Son numerosas las personas obesas o con sobrepeso que usan complementos dietéticos con fines adelgazantes. La venta libre de este tipo de productos es una realidad que queda reflejada en los escaparates de farmacias y tiendas de herbodietética, sobre todo, durante esta temporada previa al verano. Un hábito que también se traslada a Internet, donde se encuentran anuncios con llamativos mensajes en los que el chitosan es uno de los compuestos más utilizados en este tipo de complementos dietéticos. Se promociona como un remedio para reducir la absorción de grasas. Sin embargo, a pesar de su uso, los ensayos clínicos no han dado muestras claras de su eficacia para tal efecto. Esta misma postura quedó reflejada en el estudio realizado por el equipo de nutricionistas de EROSKI CONSUMER sobre productos para perder peso que incluían chitosan.
Evaluación sin buenos resultados
Las leyendas que acompañan a los envases que contienen cápsulas o comprimidos de chitosan -muchos de ellos se pueden comprar por Internet- son contundentes y convincentes a priori. Se trata de mensajes como: » elimina la grasa del cuerpo antes de que pueda ser absorbida» y «tiene la capacidad única de unirse a las grasas en el estómago antes de que hayan sido metabolizadas, lo que impide su absorción en el tracto digestivo. En lugar de ser absorbida, la grasa se elimina del cuerpo». ¿Pero qué es este compuesto?
Se concluye que el efecto del chitosan sobre el peso corporal es mínimo y sin importancia clínica
El quitosano es un polisacárido que se produce a partir de la quitina, una sustancia que forma el exoesqueleto (la concha) de los crustáceos (gambas, langostinos, cangrejos, camarones…). Varios estudios realizados en laboratorio («in vitro») han mostrado que el chitosan se une a la grasa de la dieta y a los ácidos biliares. Debido a este mecanismo de acción, se teoriza que puede ser útil para controlar el peso, así como para el tratamiento de la hipercolesterolemia.
No obstante, a pesar de su uso, su supuesta capacidad para reducir la absorción de grasas, tomado antes de las comidas principales, no ha quedado demostrada en los ensayos clínicos de mayor relevancia científica realizados en humanos. En el metanálisis sobre la evaluación del chitosan en el tratamiento de la pérdida de peso corporal llevado a cabo en 2001 por Max Pittler y Edzard Ernst, evidenciaron la controversia de resultados en distintos estudios clínicos. Los dispares efectos muestran, por una parte, las limitaciones de las investigaciones y, por otra, la necesidad de profundizar en el asunto antes de recomendar el uso seguro y eficaz de este compuesto.
En los estudios que demuestran una diferencia sustancial en la pérdida de peso de los pacientes, el complemento dietético acompañaba a una dieta hipocalórica, en algunos casos de tan sólo 1000 Kcal. Sin embargo, en los ensayos en los que no se pautaron cambios dietéticos y sólo se evaluó el efecto del chitosan no se hallaron diferencias significativas en la pérdida de peso entre el grupo placebo y el grupo intervención.
En la última revisión publicada en 2008 por las Unidades de Investigación de Ensayos Clínicos de las Universidades de Auckland, en Nueva Zelanda, y de Oxford, en Reino Unido, incluyeron los ensayos clínicos de máxima calidad en el tratamiento con chitosan del sobrepeso y la obesidad de personas adultas, con una duración mínima de cuatro semanas. Los autores revelan que ciertas pruebas evidencian la efectividad en mayor medida del placebo en el tratamiento a corto plazo en casos de sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, la calidad de muchos de estos ensayos es mala y, por tanto, los resultados y variables poco fiables. La conclusión, por tanto, más destacada es que los ensayos de alta calidad indican que el efecto del compuesto sobre el peso corporal es mínimo y sin importancia clínica.
Al hilo de esta importante cuestión de salud pública, el equipo de nutrición de EROSKI CONSUMER analizó el fundamento clínico de distintos productos para perder peso de venta en farmacias. En el informe exclusivo se advierte de la inutilidad del uso en la disminución de la absorción de grasa o en su eliminación y, por ende, en el tratamiento de la obesidad. Y destacan, entre otros, los complementos elaborados con chitosan, como el Fat away y el Obegrass.
Alerta en personas alérgicas
El consumo de productos con chitosan no está exento de efectos secundarios. En todos los estudios clínicos se reportan eventos adversos leves principalmente de índole gastrointestinal como estreñimiento y flatulencia, u otros como náuseas y ardor de estómago. Además, las personas con alergia al pescado y al marisco deben tener en cuenta estos complementos, ya que contienen una sustancia derivada de los crustáceos. Esta advertencia no estaba indicada en su día en el etiquetado del Obegrass, por ejemplo, con el riesgo para la salud que supone elconsumo de este producto por parte de personas alérgicas.
El creciente uso de métodos no convencionales para perder peso ha llevado al Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN) a analizarlos e informar sobre su grado de eficacia, fiabilidad y/o riesgo que conlleva su empleo. En su última revisión, este grupo desaconseja el uso de los “Tests de sensibilidad alimentaria” basados en análisis de sangre, como pruebas diagnósticas para el tratamiento de la obesidad, así como para detectar posibles alergias y/o intolerancias alimentarias.
Los tests de sensibilidad alimentaria no son una herramienta útil para el diagnóstico o el tratamiento de la obesidadSu postura es clara y contundente al informar de que ni estas pruebas, ni los tratamientos dietéticos que se pautan a raíz de sus resultados han sido validados por la comunidad científica. Con su posicionamiento, el GREP-AEDN se une a las posturas de las sociedades clínicas más importantes en el campo de la alergología y la inmunología al considerar que “someterse al tratamiento dietético derivado de los resultados de dichos tests (caracterizados por la restricción de alimentos) no sólo representa un desperdicio económico, sino que puede conllevar riesgos para la salud”.