Microcápsulas para larvas de peces

La puesta a punto de microcápuslas de alimentos podría contribuir a asegurar el aporte de nutrientes necesario para larvas y a abaratar costes de producción
Por EROSKI Consumer 29 de octubre de 2003
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Imagen: ICMAN-CSIC

En el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC), en Cádiz, se ha obtenido y patentado alimento microencapsulado para larvas de peces, así como el procedimiento para su elaboración. El producto se ha concebido para minimizar las dificultades de esta etapa crítica del proceso de acuicultura, que es la alimentación durante las primeras etapas de vida en la cría de peces marinos.

Uno de los factores que históricamente han limitado el rendimiento de las explotaciones dedicadas a la acuicultura es la alimentación que debe suministrarse a las distintas especies ictícolas cultivadas. El equilibrio, al menos desde los años setenta, momento en el que este tipo de instalaciones empiezan a proliferar a nivel internacional, siempre se ha buscado en el aporte de los nutrientes precisos para que los animales alcancen un crecimiento óptimo y, en paralelo, ofrezcan las suficientes garantías de calidad y seguridad para su distribución y consumo.

El equilibrio se alcanzó hace años con la llegada de piensos para pescado que cumplían con ambos objetivos. Pero los animales que mayor beneficio sacaban, y continúan sacando, de ellos, son los que han alcanzado las fases adultas. Para los juveniles, y sobre todo para las larvas, la alimentación continúa siendo un problema. Su sistema digestivo, todavía en formación en las etapas más tempranas, así como su sistema inmunológico, poco maduro, no siempre es capaz de asimilar los nutrientes de los piensos. Por otra parte, el recurso a «alimentación natural», como microcrustáceos, aunque suficientemente seguro, supone un coste añadido importante.

Investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC), en Cádiz, han obtenido y patentado alimento microencapsulado para larvas de peces, así como el procedimiento para su elaboración. Con este producto, actualmente en fase pre-industrial, esperan minimizar las dificultades de esta etapa crítica del proceso de acuicultura.

Las microcápsulas tienen como objetivo aportar los nutrientes necesarios para el desarrollo de peces de acuicultura en sus fases larvarias

«Hasta ahora lo que se hace es dar una dieta de zooplancton a las larvas», explica Manuel Yúfera, investigador que ha dirigido este proyecto. Se trata de una dieta basada en presas vivas de rotífero y artemia (microcrustáceos). Los rotíferos se pueden criar en estanques con algas, pero «es engorroso, y obliga al piscicultor a tener, paralelamente, tiempo, mano de obra y espacio para cultivarlos». Más difícil es en el caso de artemias. Como no se ha conseguido un sistema de cultivo eficaz, se recolectan sus quistes (huevos ya embrionados) y se comercializan en latas. El acuicultor sólo tiene que poner esos huevos a eclosionar. El problema, explica Yúfera, es que son pocos los lugares donde se recolectan industrialmente los quistes de artemia, así que no sólo se trata de un producto escaso y muy caro, sino que presenta un alto riesgo de sobrexplotación.

Un problema de estabilidad

Una opción considerada normalmente, la de triturar el pienso para conseguir partículas más pequeñas adecuadas para las larvas (de 100 a 200 micrómetros), no es viable, señala el investigador. Las partículas se disuelven en el agua demasiado deprisa y por norma general mucho antes de llegar a las larvas.

Por otra parte, en condiciones normales de engorde los granos de pienso son de 3 a 8 milímetros y los peces las comen muy deprisa, con lo que no da tiempo a que se disuelvan. La tecnología de aglomeración para estos tamaños permite una alta estabilidad y los juveniles que ya han superado la fase larvaria comen muy deprisa, con lo que no da tiempo a que el pienso se degrade antes de ser ingerido.

De ahí surgió la idea de hacer una microcápsula que diera mayor estabilidad a las micropartículas de pienso, para evitar que se disolvieran demasiado deprisa. Pero tampoco debían ser demasiado resistentes, para permitir su digestión por parte de las larvas, «que tienen un sistema digestivo y enzimático aun en formación». El proceso que han desarrollado a escala de laboratorio permite obtener microcápsulas de diferentes medidas y que contienen todos los componentes nutritivos de la dieta.

Las microcápsulas conseguidas se dispersan fácilmente en agua y se mantienen estables hasta que son ingeridas por las larvas. Un aspecto relevante es que se pueden almacenar en seco durante largos períodos sin que se vean modificadas sus características. También pueden congelarse.

Ya han sido probadas con larvas de doradas y lenguados y los resultados muestran que son fácilmente digeridas por las larvas. En opinión de Yúfera, los resultados «son buenos dentro de lo que es el estándar». Ahora el reto esté en llevar el procedimiento de producción a mayor escala, lo que puede requerir algunos cambios en la metodología de encapsulación para permitir la obtención de un producto con un coste razonable.

En cualquier caso, añade el investigador, las microcápsulas no vendrían a sustituir la dieta actual basada en microcrustáceos sino a complementarla, lo que repercutiría en un menor esfuerzo por parte del acuicultor y en una menor explotación de las reservas naturales de artemia. Yúfera, no obstante, no descarta que a medio plazo esta tecnología permita la sustitución total del alimento vivo.

Sustitución completa

El nuevo alimento, explica este investigador, también «permitirá empezar a estudiar de forma controlada el desarrollo y la fisiología de las larvas y su relación respecto a la dieta, un paso necesario para conseguir la sustitución completa». Este es un ámbito en el que todavía queda mucho por saber, y es esencial porque la calidad futura de la acuicultura depende de la dieta.

Este tipo de investigaciones, por otra parte, también abren la puerta al estudio de la composición de los piensos para diferentes especies, posibles mejoras o su efecto sobre la salud de los animales. Actualmente, por ejemplo, se trabaja para ver como se pueden sustituir proteínas de pescado en los piensos de engorde para peces por proteínas de origen vegetal. Al fin y al cabo, uno de los objetivos de la acuicultura es evitar la sobreexplotación de los recursos disponibles. «Si se tiene que pescar para alimentar a peces de las piscifactorías, la acuicultura ya no es acuicultura».

FISIOLOGÍA Y CULTIVO DE LARVAS DE PECES
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Imagen: ICMAN-CSIC

El cultivo de larvas de peces, así como la caracterización de su fisiología, viene siendo una línea habitual de investigación en Cádiz desde mediados los años setenta. Su principal objetivo es poner a punto las técnicas de producción masiva de juveniles de peces marinos de interés comercial en la zona.

En este contexto, los investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía han puesto en marcha distintas líneas de investigación que abarcan desde el control de la reproducción e inducción de la puesta en peces hasta el estudio y caracterización de la fisiología, metabolismo y nutrición durante el desarrollo larvario. La puesta a punto de técnicas de producción masiva de rotíferos y el diseño de dietas microparticuladas para su utilización en las fases larvarias cierran su capítulo de investigación y desarrollo.

En la actualidad el grupo está trabajando con dorada (Sparus aurata) y lenguado (Solea senegalensis), las dos especies autóctonas de mayor importancia comercial. Los objetivos perseguidos, tanto desde el punto de vista de la investigación básica como desde una perspectiva aplicada, consisten en avanzar en el desarrollo de la tecnología de cultivo a escala industrial de estas especies para mejorar la eficiencia y rentabilidad del proceso. Habitualmente el trabajo se realiza en colaboración con el sector productivo, contribuyendo así al proceso tecnológico e industrial de la acuicultura en la zona.

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