 requieren de un fuerte apoyo emocional por parte de la familia y del entorno más cercano al paciente, en especial después del diagnóstico.
🔸 Permiten llevar una vida normal
Con un buen control, ambas permiten llevar una vida completamente normal. La buena noticia es que tanto la diabetes tipo 1 como la enfermedad celíaca tienen un buen pronóstico.
El mayor riesgo de complicaciones, de hecho, se produce cuando todavía no se ha recibido un diagnóstico; por eso es tan importante mejorar la detección temprana.
🔸 Influyen en nuestra alimentación
Ambas influyen en nuestra alimentación y estilo de vida.
- En el caso de la celiaquía, se debe eliminar por completo el gluten de la dieta y, en su lugar, buscar otras alternativas.
- Para la diabetes tipo 1 no existe una prescripción generalizada tan clara; no obstante, es probable que el profesional médico recomiende priorizar el consumo de ciertos alimentos frente a otros, en combinación con un tratamiento farmacológico o de insulina.
Convivir con una enfermedad los 365 días del año
Como hemos visto, no es extraño encontrar un diagnóstico de ambas patologías al mismo tiempo, ya que las personas con diabetes tipo 1 autoinmune tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad celíaca que el resto.
Pero, de la misma manera que ocurre con cada una de ellas por separado, convivir con las dos no impedirá llevar una vida totalmente normal, siempre y cuando se vigile la salud y la dieta.
En este sentido, los expertos transmiten algunas recomendaciones adicionales:
- Cuidado con los procesados sin gluten. Aunque pueden parecer una alternativa sencilla al gluten, en realidad, como cualquier procesado, estos productos contienen un alto contenido en azúcares y son perjudiciales para la salud.
- Vigilar y distribuir a lo largo del día los hidratos de carbono como el pan y la pasta sin gluten, el arroz, las patatas o las legumbres. Estas últimas, por cierto, son una de las mejores opciones para sustituir ciertos alimentos con gluten.
- Priorizar los alimentos ricos en fibra, las frutas y verduras. También es recomendable aumentar el consumo de pescados azules como sardinas o salmón, los cuales, además, ayudan a reducir el riesgo cardiovascular.
Desde las asociaciones de pacientes, además, se lleva a cabo una importante labor para asesorar y acompañar a los pacientes en su adaptación a la patología, poniendo a su disposición recursos formativos y guías de alimentación para que puedan implementar los cuidados que necesitan en su día a día. Para más información sobre este tema y sobre el asociacionismo en diabetes, se puede consultar la página web de la Federación Española de Diabetes (FEDE).