Las tortillas se pueden elaborar con casi cualquier ingrediente. Esto se comprueba a menudo cuando no se tiene mucho tiempo para cocinar y se improvisa una tortilla rápida. También cuando se echa un vistazo a la nevera o a la despensa y se cogen los huevos, el aceite, la sal, una sartén y se formula una pregunta: “¿De que queréis que haga la tortilla?”. En ese momento, surgen todas las posibilidades, según los más variados gustos personales: de jamón, de pechuga de pavo, de chorizo, de espárragos trigueros y gambas, de acelgas, champiñones… Además de la consagrada tortilla de patatas. Pero esta también cuenta con sucedáneos, como la tortilla de patatas chips, donde las patatas frescas se sustituyen por patatas fritas de bolsa. El resultado es una tortilla crujiente, fácil y sorprendente, que puede salvar de un apuro en una cena improvisada o un aperitivo.
Tortilla caprichosa de emergencia
La tortilla admite casi todas las combinaciones imaginables. El resultado depende, sobre todo, del tiempo disponible y del fondo de nevera o despensa. Pero hay una tortilla que en la culinaria española es intocable. Ese hueco lo ocupa la tortilla de patatas.
La tortilla se puede elaborar con un sinfín de combinaciones imaginables
Entre otras, puede elaborarse con o sin cebolla, rellena o sin rellenar, pero lo que gusta y se espera de ella es que quede jugosa, con grosor suficiente y textura dulce. Una tortilla con una equilibrada mezcla de patata cortada en cuadrados pequeños o rodajas, frita a fuego suave casi confitada, escurrida de aceite y mezclada con el huevo batido para que al cuajarla quede al gusto de cada uno. Hay a quien gusta casi deshecha en su interior o con el huevo bien cocinado y más seca.
Su elaboración es casi sagrada y su presentación refleja en gran medida la pericia de la persona que la cocina: si sabe hacer una buena tortilla de patata, sabe hacer casi cualquier receta.
Y de pronto aparece la tortilla 2.0, la tortilla de emergencia, la de los pisos de estudiantes, la que refleja que apetece una tortilla diferente, sin espumas ni sifones, sin deconstrucciones, pero tortilla de patata, rápida, fácil, sorprendente y diferente: la tortilla de patatas chips.
Utilizar un aperitivo «de bolsa» puede resultar sorprendente y curioso para probar, al menos, una vez. A partir de ahí, se decide si entra en el recetario de caprichos o se destierra por infame copia de una tortilla de patatas insustituible.
Su elaboración paso a paso
Para elaborar una tortilla de patatas chips, se emplea una bolsa de este tipo de patatas, lisas u onduladas, según el gusto. Usar patatas lisas consigue como resultado una tortilla con crujiente interior muy apetecible.
La tortilla de patatas chips puede contemplarse como un plato del recetario de caprichos para momentos concretos
Se procede de la siguiente manera: se baten los huevos, se trocean las patatas chips sobre el huevo batido, pero no en exceso, y se cuaja de inmediato en una sartén antiadherente con un poco de aceite de oliva. Al hacerlo rápido, se consigue que la tortilla mantenga el toque crujiente una vez elaborada. De igual modo, se ha de consumir al instante, ya que pasado un tiempo la humedad del huevo empapa la patata y la tortilla pierde su textura crujiente.
Las patatas chips onduladas, debido a su grosor, pueden «sustituir» a la patata natural. Se procede de la siguiente manera: se ponen a remojo cubiertas de leche o de un caldo de ave durante 5 minutos, de forma que se rehidratan ligeramente, se escurren, se mezclan con el huevo batido, se cuaja la mezcla en una sartén antiadherente caliente con unas cucharadas de aceite de oliva. El resultado es una tortilla más similar a la tortilla de patatas original.
La propuesta de tortilla de patatas chips se concluye con tres recomendaciones:
- No comparar las tortillas: cada tortilla tiene su estilo, su momento y su público.
- No conviene agregar sal al huevo, ya que las patatas chips ya están saladas.
- Si ha gustado la idea, se puede probar a elaborar tortilla de patatas chips con las distintas variedades de sabores a la venta en el mercado. Todo un mundo de posibilidades gustativas.