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¿Qué es la osteopenia?
La osteopenia es una condición caracterizada por una disminución en la densidad mineral ósea (DMO), especialmente de calcio, lo que debilita los huesos y aumenta su susceptibilidad a fracturas. A diferencia de la osteoporosis, en la osteopenia la DMO aún no ha alcanzado niveles críticos.
¿Cuáles son sus síntomas?
La osteopenia suele ser asintomática y se considera una «patología silenciosa», ya que no se manifiesta hasta que surgen complicaciones, como las fracturas por fragilidad. Por lo general, se detecta de forma accidental, durante la realización de pruebas médicas por otros motivos o como parte del diagnóstico de trastornos relacionados con la pérdida de masa ósea.
¿Cómo se diagnostica?
La detección temprana de la osteopenia es fundamental para prevenir su progresión hacia la osteoporosis y reducir el riesgo de fracturas. “Actualmente se producen 782 fracturas por fragilidad al día en población española; sin embargo, tan solo el 36 % de estos individuos reciben tratamiento para la osteoporosis”, advierte la doctora Laia Gifre, del Servicio de Reumatología del Hospital German Trias i Pujol.
La osteopenia se diagnostica a través de pruebas como la densitometría ósea, que mide la cantidad de minerales, como calcio y fósforo, en los huesos. Para evaluar la DMO, se utiliza el parámetro conocido como T Score, que compara los valores de una persona con los promedios de individuos jóvenes (de 20 a 39 años) del mismo sexo.
- Un T Score entre +1 y -1 se considera normal.
- La osteopenia se diagnostica cuando el T Score está entre -1 y -2.5.
- Si el valor es inferior a -2.5, se clasifica como osteoporosis.
¿Por qué se produce la osteopenia?
La densidad mineral ósea alcanza su punto máximo alrededor de los 35 años y comienza a disminuir a partir de esa edad. Entre los principales factores de riesgo para desarrollar osteopenia están la deficiencia de calcio y vitamina D, el sedentarismo, los trastornos metabólicos, la menopausia, el bajo peso corporal, tener antecedentes familiares de osteoporosis o hipertiroidismo, el consumo excesivo de alcohol y tabaco y la ingesta prolongada de ciertos medicamentos.
Al igual que la osteoporosis, la osteopenia afecta más a las mujeres que a los hombres, y su prevalencia aumenta con la edad. Según la doctora Gifre, esta condición está «muy infradiagnosticada e infratratada en ambos géneros».
De acuerdo con el último estudio de la Sociedad Española de Reumatología sobre la epidemiología de la osteoporosis en España, conocido como proyecto OsteoSER, el 54,4 % de las personas mayores de 50 años presentan osteopenia, mientras que el 10,7 % padecen osteoporosis. Al analizar estos datos por género, se observa que la osteoporosis es significativamente más común en mujeres (18,6 %) que en hombres (2,6 %).
Tratamiento de la osteopenia
El tratamiento de la osteopenia es similar al de la osteoporosis y tiene como objetivo fortalecer los huesos, prevenir fracturas y, en algunos casos, revertir la pérdida ósea. Las opciones terapéuticas varían en función de la gravedad, la edad y otros factores individuales. Generalmente, el tratamiento se basa en dos pilares fundamentales:
✔️ Cambios en el estilo de vida
- Dieta saludable. Se recomienda una alimentación rica en calcio (lácteos, verduras de hoja verde, frutos secos) y vitamina D (pescado azul, huevos, cereales fortificados).
- Ejercicio físico. Realizar regularmente ejercicios de carga de peso, como caminar, trotar, bailar o levantar pesas ligeras, para estimular la formación de hueso.
- Evitar hábitos perjudiciales. Dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol, ya que estos hábitos pueden acelerar la pérdida de masa ósea.
✔️ Medicamentos
- Bisfosfonatos. Son los fármacos más utilizados en el tratamiento de la osteopenia, ya que disminuyen la reabsorción ósea y fortalecen los huesos.
- Otros medicamentos. En algunos casos, se pueden prescribir fármacos como los moduladores selectivos del receptor de estrógenos (SERM) o inhibidores de la resorción ósea, dependiendo de las características del paciente.
Decálogo para la salud ósea
La Sociedad Española de Reumatología ha elaborado un decálogo para prevenir la aparición de osteopenia y osteoporosis.
1. Ingesta adecuada de calcio
Se recomienda un aporte diario de 1 gramo de calcio para mantener una buena salud ósea en adultos. Puede lograrse con un litro de leche diario, aunque también existen otras fuentes ricas en calcio, como frutos secos (almendras, avellanas, nueces), legumbres (alubias blancas, garbanzos), pescados con espinas (como las sardinas en lata), vegetales de hoja verde (berro, brócoli), semillas (sésamo) y tofu.
2. Exposición al sol
Se recomienda una exposición moderada al sol, en verano de 10 a 15 minutos diarios, para estimular la producción de vitamina D. Durante el invierno, cuando la síntesis de vitamina D es menor, se sugiere aumentar el tiempo de exposición a alrededor de dos horas.
3. Ingesta de alimentos que aportan vitamina D
La dieta desempeña un papel importante en la obtención de la cantidad diaria necesaria de vitamina D. Se recomienda incluir en la alimentación productos lácteos, cereales, margarina y pescados grasos. Es muy beneficioso incorporar salmón, sardinas, atún y caballa de manera regular en el menú.
4. Nutrición adecuada
Consumir proteínas, frutas y verduras ricas en vitamina K (hortalizas de hoja verde, verduras como el brócoli y frutas como el kiwi) y magnesio (hortalizas de hoja verde, semillas de calabaza y lino, almendras) ayuda a mantener una buena salud ósea y muscular, que es un factor importante en la prevención del riesgo de caídas. La dieta también debería proporcionar zinc y vitamina B.
5. Ejercicio físico de forma regular
Realizar ejercicios de impacto, como caminar o correr, es bueno para mantener la salud muscular y ósea. Si hay antecedentes de fracturas vertebrales, es mejor evitar saltos y optar por caminar. Actividades como la bicicleta o la natación no ayudan tanto a mantener la masa ósea.
6. Mejora del equilibrio
Practicar actividades como taichí mejora el equilibrio y la percepción del esquema corporal, lo que contribuye a una reducción de tropiezos, caídas y pérdidas de equilibrio en personas mayores.
7. Evitar caídas en el hogar
Para prevenir caídas que podrían causar fracturas es importante asegurar una buena iluminación en casa, retirar alfombras y usar calzado antideslizante.
8. Precaución con ciertos fármacos
Hay que evitar tomar medicamentos que afecten la coordinación o aumenten el riesgo de caídas, como sedantes, antipsicóticos y antidepresivos, a menos que estén indicados por un médico. Es importante ajustar bien el uso de medicamentos antihipertensivos, ya que pueden causar hipotensión y desmayos.
9. Evitar tabaco y alcohol en exceso
Ambos pueden afectar negativamente la densidad ósea. Además, el alcohol incrementa el riesgo de caídas.
10. Consultar al médico tras una fractura
En caso de sufrir una fractura por una caída leve, es recomendable acudir al médico para descartar osteoporosis y prevenir nuevas roturas.