¿Qué es la plantequilla?
Este nombre comercial recuerda a la “mantequilla”, pero ni legalmente ni por su naturaleza ni por sus características organolépticas es similar a este producto, aunque su uso gastronómico sí puede ser parecido.
- Legalmente tampoco es una margarina, cuyo contenido en materia grasa debe ser igual o superior al 80 % e inferior al 90 %.
- Realmente, como indica su denominación de venta, es una materia grasa para untar 79 %. La normativa obliga a indicar el porcentaje de grasa.
- Este producto está en la horquilla de materias grasas para untar con mayor contenido: superior al 62 % e inferior al 80 %.
¿Qué ingredientes contiene?
En el frontal del envase destaca «100 % ingredientes vegetales y naturales”. ¿Cuáles son? En el lateral los resume en «seis ingredientes naturales», que señala en su forma de materias primas, no en la forma en que se usan en el producto.
- De esta manera, resalta “habas”, cuando lleva un “preparado de habas”, o “semillas de girasol”, cuando del girasol contiene aceite y lecitina usada como emulgente.
- En concreto, sus ingredientes principales son los aceites de girasol, nabina y la grasa de coco, además del agua.
¿Tiene un menor impacto climático?
Según su publicidad, el valor diferencial de este producto es que tiene un 73 % menos de impacto climático que la mantequilla. No obstante, otros productos de esta marca, como Tulipán original, declaran tener un 86 % menos de impacto climático que la mantequilla. Es decir, desde el punto de vista de la sostenibilidad, la elección de la versión clásica sería mejor.
Este menor impacto de la versión clásica es lógico. La composición del Tulipán original y la de la Plantequilla es muy similar: en ambas, los ingredientes principales son aceites vegetales, pero la versión clásica tiene menos aceites (un 59 % de materia grasa) y más agua que la Plantequilla, por lo que para su elaboración se emplean menos materias primas.
Sin aceite de palma, pero con grasa de coco
Se destaca voluntariamente la ausencia de aceite de palma, un ingrediente que tiene mala reputación. La grasa de palma se usa en este tipo de productos porque, al contrario que otras grasas vegetales, se encuentra en estado sólido, lo que facilita conseguir la presentación final de la grasa para untar; además, tarda más tiempo en volverse rancia.
Estas propiedades tecnológicas se logran también con la grasa de coco, una grasa vegetal con mejor fama que la de palma, pese a contener igualmente una gran cantidad de grasas saturadas. Contiene alrededor de un 92 %, de las que la mayor parte —aproximadamente un 63 %— se comportan como ácidos grasos de cadena larga, que son los que implican mayores riesgos para la salud.
Las grasas saturadas suponen el 39 % de todas las grasas de este producto y, por lo tanto, de la energía que aporta.
Conclusiones
- Esta grasa vegetal para untar busca destacar su menor impacto climático, pero las opciones clásicas de la misma marca tienen un impacto climático inferior.
- La Plantequilla es un 51 % más cara que Tulipán original.
- Las diferencias nutricionales fundamentales derivan del tipo de “grasa para untar”, ya que la versión original tiene un contenido inferior en grasa y, por lo tanto, en grasas saturadas, y una mayor proporción de agua.
- Es un producto en apariencia novedoso, pero que realmente no ofrece ventajas frente a otras versiones.