Por qué la picadura de medusa es peligrosa para un niño
Un día de playa con los peques puede resultar muy divertido con juegos de agua, saltando las olas, haciendo castillos de arena… Pero se puede arruinar por culpa de la picadura de una medusa, ya que supone un riesgo mayor en el que caso de los menores de cinco años. ¿Por qué?
No porque este animal marino les ataque de forma especial. De hecho, no atacan: solo pican. Al mero contacto con sus tentáculos, dispara una especie de dardo (nematocisto) que, si consigue traspasar nuestra piel, inyecta un líquido urticante que, según la especie de medusa, es más o menos tóxico.
Y esto puede suceder también cuando la medusa esté muerta en la orilla o sus tentáculos se hayan desprendido. De ahí que la curiosidad innata de los niños y niñas, que les “obligue” a tocarla, pueda jugarles una mala pasada (ya lo advertimos en el artículo sobre la oruga procesionaria del pino).
Pero a pesar de que es difícil que estas picaduras atraviesen la dermis de las palmas de las manos o de los pies, resulta sencillo que lo hagan en la piel fina y menos protegida, como la de labios o párpados y cualquier zona de los niños y niñas más pequeños. Por su delicada tez y porque, en proporción, para ellos la superficie de piel afectada es mayor que en un adulto, los menores constituyen uno de los grupos de riesgo, tal y como reconocen los pediatras.
🔴 Más grupos de riesgo
Los expertos recuerdan que también hay que prestar especial atención, tanto para prevenir como para tratar las picaduras de medusas, a las siguientes personas:
- Alérgicas, sobre todo con dermatitis atópica o urticaria crónica.
- Asmáticas.
- Con problemas cardiovasculares o neurológicos.
- Que hayan sido picadas por una medusa hace menos de dos meses.
- Embarazadas y ancianos.
Síntomas de la picadura de medusa
A veces, no se ven las medusas (algunas son muy transparentes), pero la sensación que provoca su picadura es como de haberse cortado con algo.
Las picaduras de medusa producen de inmediato mucho picor y un dolor intenso y punzante que irrita la piel. Puede causar inflamación y enrojecimiento en la zona, marcas a modo de huella por el contacto, además de vesículas y pústulas (como una herida que puede durar días). En ocasiones, la urticaria se extiende y pueden aparecer temblores, fiebre, náuseas, vómitos, calambres musculares, etc.
La reacción alérgica en personas sensibilizadas puede llegar a producir problemas respiratorios, erupción por todo el cuerpo y anafilaxia, con pérdida de la consciencia, lo que aumenta las probabilidades de ahogamiento.
Qué hacer si a un niño le pica una medusa
Si a tu peque le ha picado una medusa, calma, debes mantener la calma. Es el momento de actuar rápido y de manera correcta para reducir los efectos de la picadura de medusa en tu hijo.
Si ves un puesto de socorro de Cruz Roja en las proximidades, no lo dudes y lleva al peque para que vean su herida y decidan qué tratamiento seguir. Todo dependerá de la especie de medusa que le haya picado.
Pero si no hay socorrista cerca y desconoces la especie de medusa, este es el protocolo general que debes seguir:
- Con ayuda de una pinza, una tarjeta de crédito, un palo…, quita los restos de tentáculos y fragmentos de medusas.
- Lava la herida con agua de mar.
- Para aliviar el dolor, aplica sin frotar hielo seco durante 15 minutos (con descansos de 2 a 3 minutos). También resulta sumergir la zona afectada en agua caliente salada a unos 40 ºC durante 30-60 minutos, el tiempo que dura el dolor intenso.
¿Cómo se cura? El tratamiento de la picadura días después incluye desinfectar la herida con alcohol yodado dos o tres veces al día durante 48-75 horas. En ocasiones, el médico recomendará antihistamínicos orales para calmar el picor. En días no habrá heridas, pero las molestias podrían durar semanas.
❌ Qué no hacer
Tan importante es lo que hay que hacer como lo que no. Así que, según los especialistas:
- No dejes que tu hijo se rasque la picadura.
- Jamás toques la picadura o intentes quitar los restos con las manos sin guantes.
- No frotes la zona afectada con toallas u otras prendas.
- Nunca laves la herida con agua dulce.
- No eches arena, amoniaco, alcohol, vinagre u orina. Estos remedios caseros son un mito de primeros auxilios.
- Evita presionar la zona con un vendaje.
👉 Cuándo preocuparse por una picadura de medusa
Los expertos recomiendan acudir a urgencias hospitalarias, si el dolor que siente el niño es muy intenso o si su estado de salud empeora con:
- Malestar generalizado.
- Calambres y espasmos musculares.
- Dificultad respiratoria.
- Dolor de cabeza.
- Vómitos, mareos.
- Shock anafiláctico.
Para controlar la reacción alérgica, el tratamiento incluye antihistamínicos, corticoides, broncodilatador pulmonar y adrenalina autoinyectable.
Cómo evitar las picaduras de medusa en niños
Para que a tu hijo no le pique una medusa, debes tomar ciertas precauciones:
✔️ Antes de acudir a la playa
Antes de elegir playa donde pasar el día con el peque, infórmate sobre las condiciones del mar y de la presencia de medusas en la zona. En muchos arenales, se instalan banderas para avisar si se han avistado en el agua.
Puedes consultar en la aplicación MedusApp, si hay medusas o se han visto cerca. Esta app alerta de su presencia, según los avistamientos reportados por la ciudadanía en las costas principalmente españolas. Sus usuarios pueden ver en un mapa detalles como el tipo de medusa, su tamaño, el número de avistamientos, el grado de urticaria que produce o comentarios de los usuarios que lo han notificado.
✔️ Qué hacer si hay medusas
Lo conveniente es que no dejes que tu hijo se meta en el agua. Tampoco permitas que permanezca en la orilla de zonas infestadas por medusas o pasee o juegue donde rompen las olas. El agua puede arrastrar células activas de las medusas.
Por supuesto, recuerda a tu peque que no debe tocar una medusa ni dentro ni fuera del agua, aunque parezca que está muerta o lo esté.
Si aun así quieres que tu hijo entre en el agua:
- ten en cuenta que existen protectores solares antimedusas.
- haz que use gafas y prendas que cubran más piel, como trajes de neopreno o licras.
- enseña al menor que, si nadando ve una medusa, salga del agua con tranquilidad. Hacerlo nervioso podría agitar el agua y atraerlas con sus largos tentáculos.
- cuidado al bañarse los siguientes días, ya que puede haber trozos de medusas flotando.
- ante cualquier duda y avistamiento, habla con el servicio de vigilancia de la playa.