Así debe ser bañador infantil de tu hijo para evitar el síndrome del torniquete

Con los slips no pasa, ni tampoco con los típicos de licra. Ya sea un bóxer, bermudas o tipo surfero, los bañadores masculinos suelen contar con una malla o redecilla interior.

Esta rejilla permite que los chicos puedan vestirse con este tipo de prenda sin necesidad de llevar ropa interior debajo. Pero, sobre todo, la función de esta redecilla del bañador es hacer que la zona siempre esté ventilada, a pesar de la humedad: previene la proliferación de hongos. Por eso, este trozo de tela transpirable seca muy rápido.

Sin embargo, en ocasiones, tras el baño y por la fricción de las piernas al andar, los usuarios se quejan de la aparición de erupciones en muslos e ingles, además de rozaduras. De ahí que muchos chicos prefieran llevar calzoncillos debajo del bañador, y eso que es una práctica desaconsejada.

¿Por qué no llevar calzoncillos debajo del bañador? Usar la prenda interior para el hombre bajo el traje de baño no es recomendable. El calzoncillo tardará en secarse y, al estar mojado tanto rato y en contacto con la piel, puede provocar infecciones por hongos en la zona genital, que se irrite más la zona y que haya rozaduras si entra arena, tal y como detallan los expertos.

Pero la rejilla del bañador puede suponer un peligro para bebés, niños y adolescentes. Y es que, según el modelo de este forro, se puede producir en los menores lo que se entiende como síndrome del torniquete.

El síndrome del torniquete es una afección pediátrica poco común en la que una fibra sintética (como un hilo) o un pelo rodean y estrangulan un apéndice del cuerpo, lo que podría derivar en una necrosis tisular (muerte del tejido).

Es raro, pero más habitual, que suceda en bebés y en los dedos de sus pies o manos en el pene, en el lóbulo de la oreja o la lengua. De hecho, el llamado síndrome del torniquete del cabello (STC) se origina cuando estos miembros se quedan enredados con pelos (de la madre, sobre todo) o hilos de tejidos (calcetines, por ejemplo) y poco a poco se va presionando la zona y ocasionando un estrangulamiento que afecta a la circulación. Dolor intenso, enrojecimiento y molestias son los síntomas más frecuentes.

En el caso de los bañadores con rejilla este síndrome puede ocurrir en ciertas circunstancias y con un determinado tipo de redecilla.

Cuando los niños entran en contacto con el agua fría de la piscina, mar, río… sus genitales se contraen. Y debido al agua y los movimientos de los peques, la piel del prepucio o del escroto puede que entre en uno de los agujeros de este forro, quedándose atrapada tras inflamarse. Es entonces cuando se produce en el menor el síndrome del torniquete, un problema de graves consecuencias si no se actúa rápido, pues la obstrucción del riego sanguíneo que provoca podría acabar con la pérdida del miembro.

Si estás en la playa o la piscina, y tu hijo empieza a quejarse por dolor en la zona genital o parece que llora sin motivo (es un bebé que no puede expresar qué le pasa), mira sin tirar del bañador y con mucho cuidado si el prepucio se ha quedado enganchado en la redecilla.

El síndrome del torniquete se considera una urgencia médica, por lo que, si crees que es lo que le está sucediendo a tu niño, sigue las pautas que recomiendan los expertos:

• No intentes estirar ni quitar el bañador con tijeras ni manualmente. Es una zona muy delicada.
• Acude de inmediato a urgencias para que los médicos tomen las medidas necesarias; en algunos casos, hasta puede que tengan que recurrir a una intervención quirúrgica.

Entonces, además de elegir un bañador para tu hijo que sea bien visible (tonos flúor) con el fin de evitar ahogamientos, fíjate también en que el forro interior no tenga redecilla o, al menos, el tipo de rejillas que puede ocasionar el síndrome del torniquete en el peque.

Y, entonces, ¿cuáles son los bañadores infantiles más adecuados? Puedes decantarte por un bañador de licra (un slip o bóxer ajustado) o por uno de mallas microperforadas, en las que no se aprecien agujeros, o por uno de rejilla con pequeños agujeros microperforados.

Y, en el caso de que tengas en casa uno de estos bañadores problemáticos para los niños, corta el forro.