¿Cómo se hace el yogur griego?
El proceso tiene muchos puntos en común con la elaboración del yogur convencional:
- Una vez que se obtiene la leche, se pasteuriza para asegurar su inocuidad y luego se añaden fermentos lácticos. Es decir, se trata de bacterias que fermentan la lactosa, que es el azúcar presente en la leche de forma natural.
- A partir de ese proceso producen ácido láctico, lo que provoca un aumento de la acidez o, mejor dicho, un descenso del pH. Eso hace que las proteínas se unan entre sí, es decir, que la leche coagule. De este modo obtendríamos un yogur convencional.
- Si después retiramos el suero, algo que se puede hacer centrifugando el yogur o filtrándolo a través de membranas, obtendríamos un yogur concentrado, que es precisamente a lo que llamamos yogur griego “auténtico”.
- Retirando el suero se elimina básicamente agua, aunque también parte de la lactosa, junto con algunos minerales y proteínas solubles. Lo que quedaría entonces es un yogur concentrado, es decir, con más proporción de proteínas y grasa que uno convencional.
Qué diferencias hay entre yogur griego y yogur natural
Si hablamos de las características organolépticas, la diferencia se aprecia con facilidad, porque el yogur griego tiene más cuerpo y es más denso y cremoso. Pero desde el punto de vista nutricional también hay diferencias.
El yogur griego que se suele vender en nuestro entorno contiene más grasa (en torno al 7-10 % frente al 3-4 % del convencional) y, por consiguiente, también tiene un mayor aporte de calorías (alrededor de 100-120 kcal frente a 60-70 kcal/100 g). Es importante tenerlo en cuenta porque puede representar un aporte significativo en la dieta si lo consumimos con frecuencia.
Por otra parte, el yogur griego elaborado según la receta tradicional contiene más proteínas que el convencional (en torno a 9-10 % frente al 3-4 %). Esto puede resultar interesante para personas que necesiten un aporte extra de proteínas en su dieta, dado que tienen un elevado valor nutricional, al provenir de ingredientes lácteos. Para la población general también puede resultar interesante por la calidad de esa proteína.