Las luces con tecnología LED (Light Emision Diode, diodo de emisión de luz) consumen menos energía y duran mucho más que las bombillas convencionales, además de tener un coste de mantenimiento mínimo. Parecen el candidato idóneo para controlar el despilfarro del alumbrado público en España, que asciende a 450 millones de euros anuales, casi el doble que Alemania. Sin embargo, sus inconvenientes en la actualidad lo descartan como una buena idea, según varios expertos.
LED: su ahorro se exagera
La Asociación contra la Contaminación Lumínica Cel Fosc asegura que la información comercial exagera sus bondades. Una luz LED no siempre es más eficiente, ya que en algunos casos hace falta consumir más energía para producir la misma luminosidad que otro tipo de bombillas.
Las luces LED podrían provocar más contaminación lumínica que las convencionalesAlejandro Sánchez, investigador de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), considera positivas las posibilidades de la tecnología LED, pero no con los modelos que se instalan en la actualidad ni de la forma en que se hace. Sánchez cree que es imposible ahorrar en instalaciones idóneas el 80%.
Posibles efectos negativos en la salud
Diversos estudios científicos demuestran que la luz blanca de las LED es la que más afecta a la melatonina. Esta hormona controla el ritmo circadiano del cuerpo y le protege frente a diversas enfermedades, como alteraciones degenerativas o ciertos tipos de cáncer.
Pueden generar contaminación
La luz de las LED se dispersa con la mayor eficacia en la atmósfera, de manera que incrementa el característico halo luminoso. Por ello, si no se instala de manera correcta, podría provocar más contaminación lumínica que las convencionales que sustituiría.
Un estudio de la Unión Americana de Geofísica señala que el brillo de este tipo de luces aumenta la contaminación del aire, al interferir en ciertas reacciones químicas. Se podrían generar más óxidos de nitrógeno, uno de los gases involucrados en la polución urbana.
Desde Ecologistas en Acción señalan que habría que precisar si las bombillas se producen en España o se importan de China, cuyos estándares medioambientales son menos exigentes.
Algunas especies pueden salir perjudicadas
La luz blanca de los diodos LED emite una gran cantidad de radiación en longitudes de onda corta. Por tanto, es la luz que más altera la conducta de las especies de vida nocturna. Las normativas sobre alumbrado más avanzadas exigen luminarias por debajo de los 440 nanómetros de emisión de flujo luminoso, un valor que los actuales LED blancos sobrepasan.