¿Un «cóctel para comer»?
La declaración «cocktail comestible» es un reclamo y no existe como categoría legal. Su nombre legal se compone de una denominación jurídica «caramelos de goma», que se corresponde con caramelos a los que se les incorporan gomas u otros gelificantes.
Además, se amplía la información con una descripción que incluye la mención a la presencia de alcohol. La norma que regula la calidad de los caramelos permite que contengan cualquier producto alimenticio apto para el consumo humano, lo que incluye también el alcohol.
Solo para adultos
Este producto tiene forma de una gominola típicamente destinada a niños, lo que puede dar a entender que es un producto infantil. El envase sugiere de distintas formas (como el icono +18 o la mención «adult candy club«) que es un producto para mayores de 18 años, aunque no lo hace claramente con frases completas en castellano.
Lo mismo ocurre con el icono que lo identifica como no apto para embarazadas. La especificación clara y con palabras de que es para adultos solo aparece en el embalaje exterior que se recibe cuando se compra online.
¿Cuánto alcohol llevan?
En el frontal declara un 15 % de alcohol. Esto supone que al ingerir una bolsa de 120 g se están tomando 18 g de alcohol, que equivalen a una copa con 60 ml de una bebida de 37,5 % de volumen de alcohol, que es la graduación mínima del gin.
Esto se corresponde con dos unidades de bebida estándar (UBE), lo que equivale a 10 g de etanol. El Ministerio de Sanidad considera que el límite de consumo de bajo riesgo de alcohol se sitúa en dos UBE al día para hombres y uno para mujeres.
¿De qué están hechos?
Los ositos con alcohol se presentan con diferentes versiones (vodka con naranja, margarita, gin tonic, piña colada o ron cola) que se consiguen cambiando únicamente los aromas y los colorantes. El resto de la composición es igual en todos los sabores.
Los ingredientes principales son los azúcares simples en dos formas diferentes: jarabe de glucosa y azúcar. El cuarto ingrediente en peso es la gelatina, responsable de que los ositos tengan un 10 % de proteína. El quinto ingrediente es el alcohol.
Problemas con las calorías
Las kilocalorías declaradas en el envase no se corresponden con el valor energético que tiene el producto, a menos que se haya englobado el alcohol dentro de los hidratos de carbono y se haya hecho el cálculo calórico como si aportase las mismas kilocalorías que estos.
Esto sería incorrecto, ya que legalmente los hidratos de carbono computan como 4 kcal por gramo mientras que el alcohol computa como 7 kcal por gramo.
Esto supone que con una bolsa se ingieren 126 kcal procedentes del alcohol y, tomando el dato de azúcares declarados en la etiqueta, 304 kcal procedentes de los azúcares simples (63 g).
Equipara alcohol con diversión
En la publicidad que acompaña al producto se incluyen menciones que transmiten la idea de diversión, relajación, buenos momentos, incluso cierta carga de atrevimiento o descaro. En la publicidad se refuerza con mensajes como «Golosinas atrevidas para adultos divertidos» o «El detalle más divertido para una cena o un regalo».
Conclusión
Se trata de un producto que se comercializa como una forma innovadora de consumir alcohol en un formato que puede confundirse fácilmente con una golosina convencional. Su contenido en alcohol lo hace por completo desaconsejable, pero, además, el resto de su composición es básicamente azúcar.