Crup en menores: qué es, síntomas, causas, tratamiento y prevención

Esta infección respiratoria aguda y benigna está producida por la inflamación de la laringe y la tráquea. Se caracteriza por una tos perruna y un ruido singular que puede empeorar por la noche
Por María Huidobro González 15 de noviembre de 2024
bebé tos crup
En otoño-invierno nuestros hijos pueden sufrir diversas infecciones respiratorias agudas. La mayoría pueden prevenirse o, al menos, reducir sus síntomas graves gracias a las vacunas. Así ocurre, por ejemplo, con la gripe, la tosferina o la bronquiolitis (en este último caso no es una vacuna, sino un anticuerpo monoclonal). Otras afecciones resultan más leves y las complicaciones son poco frecuentes, pero sus síntomas traen de cabeza a los padres y madres de los peques que las padecen. El crup es una de esas enfermedades. ¿Sabes en qué consiste, cómo se contagia y cuáles son sus causas, tratamiento y forma de prevenirlo? Te lo contamos a continuación.

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¿Qué es el crup en niños?

El crup, también conocido como laringotraqueobronquitis (laringitis aguda), es una enfermedad respiratoria aguda producida por la inflamación de las cuerdas vocales (laringe) y la tráquea, por lo que se estrechan y, a veces, dificultan la respiración. De hecho, el término anglosajón crup hace referencia al sonido de la tos y la respiración que hacen singular a esta infección vírica.

Muy común en bebés a partir de los 6 meses y en niños de hasta 3 años de edad, sobre todo en varones, esta afección tiene su máxima incidencia en otoño e invierno, y puede llegar a afectar al 6 % de los peques. Por fortuna, la mayoría de los casos son leves y benignos, pues no se necesitan antibióticos para superarla y tan solo un 5 % de los enfermos requieren hospitalización. Lo normal es que los menores con crup se recuperen en una semana.

Causas

Detrás del crup, por lo general, están los virus parainfluenza tipos 1, 2 y 3. Sin embargo, también puede originarse por el virus influenza —A y B causantes de la gripe— o el virus respiratorio sincitial (VRS), el de la bronquiolitis. Además, puede aparecer en el desarrollo de otras enfermedades como la varicela, el sarampión y hasta con la covid-19, tal y como reportaron en 2022 en Pediatrics.

Rara vez se atribuye a una causa bacteriana, pero también son posibles encontrar casos de laringitis aguda por Haemophilus influenzae tipo b (Hib) o Mycoplasma pneumoniae.

Síntomas del crup

¿Qué provoca el crup? Algunos síntomas de esta laringitis son comunes a otras enfermedades respiratorias, sin embargo, otros son más característicos.

tos laringitis
Imagen: Gustavo Fring

Al principio, el crup empieza como un catarro común (congestión nasal, mocos, fatiga) con febrícula. Después de unos 2-3 días, aparecen los signos típicos de la enfermedad, que pueden empeorar por la noche:

  • Tos seca metálica, similar al ladrido de los perros (tos perruna).
  • Voz ronca (ronquera) o afonía.
  • Dolor de garganta.
  • Fiebre.
  • Estridor: dependiendo de la inflamación y obstrucción de las cuerdas vocales, se escucha un ruido al coger aire. Se agrava cuando el menor tose, llora o se muestra nervioso.
  • Dificultad para respirar: la inflamación puede dificultar la entrada de aire, por lo que aparecerá una respiración rápida en la que se le marcan las costillas y se hunde el pecho.

Cómo se diagnostica

Si el peque tiene una tos perruna, ronquera o afonía con o sin el ruido inspiratorio, ya es suficiente para que el pediatra sospeche de que está ante el crup. No hace falta ninguna prueba analítica ni de imagen para emitir un diagnóstico. Eso sí, la exploración física determinará la gravedad y, por tanto, el tratamiento que se debe seguir.

Tratamiento del crup

Por lo general, los niños con crup pasan esta enfermedad de forma leve y sin más tratamiento que la medicación antiinflamatoria que recete el pediatra o un antitérmico para la fiebre. Aun así, en casa, las familias deberán tener en cuenta las siguientes indicaciones de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP):

  • Evita el humo del tabaco y el ambiente seco en el hogar. Para ello, se pueden poner depósitos de agua en los radiadores o usar humificadores.
  • ¿Cómo se quita la tos crup? La humedad puede mejorar los síntomas, por lo que es aconsejable mantener al niño durante 10-20 minutos con el vapor que se ha formado en el cuarto de baño al tener los grifos de agua caliente abiertos.
  • Respirar aire frío también puede ayudar: haz que el peque respire el aire fresco de la calle sacándole abrigado a la ventana o a la terraza. Según este estudio (2023), una exposición de 30 minutos a aire frío exterior (<10 ºC) es beneficiosa para reducir la gravedad de los síntomas, especialmente en los casos moderados.
  • Es normal que el menor esté inapetente. Ofrécele líquidos, pero no le fuerces a comer.
  • Importante: vigila su respiración.
  • No uses collarines de agua y alcohol. “No son efectivos y, además, pueden irritar la piel”, comentan los especialistas.
  • ¿Qué antibiótico es bueno para el crup? Ninguno. No necesitan tratamiento antibiótico. Tampoco le des jarabes, ni supositorios para la tos sin consultar con su pediatra.

Cuándo acudir a urgencias

bebé enfermo
Imagen: Photo By: Kaboompics.com

En unos pocos días (como mucho una semana), los niños estarán recuperados. Pero, a veces, los síntomas del crup no remiten e, incluso, se agravan tanto que es posible que sea necesaria la hospitalización del menor para tratar la obstrucción de las vías respiratorias con corticoides, adrenalina nebulizada u oxigenoterapia.

¿Cuándo consultar? La SEUP señala que hay que llevar al peque a urgencias en las siguientes situaciones:

  • Cuando haga ruido al coger el aire, aunque el niño esté tranquilo.
  • Si la dificultad respiratoria empeora: respira cada vez más deprisa, se le marcan las costillas, mueve mucho el abdomen, se le hunde el pecho o estira el cuello.
  • Cuando el niño tenga dificultad para tragar o babee mucho.

Cómo prevenir esta laringitis

El crup es muy contagioso: cuando el infectado tose o estornuda, ya está propagando el virus. Así que cualquier persona puede infectarse por contacto con el enfermo o con sus secreciones. Sin embargo, los niños mayores y los adultos infectados rara vez sufren la tos y la respiración dificultosa que caracterizan a la enfermedad, debido a que sus vías respiratorias están más desarrolladas. La inflamación es molesta, pero no complica la respiración.

A pesar de ser muy contagioso, todavía no hay vacuna para el virus de la parainfluenza que causa el crup. Por lo tanto, las únicas medidas de prevención que se pueden tomar son las habituales de cualquier infección respiratoria:

  • Evitar el contacto con personas enfermas, lo que incluye no compartir utensilios para comer ni vasos.
  • Lavado de manos.
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