Por seguridad, pero también por economía. Mantener en buen estado los interruptores, enchufes, llaves de paso y todos los aparatos domésticos que funcionan con electricidad, puede ahorrar a los españoles cerca de 2.400 millones de euros al año. Estas instalaciones precisan un control y la normativa es cada vez más exigente: es obligatorio realizar una revisión periódica de la instalación eléctrica, al menos, cada 10 años en el caso de una vivienda nueva, o cada cinco si la casa tiene más de 25 años de antigüedad.
Instalaciones inseguras
El buen estado de las instalaciones eléctricas debido a un correcto mantenimiento puede traducirse en un ahorro anual de 2.400 millones de euros. Así lo sostiene la Plataforma para la Rehabilitación de la Instalación Eléctrica (PRIE), que agrupa a miles de empresas del sector desde 2003. A esto se suma la seguridad que supone revisar los enchufes y las llaves, entre otros elementos de la instalación, para que estén siempre como el primer día.
La realidad en España es que las instalaciones eléctricas de las casas no están en buen estado. Estos instaladores y empresarios señalan que cerca de 15 millones de viviendas en nuestro país (dos tercios del total) necesitan reformas, ya sea por motivos de seguridad o por eficiencia energética:
Siete millones tienen un bajo nivel de inseguridad (son propensas a incendios, descargas eléctricas o cortocircuitos) y el problema se podría solventar con una inversión media de 1.000 euros.
Alrededor de ocho millones de viviendas son muy inseguras y demandarían un gasto medio de 3.500 a 4.000 euros para adecuarlas a las normas de seguridad.
El precio medio de los servicios de los instaladores eléctricos es de 30 euros por hora
El mantenimiento correcto de la instalación de electricidad depende del propietario de la vivienda, ya que la responsabilidad de la empresa proveedora tiene efecto hasta la entrada de la red eléctrica en el hogar. Toda adecuación eléctrica por ampliación de ambientes o debido al desgaste de materiales corre por cuenta del particular.
El precio medio de los servicios de las empresas de instalación eléctrica es de 30 euros por hora. Si se decide contratar a una de estas compañías para adecuar la red a las necesidades de seguridad o eficiencia energética, siempre debe solicitarse un presupuesto de la obra. Tras dar el visto bueno, hay que firmar un contrato en el que consten:
Los arreglos concretos que se van a realizar.
Si el trabajo tiene en cuenta los materiales o no. Lo habitual es que el gasto de insumos se cargue por separado.
El precio de la mano de obra.
Los principales trabajos que se realizan en las viviendas son reparaciones de iluminación, cambio de interruptores quemados, sustitución de cableado, colocación de limitadores de intensidad o termomagnéticos, interruptores diferenciales o pequeños dispositivos de corte para cada circuito interno. Las empresas instaladoras aseguran que estas averías son pequeñas y no justifican planes especiales con tarifa plana, como sucede en el caso de talleres e industrias. En ocasiones, las comunidades autónomas conceden subvenciones para el mantenimiento correcto de las redes eléctricas domésticas, pero son sumas muy pequeñas que cubren una mínima parte de la inversión necesaria.
Normativa estricta
La normativa española sobre electricidad es bastante estricta, en especial, desde 2003. Ese año entraron en vigor algunas reformas sustanciales. Con anterioridad a esa fecha, ante cualquier fallo eléctrico -previsible o no- que ocasionara daños en una vivienda o a terceros, bastaba con demostrar un error en el diseño de la instalación para aclarar responsabilidades. Hoy, el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión ordena que las viviendas nuevas tengan una instalación eléctrica verificada por un técnico competente, autorizado por el ayuntamiento. A su vez, cualquier modificación debe llevarla a cabo un técnico autorizado por la Administración.
Esto implica que si arde una vivienda por un fallo eléctrico, la compañía de seguros del técnico que certifica la instalación tendrá que pagar todos los perjuicios primero y, después, analizar si el fallo se ha originado por un error en el diseño o ejecución de la instalación o bien por una manipulación indebida por falta de mantenimiento, sobrecarga, etc. En el primer caso, se hace cargo la administración competente, pero de lo contrario, será el propietario de la casa, o su seguro de responsabilidad civil o del hogar si lo tiene, quien pague los daños provocados a terceros.
Sin plazos concretos de inspección
El Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión, que establece las condiciones técnicas y garantías que deben reunir las instalaciones eléctricas conectadas a una fuente de suministro desde 2003, no predetermina plazos de inspección. Las empresas del sector demandan la obligatoriedad de las revisiones y plazos concretos, como sucede con el gas o con los vehículos de motor (ITV).
La normativa señala que los organismos de control estatales que aprueban la ejecución de obras y las empresas instaladoras deben determinar:
Las instalaciones y las modificaciones, reparaciones o ampliaciones de instalaciones que deberán inspeccionarse antes de su puesta en servicio.
Las instalaciones que deberán inspeccionarse de manera periódica.
Los criterios para la valoración de las inspecciones, así como las medidas que se adoptarán como resultado de las mismas.
Los plazos de las inspecciones periódicas.
La nueva ley española es aplicable a las obras nuevas, ejecutadas desde 2003. Pero las obras que se realicen sobre instalaciones anteriores, siempre que impliquen una reforma superior al 50%, deben también atenerse a las nuevas medidas de seguridad.
En el baño, las tomas de corriente, interruptores y aparatos de iluminación deben estar, al menos, a un metro de la bañera o ducha
No todos los ambientes de la casa exigen la misma estructura de instalación. En el cuarto de baño, es necesario aplicar normas de seguridad específicas: las tomas de corriente, interruptores y aparatos de iluminación deben estar, al menos, a un metro de la bañera o ducha.
Algunos componentes esenciales de la instalación eléctrica no deben dejar de revisarse para determinar el estado de la red interna:
Limitadores de intensidad: protegen la instalación de cortocircuitos y sobrecargas por exceso de intensidad en la línea.
Interruptor diferencial: si al pulsar el interruptor se corta la corriente eléctrica, significa que funciona bien.
Pequeños interruptores automáticos: Deben contar con elementos de corte y protección para cada circuito.