Las intervenciones para colocar prótesis son frecuentes y el progresivo envejecimiento de la población hace prever que el uso de esta técnica aumentará de forma exponencial en los próximos años. Sin duda, la edad es un factor clave en el deterioro de las articulaciones y la artrosis es una enfermedad relacionada con el paso de los años. En este escenario, el dolor y la limitación funcional son los dos principales motivos para sustituir una articulación dañada por una prótesis. Pero, ¿seria posible utilizar estructuras elaboradas con los propios tejidos del afectado en lugar de las fabricadas en metal, cerámica y plástico actuales? ¿Se podrían regenerar con una cirugía mínima o, incluso, sin ella? La respuesta, quizá, la tienen los avances de la ingeniería de tejidos.
Imagen: wirtschaftsteiermark
Un equipo de investigadores ha dado un paso hacía delante al conseguir fabricar prótesis biológicas para animales. Se ha logrado regenerar con éxito superficies articulares de hombro mediante células propias. En primer lugar, se construyó una estructura similar a la articulación natural. El dispositivo, que podría describirse como una especie de andamio o armazón biológico, se preparó con factores de crecimiento (sustancias capaces de estimular el crecimiento y diferenciación celular) para atraer las células del animal, incluidas células madre, y que se convirtieran en cartílago y hueso.
Esta estructura se implantó en el hombro mediante cirugía para sustituir la parte dañada. El estudio se realizó en conejos que, operados de esta manera, lograron una mejor recuperación que otros en los cuales no se había utilizado esta técnica. Al cabo de cuatro meses, se comprobó que el implante había regenerado la superficie de cartílago en la nueva cabeza del húmero (hueso del brazo que se junta con la escápula, por la articulación del hombro).
El uso de prótesis biológicas podría evitar los recambios por deterioro al cabo de unos años
Según los autores, es la primera vez que se logra una regeneración de cartílago con este tipo de dispositivo. No se detectaron complicaciones ni efectos adversos. El trabajo, publicado en la revista ‘The Lancet’, lo han liderado Chang H Lee y James Cook, de las Universidades de Columbia y Missouri, respectivamente.
En un futuro, estas articulaciones biológicas, creadas con las propias células del afectado, podrían reemplazar a los actuales implantes artificiales. También cabe preguntarse si esta técnica podría acabar con la necesidad actual de los recambios de prótesis, ya que estas estructuras, con el paso del tiempo, sufren un deterioro que obliga a su sustitución al cabo de unos años. Sin duda, el avance podría cambiar de manera radical la calidad de vida de muchos pacientes.
Alerta por prótesis defectuosas
A pesar de que las prótesis se utilizan desde hace años, ni la técnica ni la estructura en sí están exentas de riesgos. A finales del año pasado, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) alertó sobre unas prótesis de cadera defectuosas, las prótesis «Depuy asr articular surface replacement» y «Depuy asr xl acetabular«, fabricadas por DePuy en Reino Unido y distribuidas en España por Johnson & Johnson Medical.
Los primeros síntomas de alarma ya se registraron a principios de 2010 en Reino Unido y Australia, cuando se hizo evidente que muchos de los pacientes a quienes se había implantado este tipo de prótesis se quejaban de dolor. Al inicio, la compañía distribuidora lo consideró un problema puntual aunque, al cabo de unos meses, el peso de la evidencia obligó a la multinacional a lanzar esta alerta para efectuar un seguimiento estrecho de los pacientes. La empresa manifestó su intención de afrontar los gastos derivados del seguimiento y tratamiento de los pacientes, incluido el cambio de prótesis, si se consideraba necesario.
El problema radica en el aumento del número de aflojamientos detectados a los cinco de años de la implantación, así como en la posible cesión de restos metálicos de la aleación cromo-cobalto a los tejidos circundantes a la prótesis, que pueden causar dolor o inflamación. Esto no significa que sea necesario extraerlas, sino que es una alerta para se que estreche la vigilancia. En pacientes portadores de este tipo de prótesis, se aconseja un control radiológico para determinar el estado de la prótesis y un análisis para conocer los niveles de cromo y cobalto en sangre. A partir de los datos obtenidos, se valora si está indicada la sustitución.
Las prótesis de cadera “Depuy asr articular surface replacement” y “Depuy asr xl acetabular” se comercializaron a partir del mes de julio de 2003, por lo que las personas intervenidas antes no están afectadas. En España, se habían distribuido en 70 centros repartidos en todas las comunidades autónomas, excepto en Aragón, Cantabria, Ceuta, Extremadura, Melilla, Navarra y La Rioja. Las personas con prótesis de cadera pueden comprobar en la tarjeta de implantación o en el informe médico que recibieron tras la intervención si sus prótesis corresponden a las defectuosas. En este caso o ante la duda, si no les han llamado desde el centro donde se realizó la intervención, deben contactar con el hospital para someterse a un control.