Naciones Unidas se comprometió hace cuarenta años a destinar como Ayuda Oficial al Desarrollo el 0,7% de la Renta Nacional Bruta. Sin embargo, hoy en día, tan solo 5 de los 22 países donantes cumplen este compromiso. El descenso de las ayudas es generalizado en todo el mundo, pese a que las necesidades aumentan, como ha puesto de manifiesto la reciente agudización de la situación en el Cuerno de África.
Durante este año, España prevé destinar a estas ayudas el 0,4% de la Renta Nacional Bruta, con un volumen total de 4.233,71 millones de euros de Ayuda Oficial al Desarrollo neta, según señala el Plan Anual de Cooperación Internacional (PACI) 2011. Esto significa que tampoco alcanzará la meta del 0,7% en 2012, pese a que así lo establece el Plan Director 2009-2012. Sí se mantiene el objetivo de llegar a esta cifra en 2015, cuando se deberían cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
La crisis económica y financiera internacional ha limitado a escala global la disponibilidad de recursos
La crisis económica y financiera internacional ha limitado esta ayuda y ha «tensionado también a escala global la disponibilidad de recursos tradicionales para la ayuda al desarrollo, en el marco de los ajustes presupuestarios». La presión es patente, ya que se trabaja con el horizonte de 2015 y los ODM «con recursos financieros más limitados». En el propio PACI se reconoce que esta limitación «se traduce en una disminución del volumen de Ayuda Oficial al Desarrollo respecto al año anterior y en el esfuerzo respecto a la Renta Nacional Bruta, con un impacto en todas las administraciones públicas».
Alboan ha analizado la cooperación pública española, que considera de un tamaño considerable si se compara con la de otros países donantes miembros del Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). No obstante, su estudio revela una caída. Mientras en 2009 ocupó el sexto puesto, el pasado año bajó a la séptima posición, entre un total de 23 países donantes.
Principales crisis
La situación de emergencia en el Cuerno de África centra el mayor interés de los donantes en la actualidad, pero otras catástrofes ocurridas este año o iniciadas hace más tiempo suponen también motivo de ayuda. Las zonas afectadas por el terremoto de Haití ocurrido el año pasado todavía requieren fondos, sobre todo, porque la situación ya era complicada antes de que sucediera. Además, en 2010 más de siete millones y medio de personas se enfrentaban al hambre y la desnutrición en Níger y Pakistán quedó anegado por el agua, recuerda Intermón Oxfam en el informe «La realidad de la ayuda 2010«.
Este trabajo detalla el recorte de 800 millones en la ayuda al desarrollo entre 2010 y 2011, cuyo impacto considera múltiple «en un momento en el que las cifras de hambre en el mundo siguen alcanzando nuevos récords», puesto que una de cada seis personas se enfrentan a esta situación, y «los efectos de las sequías e inundaciones son cada vez más devastadores por la creciente gravedad de los fenómenos climáticos extremos y la mayor vulnerabilidad de las personas». Además, insiste en que los recortes llegan justo cuando quedan cinco años para alcanzar los ODM.
No obstante, Intermón Oxfam revela «un desfase entre las prioridades acordadas internacionalmente y lo que se ejecuta en la práctica» con ayuda al desarrollo. Asevera que la AOD está determinada «tanto por consideraciones políticas y estratégicas de los países donantes como por el desempeño político y/o económico de los gobiernos receptores». El informe detalla, a partir de datos preliminares del CAD de 2008, que los diez principales receptores fueron Iraq, Afganistán, Indonesia, China, India, Vietnam, Etiopía, Sudán, Bangladesh y Egipto. Sin embargo, Iraq recibió casi diez veces más ayuda que Egipto, y la ayuda a Iraq, Afganistán, China e India «fue el equivalente a casi 20.000 millones de euros, un 74% de toda la ayuda de los donantes del CAD otorgada a los países de África subsahariana». Ese año, el informe «Las diez crisis humanitarias más desatendidas de 2008», que Médicos Sin Fronteras publica con carácter anual, destacó que estas fueron los desplazamientos masivos de población civil, violencia, y necesidades médicas sin cubrir en la República Democrática del Congo (RDC), Somalia, Iraq, Sudán, Etiopía y Pakistán, además de emergencias médicas olvidadas en Myanmar o Zimbabue.
El informe de Alboan, elaborado a partir de datos de la OCDE, revela que los principales donantes son las grandes potencias occidentales tradicionales (Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido) y Japón, con partidas ligeramente superiores en 2010. Los puestos sextos y séptimo fueron para España y Países Bajos, con descensos en los dos casos. Estados Unidos destinó el pasado año 30.154 millones de dólares, seguido de Reino Unido (13.763), Francia (12.916), Alemania (12.723), Japón (11.045), Países Bajos (6.351) y España (5.917).
El año 2099 se caracterizó por la congelación de los fondos destinados a la cooperación
En total, se destinaron cerca de 129.000 millones de euros (10.000 millones menos que el año anterior), aunque esta cifra es insuficiente para responder “a las necesidades del desarrollo mundial”, señala Alboan. El informe de Intermón Oxfam indica que España ha recortado la AOD “hasta situarla en los niveles de 2007, una caída que tiene sin duda un impacto directo en la vida de miles de personas que viven en la pobreza”. Incluso asegura que este recorte de la ayuda “ha sido el mayor entre los principales donantes”, que en 2009 se caracterizaron por la congelación de los fondos destinados a la cooperación.