¿Qué es el asma y por qué se produce?
Antes de meternos en materia necesitamos tener claro qué es el asma: una enfermedad crónica (persistente y sin cura) del aparato respiratorio, en la que las vías respiratorias (bronquios) se inflaman impidiendo el paso del aire.
Esta inflamación se produce por diferentes estímulos del ambiente, lo que da lugar a síntomas característicos como tos, sensación de opresión en el pecho, pitos al respirar, sensación de falta de aire o ahogo. La intensidad de estos síntomas es muy variable con el tiempo.
Existen varios factores de riesgo que favorecen o que son desencadenantes del asma. Recogemos algunos de ellos en las siguientes imágenes:
🔹 Factores que favorecen el asma
🔹 Factores desencadenantes del asma
En una persona sin asma, cuando respira aire muy frío o seco o que contiene alguno de los irritantes nombrados, se activa un mecanismo de defensa en los bronquios estrechándolos, para evitar un paso excesivo de estas sustancias. Además, se comienza a formar moco para atraparlas y que luego puedan ser expulsadas con la tos.
En las personas con asma este proceso se da incluso en situaciones normales y, si hay contacto con una sustancia irritante, el efecto se intensifica y produce síntomas de asma. La inflamación de las vías respiratorias de una persona con asma, por tanto, es permanente. Pero, además, se origina la hiperrespuesta bronquial, que hace que los bronquios se estrechen ante estímulos inofensivos para las personas sanas (olores, humos…), dando lugar a síntomas intermitentes o más graves, que derivan en las crisis.
Tipos de asma
Existe una gran variabilidad de formas de presentación del asma, tanto en niños como en adultos. Se clasifica según la gravedad y el nivel de control de la misma.
🔹 Según la gravedad del asma
La gravedad del asma no es fija y puede variar con el tiempo, por lo que es necesario ir realizando ajustes de tratamiento según las necesidades. Sabremos si un asma es grave o no en función de la intensidad y frecuencia de los síntomas y de las crisis.
En adultos
- Intermitente: se alternan periodos con y sin síntomas.
- Persistente: si no hay periodos libres de síntomas. Este a la vez se divide en tres subtipos (leve, moderada o grave), en función de la cantidad de medicación necesaria para controlar los síntomas.
En niños
- Episódica: se alternan periodos con síntomas con descansos. Estos episodios pueden ser ocasionales o frecuentes.
- Persistente: si los síntomas estás presentes de forma constante. Se clasifica en moderada o grave según la intensidad y frecuencia de los síntomas, y la cantidad de medicación necesaria para su control.
🔹 Según el nivel de control del asma
Nos referimos a control del asma cuando se produce ausencia o reducción máxima de los síntomas. Para conseguirlo es necesario aplicar un correcto tratamiento, lo que permitirá llevar una vida normal y realizar actividades de la vida diaria y ejercicio sin restricciones.
En función del grado de control podemos clasificar al asma en:
- Bien controlada.
- Parcialmente controlada.
- No controlada.
El asma no estará controlada si la persona:
- Tiene tos.
- Nota que le falta el aire durante el día, la noche o después de hacer un esfuerzo.
- Necesita tomar el inhalador de rescate más de dos veces al mes.
- No puede realizar actividades normales como hacer ejercicios, ir a trabajar o al colegio.
- Piensa que la medicación no cumple con las expectativas.
Tratamiento del asma
Debido a estas variabilidades, es necesario que el tratamiento del asma sea individualizado y escalonado. En función de la evaluación clínica, las pruebas realizadas (espirometría, FeNO…) y de los síntomas que presente el paciente, el médico pautará iniciar el tratamiento en un escalón u otro. Lo que se pretende es alcanzar un rápido control del asma y mantenerlo. Si el tratamiento es insuficiente, se subirá de escalón, y si hay un periodo de estabilidad de al menos tres meses, se valorará un descenso.
Dependiendo de la gravedad del asma y del control de la misma, se pautará un tratamiento con:
- Medicación de alivio o de rescate. Relaja los músculos que rodean las vías respiratorias y facilita la entrada de aire. Se utiliza para frenar un ataque de asma: su acción es muy rápida y su efecto dura pocas horas. ¡Atención! No es recomendable utilizarlo más de dos veces al mes.
- Medicación de control o mantenimiento, que se tomará a diario durante periodos prolongados para prevenir los ataques de asma, reducir la inflamación y relajar la musculatura que rodea los bronquios. Actúa lentamente y su efecto dura entre 12 y 24 horas.
- Anticuerpos monoclonales o biológicos. Se emplean en casos de asma grave no controlada añadidos a los últimos escalones del tratamiento.
El paciente debe tomar la medicación de mantenimiento según la pauta médica, aunque no tenga síntomas, y no olvidar que el uso del inhalador de rescate más de dos veces al mes indica que el asma está fuera de control, por lo que debe consulta con su médico.
Las crisis de asma
Una crisis en asma es la aparición o empeoramiento de las manifestaciones propias de la enfermedad (tos, pitos, fatiga u opresión en el pecho) durante horas o días. También se puede observar un descenso en el valor del flujo espiratorio máximo o Peak Flow. Para aprender a utilizarlo te invitamos a ver este vídeo:
Las crisis de asma se clasifican según su gravedad y el tratamiento será diferente en cada caso:
- Crisis leve. Las molestias son poco intensas, pueden aparecer con las actividades de la vida diaria, pero sin impedir realizarlas. La función pulmonar, medida con el Peak Flow, decae levemente.
- Crisis moderadas. Las molestias son más intensas e impiden realizar actividades de la vida diaria. Hay una mayor caída de la función pulmonar.
- Crisis graves. Las molestias aparecen en reposo y hay una mayor caída de la función pulmonar. Las señales que nos advierten que una crisis es grave son el color azulado en los labios, que se hundan las costillas al respirar, la dificultad para hablar y/o el adormecimiento.
Es recomendable que toda persona con asma disponga de un plan de autotratamiento pautado por su médico en el que se explica cómo actuar en caso de crisis.
Si no dispusiera de él, ante cualquier tipo de crisis, es necesario comenzar aplicando 4 puffs de la medicación de rescate, preferiblemente con cámara de inhalación, cada 20 minutos y acudir a un centro de salud u hospital.
Para cualquier duda o consulta sobre el asma, es posible escribir a nuestros profesionales, que te contestarán lo antes posible.