Se puede donar material escolar, ropa usada, teléfonos móviles, libros, grandes o pequeñas sumas de dinero, una bicicleta, un ordenador y hasta medicamentos. La principal condición es que estén en buen estado, es decir, que puedan usarse. No es aconsejable donar objetos desgastados o que requieran un arreglo, ya que entonces será difícil aprovecharlos. En su lugar, las aportaciones económicas permiten adquirir los materiales necesarios y ahorrar en costes de traslado, aunque siempre conviene consultar con la ONG sus necesidades y preferencias.
Imagen: Elena A.
Cuando algo deja de usarse, son posibles varias alternativas. Se puede tirar, reciclar o donar a una ONG. Las organizaciones sin ánimo de lucro reciben con agrado casi cualquier material que puedan aprovechar. La campaña de recogida de teléfonos móviles es un éxito desde 2004. Pero otras iniciativas funcionan desde tiempo atrás con resultados similares y, después, se han puesto en marcha nuevas estrategias.
Bicicletas
Una de las campañas más novedosas es «Dona tu bici vieja», promovida para donar bicicletas a los inmigrantes subsaharianos que residen en un albergue de Albacete. Hasta el momento se han realizado dos entregas, el pasado 6 de febrero y el 6 de marzo. La campaña se puso en marcha en octubre del pasado año. Se recogen «bicis viejas o en desuso, para personas que las necesitan en su vida cotidiana para desplazarse en busca de trabajo o para acercarse a los núcleos urbanos».
Los objetivos son dos: la movilización solidaria y la concienciación medioambiental sobre la recuperación y el reciclaje. Respecto a las bicicletas, no deben estar muy deterioradas porque «una simple reparación costaría unos 10 euros», una cantidad que para algunas personas «supone pan, alimentos, ropa». Quienes quieran donar una bicicleta que ya no utilizan deben escribir un correo electrónico a: donatubicivieja@gmail.com
Ropa usada
El cuidado del medio ambiente es otra de las premisas de la ONGD Humana. Gestiona residuos textiles con la intención de proteger el medio ambiente y obtener recursos económicos para financiar proyectos de cooperación en países en vías de desarrollo. Aunque la sede central está en L’Ametlla del Vallès (Barcelona), tiene presencia en Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y Asturias. En total, cuenta con más de 3.300 contenedores para la recogida de ropa usada, ubicados en las calles mediante acuerdos de colaboración con más de 700 ayuntamientos y cerca de 500 entidades y empresas privadas. Sólo el pasado año recogió unas 16.600 toneladas de prendas.
Un porcentaje de la ropa que se recoge se vende a empresas de reciclaje y el resto se traslada a una de las tres centrales de clasificación que tiene la entidad. De ellas, un 15% se pone a la venta en las tiendas de segunda mano de Humana, un 40% se envía a África «para venderlas a precios bajos a comerciantes locales para satisfacer la demanda de estos países», alrededor de un 30% se vende a empresas de reciclaje textil debido a que su estado imposibilita su reutilización y el 15% restante se destina a los vertederos «porque son prendas que no se pueden reutilizar ni reciclar dado su estado», especifica la entidad.
Las prendas recogidas por Humana sirven para obtener recursos económicos que se destinarán a la realización de proyectos de cooperación internacional en educación, salud, integración social o desarrollo agrícola en países de África Subsahariana (Mozambique, Angola, Zambia, Namibia, Zimbabwe, República Democrática del Congo y Guinea Bissau), América (Brasil, Ecuador y Belice) y Asia (India y China). «Son proyectos duraderos alineados con las políticas de desarrollo de los gobiernos de los países de destino», explican desde Humana, que apuesta por el concepto de humanismo solidario, «una filosofía que concibe que la fuerza de los habitantes del Sur sea el factor que permita mejorar la realidad de estos países».
Libros
Donar material escolar o libros usados es una de las posibilidades que implica a los niños. La solidaridad infantil tiene un aliado en estas donaciones. Interlibros recoge volúmenes que se envían a ONG de Latinoamérica que trabajan a favor de la educación de niños y jóvenes. Se pueden donar libros en español, «nuevos o en buen estado», narrativos (cuentos, relatos, novelas juveniles) o de temas educativos (naturaleza, literatura, ciencias). Los libros que no se recogen son los libros de texto «porque los programas escolares de América Latina no se corresponden con los españoles».
Esta campaña de recogida de libros, «+Cultura», estará vigente hasta el próximo 15 de junio, aunque los colegios que lo deseen pueden tomar parte en otra iniciativa: «Cada Libro Cuenta». Con ella se pretende sensibilizar a la vez a los niños y a sus padres. Para ello, se propone la recogida de libros durante una semana y, en este tiempo, voluntarios de la entidad acuden a los colegios para enseñar a los alumnos fotografías que recogen momentos de la vida de otros niños en varios países de Latinoamérica.
Arte
La venta de arte es otra iniciativa de las ONG para recaudar fondos. El pasado 15 de marzo se celebró «Todos por Haití», un evento de Ayuda en Acción para este fin, mediante la venta de obras de arte donadas por un total de 23 artistas: pintores y escultores. Todavía se pueden comprar algunos cuadros, cuyos beneficios se destinarán a apoyar las tareas de reconstrucción de Haití.
Ordenadores
Los ordenadores son tan frecuentes en el hogar como su renovación. Cuando llega el momento de retirarlos, la donación es una alternativa de la que diversas ONG sacan partido. Telecomunicaciones Solidarias recicla ordenadores, que repara para que otras personas puedan utilizarlos, y admite donaciones. La idea es disminuir la brecha digital y «permitir que todo el mundo pueda beneficiarse de sus ventajas». La Fundación Bip Bip también apuesta por la reutilización de los equipos «para que personas sin recursos o en riesgo de exclusión tengan acceso a la formación y uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)». Con los equipos donados, se organizan aulas de formación, con ordenadores con conexión a Internet, que se reparan siempre que sea necesario.
El terremoto de Haití no sólo movió la tierra, sino también las conciencias y el interés por donar medicamentos. Sin embargo, Farmamundi recuerda que deben evitarse las recogidas de medicamentos de procedencia doméstica “por la complicación que conllevan en su gestión, el bajo aprovechamiento de los productos resultantes y que originan importantes gastos de almacenaje y destrucción en destino”.
Debe evitarse la recogida de medicamentos de procedencia doméstica “por la complicación que conllevan en su gestión”
Las recomendaciones se dirigen en especial al sector farmacéutico, que debe tener presentes las normas internacionales propuestas por la Organización Mundial de la Salud, entre otras entidades humanitarias, y cumplir con la Lista de Medicamentos Esenciales con que cuenta cada país y que permite saber con precisión qué se necesita. Los donativos deben responder a las solicitudes expresas del receptor, figurar en la lista de esenciales -o en su ausencia de la OMS- y cumplir las mismas normas de calidad y tener una presentación, potencia y formulación análogas a los medicamentos usados en el país receptor. “Los donativos no deben contener medicamentos que se hayan facilitado antes a pacientes y se hayan devuelto, ni muestras gratuitas”, precisa Farmamundi.