Cómo se mejoran las características de las natillas
Algunos de los ingredientes de las natillas tienen un alto valor económico, así que es habitual el empleo de sustitutos más baratos para lograr el mismo fin, como hemos visto en nuestra Guía de compra de natillas.
👉 Color
En los productos que no contienen yema de huevo se utilizan colorantes. Normalmente se emplean carotenos (La Lechera, Danet y Danone) y norbixina de bija o E 160b(ii) (Reina, Goshua, Dhul y Eroski). El nombre de este último puede resultar extraño, pero es un carotenoide obtenido a partir de las semillas del achiote, una planta tropical originaria de Sudamérica.
👉 Textura
Los espesantes se utilizan para lograr una consistencia más espesa. Generalmente se emplea almidón de maíz (Goshua, Danone, Mahala, Eroski y Eroski Seleqtia). En el resto de productos encontramos otros compuestos con los que se consigue una textura más firme y se evita la separación de los ingredientes, como carragenanos, goma xantana, goma guar o goma garrofín.
👉 Sabor
Uno de los mayores atractivos de las natillas es su sabor dulce y, en la mayoría de los productos, este se consigue con azúcar. Es lo que ocurre en todas las natillas, salvo en Reina, Danone y Dhul, en las que se emplean edulcorantes, generalmente sucralosa y acesulfamo potásico.
A ese sabor dulce siempre le acompañan matices de otros ingredientes aromáticos, entre los que se suelen encontrar el limón o la vainilla y, sobre todo, la canela. Ahora bien, su alto valor económico hace que en su lugar se suelan emplear aromas. De hecho, solo tres están elaborados con canela (Reina, La Ermita y Mahala).
¿Son mejores las natillas que tienen menos calorías y llevan edulcorantes?
Entre las natillas disponibles en el mercado, hay opciones que aportan menos calorías que las convencionales (unas 80 kcal/100 g frente a unas 125 kcal/100 g), algo que consiguen con el uso de leche desnatada total o parcialmente, la ausencia de ingredientes como yema de huevo y la sustitución de azúcar por edulcorantes.
Esto puede tener ciertas ventajas. Por ejemplo, los edulcorantes son acalóricos y no provocan caries. Pero también hay que considerar los posibles inconvenientes: hay un número creciente de estudios que apuntan a la posibilidad de que los edulcorantes puedan tener efectos indeseables sobre la microbiota intestinal. Además, en estos productos la reducción de grasa y la sustitución de azúcares puede afectar negativamente a la textura o el sabor.
Es importante también no dejarse llevar por estrategias que podrían hacernos pensar que se trata de alimentos saludables, como el color azul celeste o el uso de reclamos que hacen referencia al menor aporte energético o utilizar palabras como “equilibrio”, mostrado en el envase de Reina.
En definitiva, no hay que olvidar que hablamos de un producto que no se come por su interés nutricional, sino para disfrutar. La idea sería elegir las que más nos gusten, destinándolas a un consumo puntual en el contexto de unos hábitos de vida saludables, es decir, actividad física y dieta compuesta por alimentos saludables.
¿Cuánto dinero cuesta hacer natillas caseras?
Las natillas comerciales tienen varias ventajas en comparación con las caseras. Su vida útil, relativamente larga, nos permite disfrutar de ellas en el momento que deseemos, sin tener que emplear tiempo ni esfuerzo. Ahora bien, cuando las hacemos en casa podemos elegir los ingredientes y su cantidad, de modo que podemos escoger mejores opciones, como añadir menos cantidad de azúcar o elegir canela en rama en lugar de aroma.
Pero no es sencillo evaluar los costes reales de las natillas caseras porque hay que tener en cuenta elementos que no solemos considerar o que son difíciles de valorar, como el tiempo o el coste de la energía que requiere el cocinado. Aun así, podemos hacer un ejercicio de reflexión observando lo que gastaríamos en comprar los ingredientes para elaborar 100 g de natillas:
- Yema de huevo (15 %): 0,06 euros.
- Azúcar (10 %): 0,02 euros.
- Leche (75 %): 0,08 euros.
- Canela en rama: 0,02 euros.
En total serían unos 0,18 euros, un poco menos que el producto más barato (Eroski, con 0,21 euros) y mucho más que las natillas que se podrían comparar con las caseras, como La Ermita, con 1,38 euros.