El plan de retorno voluntario se dirige a los inmigrantes desempleados que deseen regresar a sus países de origen. Facilita el traslado y garantiza el cobro de una prestación contributiva. Pero para quienes no pueden afrontar el coste del billete de vuelta u otros gastos, se contempla la concesión de ayudas complementarias.
Imagen: Guido Alvarez
El programa de retorno voluntario de trabajadores extranjeros no comunitarios ha registrado un total de 8.724 solicitudes de personas desempleadas. La cifra, según el Ministerio de Trabajo e Inmigración, «cumple las previsiones». Esta iniciativa está prevista para inmigrantes en situación de desempleo que procedan de países extracomunitarios con los que España haya firmado convenios bilaterales en materia de Seguridad Social. Quienes se acogen a este plan cobran la prestación por desempleo de manera anticipada, un dinero que algunos aprovechan para comprar el billete y cubrir los gastos generales de regreso. ¿Pero qué se puede hacer cuando esta cantidad es insuficiente?
Las ONG gestionan este programa, que concede ayudas para adquirir un billete internacional o abonar gastos imprevistos
La Secretaría de Estado de Inmigración ha creado para estos casos un plan de retorno social o humanitario. Las ONG gestionan el programa, cuyo objetivo es «paliar la difícil situación» de quienes desean regresar a su país pero carecen de los medios económicos para realizar el viaje. En este grupo se atiende a las personas refugiadas, desplazadas, solicitantes de asilo, bajo la protección del Estado por razones humanitarias e inmigrantes en situación irregular o con permisos de residencia y trabajo.
Estas personas pueden recibir ayudas que cubren la adquisición de un billete internacional, el desplazamiento desde el domicilio hasta el aeropuerto, los gastos de alojamiento de una noche por motivos de viaje, el abono de gastos imprevistos (como medicamentos) y una ayuda 50 euros por cada uno de los miembros de la unidad familiar y 400 euros por persona (hasta un máximo de 1.600 euros por familia) para la reintegración en su país.
Hasta el 10 de noviembre, un total de 3.160 personas se han acogido a este programa, frente a las 1.821 de 2008 y las 1.184 de 2007. La Comunidad de Madrid ha sido el principal foco de origen de quienes han retornado, seguida de cerca por Valencia, Andalucía y Cataluña. Bolivia, Argentina y Brasil son los países que más compatriotas han recibido.
Cómo se solicitan las ayudas
Este año, el programa de retorno social ha contado con un presupuesto de seis millones de euros, casi el doble que en 2008 y tres veces más que en 2007. El panorama económico ha condicionado los resultados del plan, puesto que entre los requisitos destaca la necesidad de «encontrarse en situación de falta de recursos económicos y vulnerabilidad social», que se debe acreditar con un informe de los Servicios Sociales del ayuntamiento correspondiente o de una ONG especializada. También es imprescindible demostrar una permanencia en España superior a seis meses.
Para acceder a estas ayudas, el Servicio Público de Empleo Estatal (INEM) debe reconocer la percepción del abono acumulado de la prestación por desempleo, para que las personas interesadas contacten con la Dirección General de Integración de los Inmigrantes (902 88 21 20), donde les informarán sobre las ayudas y la ONG «más cercana a su domicilio» que las tramite.
Las vías de entrada de los inmigrantes son varias. Además de las contrataciones en origen, otros llegan a nuestro país para cubrir alguno de los puestos del contingente de trabajadores extranjeros de régimen no comunitario. Sin embargo, las previsiones no son muy alentadoras para quienes buscan una oportunidad en España. En diciembre de 2008 se aprobó un paquete de 901 puestos de trabajo de carácter estable, frente a los 15.000 que se ofertaron el año anterior.
El contingente ha pasado de 15.000 puestos ofertados en 2008 a 901 en 2009 y se estima que las llegadas en patera se reducirán a la mitad
Otra posibilidad son los permisos de trabajo de temporada, previstos para campañas o actividades puntuales y cuya duración máxima es de nueve meses. Sólo en los contratos por obra y servicio se admite hasta un año de duración, pero nunca más. Ambas modalidades (empleo estable o temporal) se formulan “de forma genérica o nominativa, de acuerdo con los requisitos establecidos para cada una de ellas”.
Respecto a la llegada irregular de personas inmigrantes en patera, se estima que este año se reducirá a la mitad. Hasta julio, llegaron al país de esta forma un total de 4.457 inmigrantes, mientras que en 2008 alcanzaron la costa 13.424 personas. La entrada por medios aéreos y terrestres se ha reducido también un 30%.