Qué es el SIBO y por qué empeora con las comidas navideñas

El sobrecrecimiento bacteriano intestinal afecta a la digestión y puede causar inflamación en el intestino. Las comidas típicas de estas fiestas pueden empeorar los síntomas
Por Sonia Recio 24 de diciembre de 2024
SIBO empeora en comidas de Navidad
Para las personas que padecen enfermedades gastrointestinales como el sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO), las abundantes —y frecuentes— comidas navideñas pueden convertirse en un verdadero problema. Los síntomas asociados a esta patología suelen agravarse debido a ciertos alimentos y hábitos característicos de las celebraciones. Seguir una dieta baja en FODMAP, reducir el tamaño de las porciones y tomarse el tiempo necesario para saborear con tranquilidad ayudará a disfrutar de las fiestas de Navidad, sin por ello comprometer la salud digestiva.

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¿Qué es el SIBO y qué síntomas tiene?

El sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO) es un trastorno caracterizado por un aumento anormal de bacterias en el intestino delgado, donde están presentes en menor número. Este desequilibrio interfiere con la digestión y la absorción de nutrientes.

La doctora Eun Jin Han, especialista en aparato digestivo del Hospital Universitario Hospiten Sur (Arona, Santa Curz de Tenerife), destaca que las primeras señales que pueden sugerir la presencia de SIBO son inespecíficas. “Los síntomas que más suelen repetirse son la distensión y el dolor abdominal, meteorismo, borborigmos, diarrea, estreñimiento o flatulencias; todos ellos producto de la fermentación bacteriana de los nutrientes”, explica.

¿Por qué las comidas navideñas empeoran los síntomas del SIBO?

Las comidas navideñas suelen ser abundantes, con porciones mucho mayores de lo habitual, lo que puede sobrecargar el sistema digestivo y empeorar los síntomas del SIBO. Además, las reuniones familiares y sociales típicas de esta época pueden generar altos niveles de estrés, lo que también afecta negativamente la digestión.

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Imagen: iStock

Muchos de los alimentos típicos de estas fiestas son ricos en FODMAP (Fermentables, Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles), un grupo de carbohidratos de cadena corta que se absorben mal en el intestino delgado y fermentan en el colon. Alimentos como el pan (especialmente el blanco y el integral), los lácteos, las legumbres, ciertas frutas, los dulces, las bebidas carbonatadas y el alcohol tienen estos carbohidratos.

¿Cómo se diagnostica el SIBO?

Aunque fue identificado hace décadas, el SIBO ha cobrado mayor relevancia en los últimos años debido a su impacto en la calidad de vida, así como a su estrecha relación con intolerancias alimentarias y diversos trastornos digestivos. Esta patología es más frecuente en enfermos de diabetes tipo 1 y 2, enfermedad celíaca, trastornos en el eje cerebro-intestino o en personas que han sido sometidas a cirugías gástricas o intestinales. 

El método más preciso para diagnosticar el sobrecrecimiento bacteriano intestinal es un cultivo del líquido del intestino delgado (zona yeyunal). Sin embargo, este procedimiento requiere una gastroscopia, que es invasiva. Para evitarlo, se utiliza comúnmente la prueba del aliento, una alternativa no invasiva. “Mide la fermentación bacteriana a nivel intestinal tras la administración de un sustrato, a través de la cuantificación de hidrógeno (H2) y metano (CH4) expulsados en el aire alveolar, a intervalos de tiempo regulares, desde una situación basal y durante tres horas tras la administración de una dosis calculada de lactulosa”, comenta Jin Han.

Tratamiento para el SIBO

El tratamiento del SIBO debe centrarse en identificar y corregir las causas subyacentes para prevenir recaídas y deficiencias nutricionales. De acuerdo con las guías de prácticas clínicas, la doctora recomienda el uso de antibióticos no absorbibles, como la rifaximina, que han mostrado ser efectivos para aliviar los síntomas en hasta un 81 % de los pacientes, si bien su eficacia puede variar.

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Imagen: 5PH / iStock

Además, la especialista recalca la importancia de seguir una dieta baja en carbohidratos fermentables para mejorar, al menos de forma temporal, la sintomatología del meteorismo y la distensión. “Sin embargo, son dietas muy restrictivas que pueden tener consecuencias indeseables a largo plazo, por lo que su desarrollo debe hacerse a corto plazo y siempre orientado por un especialista en nutrición”, puntualiza.

En cualquier caso, es fundamental mantener una dieta equilibrada y evitar factores que puedan favorecer el sobrecrecimiento bacteriano, como el estreñimiento, el exceso de azúcares fermentables, el estrés, la ingesta rápida de alimentos y el uso recurrente de antibióticos.

Diferencias entre el SIBO y el síndrome del intestino irritable

El sobrecrecimiento bacteriano intestinal y el síndrome del intestino irritable (SII) son dos trastornos gastrointestinales que a menudo se confunden, debido a la similitud de algunos de sus síntomas. No obstante, son condiciones distintas con causas y mecanismos subyacentes diferentes.

  • Tal y como indica la doctora, el SII es un trastorno funcional digestivo, crónico y benigno, que se caracteriza por dolor abdominal y alteraciones en el hábito intestinal. Está relacionado con una sensibilidad especial del intestino y un fallo en la comunicación entre el sistema nervioso central y el sistema digestivo.
  • Por otro lado, el SIBO se considera un trastorno secundario causado por un desequilibrio de bacterias en el intestino delgado. Si el SIBO se presenta en pacientes con SII, puede agravar sus síntomas, como el dolor abdominal y los problemas intestinales.

“Es importante dejar claro que ni el síndrome del intestino irritable ni el SIBO causan cambios en el tejido intestinal, ni aumentan el riesgo de tener cáncer colorrectal, dos de las principales preocupaciones de los pacientes propensos a este tipo de afecciones”, concluye la especialista.

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