La situación es dramática. El Cuerno de África se enfrenta a la peor crisis de los últimos 60 años y toda ayuda es poca. UNICEF calcula que más de dos millones de niños sufren desnutrición -entre ellos, 500.000 están en inminente riesgo de muerte-, pero la crisis afecta ya a más de once millones de personas. Se han establecido puentes aéreos de emergencia y se trabaja en terreno con las contrapartes para atender las numerosas necesidades. Pero es insuficiente y, sin los fondos necesarios, podría ser peor. La FAO ha alertado de que la situación “exige una ayuda internacional masiva y urgente”. Falta agua potable, alimentos, atención sanitaria y servicios de saneamiento. Las donaciones son indispensables. Varias ONG han puesto ya a disposición de todas las personas los correspondientes números de cuenta para que contribuyan a paliar una crisis que ya se ha reconocido como la más grave en todo el mundo.
Ayuda a los niños
En Somalia, más de un millón de niños corre el riesgo de perder su vida
Son más de dos millones de niños. Están desnutridos -con índices de hasta el 80% en algunas zonas- «debido a la dramática situación de sequía, al aumento sin precedentes en el precio de los alimentos -entre un 60% y un 80%- y los continuos conflictos», describe UNICEF. Somalia, Kenia, Etiopía y Yibuti se enfrentan a la peor crisis registrada en las últimas décadas en el denominado Cuerno de África. Si no se hace nada, la vida de muchos niños y otros tantos mayores correrá un grave peligro, ya que además, «la vulnerabilidad frente a enfermedades es extremadamente alta para mujeres y niños», agrega UNICEF.
En Somalia, «el epicentro del desastre por su situación extremadamente frágil», Save the Children calcula que son más de un millón de niños quienes se arriesgan a perder su vida y más de diez millones de personas en total -otras organizaciones elevan la cifra a casi doce millones-, después de que Naciones Unidas haya emitido una declaración oficial de hambruna en dos zonas del país. «Más de la mitad de los niños y niñas en las zonas más afectadas por la sequía sufre malnutrición severa y, si no se toman medidas urgentes, la hambruna podría expandirse a otras zonas del país, con devastadores efectos en los niños, niñas y sus familias», alerta. En algunos lugares de Kenia, los niños sobreviven, «si son afortunados», con una comida al día compuesta a menudo por nueces de palma y las madres lactantes «no producen suficiente leche para alimentar a sus recién nacidos», explica UNICEF.
La situación es peor que nunca. Más de medio millón de niños somalíes están severamente desnutridos y necesitan asistencia humanitaria de forma inmediata, advierte el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. El sur es la zona más afectada, con el 80% de todos los niños desnutridos. En algunas áreas, uno de cada tres padece desnutrición severa. UNICEF ya ha enviado suministros nutricionales esenciales, «como alimento terapéutico y medicinas», para tratar a los menores, así como equipamientos para suministrar agua potable, pero se necesita más y, para ello, es urgente aumentar los fondos.
Un niño con desnutrición severa tiene nueve probabilidades más de morir que un niño sano, al carecer de micronutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo. Esta situación les hace más susceptibles a las enfermedades. «Cuando no mata, la desnutrición puede dejar secuelas permanentes: lesiones físicas o intelectuales y sufrir los efectos de un sistema inmune débil», añade UNICEF. Entre enero y mayo, junto con sus aliados, ha proporcionado tratamientos a más de 100.000 niños con desnutrición severa en Somalia. De estos, unos 460 han fallecido. «Lo más alarmante de esta tragedia es que estas cifras de niños fallecidos son solo de los casos que han sido identificados», pero podría haber más porque ni siquiera llegan a un centro de nutrición. Los pequeños fallecen por falta de comida o tendrán secuelas para siempre «porque son más propensos a las enfermedades, porque beben agua contaminada, no son vacunados o tienen una dieta pobre».
Situación en los campamentos
Cada día llegan unos 1.300 refugiados somalíes hambrientos y exhaustos
Las peores situaciones se viven en las fronteras. Unos 800.000 somalíes han cruzado los límites de Kenia y Etiopía en su huida de la crisis, agudizada por la falta de lluvias. «Algunos, agotados, llegan demasiado tarde para obtener ayuda para sus hijos e hijas desnutridos», añade Save the Children. La capacidad de los campamentos de IFO, Dagahaley y Hagadera, situados en Daadab (Kenia), se ha triplicado, con el consiguiente colapso de los servicios y la falta de espacio.
Esta situación provoca que algunas personas «queden deambulando por los alrededores o se dirijan a la ciudad de Garissa, donde se está registrando un espectacular crecimiento de las bolsas de pobreza», detalla Farmamundi. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ACNUR, ha agradecido la decisión de Kenia de ampliar el campo de Ifo II porque «ayudará a paliar la situación de hacinamiento en los campamentos de Dadaab», que en la actualidad albergan a 380.000 personas debido a que, solo cada día, «llegan unos 1.300 refugiados somalíes hambrientos y exhaustos», que huyen del conflicto y de la sequía en su país. «Pese a ser el mayor del mundo, se ha quedado pequeño», señala Médicos Sin Fronteras. Esta organización ha pedido a los países vecinos y a la comunidad internacional que mejoren «significativa e inmediatamente» la asistencia a la población somalí y que «eliminen todos los obstáculos que impiden la expansión de la ayuda independiente dentro del país». Asegura que la «política oficial de fronteras cerradas» y los obstáculos administrativos en los centros de recepción favorecen «numerosos retrasos para llegar a los campos».
ACNUR ha iniciado una serie de vuelos humanitarios hacia Kenia y Etiopía para enviar tiendas de campaña que den cobijo a los refugiados somalíes. Además, ha intensificado sus esfuerzos de asistencia en Somalia mediante la distribución de ayuda humanitaria en el sur y centro del país, en colaboración con los socios sobre el terreno. También ha reforzado su mecanismo de vigilancia de los movimientos de población y el control de la protección en las rutas hacia los campamentos de refugiados de Dadaab y Dolo Ado, en Etiopía y Kenia, respectivamente. «Nuestro objetivo es acortar los ciclos de transmisión de información para poder informar mejor a los equipos de emergencia», señala la agencia, principal fuente de información para otras agencias de la ONU y ONG que trabajan en Somalia.
Qué se necesita
Es imprescindible agua potable, alimentos, atención sanitaria y servicios de saneamiento. Pero para proporcionar todo esto, se requieren fondos. La falta de estos «amenaza con interrumpir los servicios esenciales», advierte UNICEF. «Si queremos salvar las vidas de niños y niñas en las próximas semanas, tenemos que intensificar la ayuda a gran escala«, subraya Ben Foot, director de Save the Children en Somalia.
En su opinión, la declaración de hambruna de Naciones Unidas debe interpretarse como una llamada de atención «que haga despertar a la comunidad internacional». «Ahora mismo simplemente no tenemos suficientes fondos para cubrir las necesidades de Somalia», apunta. En 1992, la hambruna registrada en Somalia supuso la pérdida de 200.000 vidas. Save the Children asegura que no está «aún» en el mismo punto, pero este es posible si no se actúa de manera inmediata.
Junto con su contraparte local, Foundation for Health and Social Economic Development Africa (HESED-Africa), Farmamundi ha iniciado varias actuaciones de emergencia en dos campamentos de refugiados en Kenia: Dagahaley y el campo de IFO2, de reciente apertura por parte del gobierno Keniano. Prevé la atención médica de emergencia a unas 5.600 personas. Médicos Sin Fronteras dispensa atención médica a los 113.000 residentes de Dagahaley y ha incrementado su operativo en el campo de refugiados de Dadaab, «al detectar tasas de desnutrición alarmantes entre los refugiados somalíes».
En este mismo lugar, en las comunidades de acogida de los alrededores de Dadaab, UNICEF, el Ministerio de Sanidad de Kenia y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han lanzado una campaña de vacunación dirigida a los niños. Se vacunará de sarampión y polio a 202.665 menores de cinco años y se les suministrará vitamina A y tratamiento antiparasitario contra las lombrices. En ocho distritos de Mogadiscio se ha establecido un plan de vacunación para llegar a 40.000 menores de cinco años y 46.000 mujeres, mientras en Gedo se prepara una campaña de vacunación contra el sarampión, el tétanos toxoide y el suministro de la vitamina A y del tratamiento antiparasitario contra las lombrices, que alcanzará a 55.000 niños y 72.580 mujeres en edad fértil. Si el acceso está asegurado, UNICEF y la OMS expandirán la campaña a las regiones de Galgaduud, gran Benadir, Bay, Bakool, Hiran, bajo Shabelle y Jubas durante el próximo mes. «Esta es una crisis de supervivencia infantil», ha indicado Elhadj As Sy, director regional de UNICEF para el este y sur de África.
Entreculturas, a través del Servicio Jesuita al Refugiado, con presencia estable en la región, proyecta abrir nuevos servicios de emergencia para los somalíes y trabaja para detectar las necesidades psicosociales y educativas que se deriven de esta crisis.
La recaudación de fondos es la principal tarea en la que se han volcado las organizaciones, ya que su falta amenaza con interrumpir los servicios esenciales. Los ciudadanos pueden colaborar con aportaciones en los siguientes números de cuenta:
- Save the Children recoge donaciones para su fondo de emergencias y ha habilitado el número de cuenta 0049-1837-58-2910344142 (Banco Santander).
- UNICEF dispone del número de cuenta 0182-2370-40-0208517159 (BBVA) y también se puede donar a través del teléfono 902 31 41 31 o enviar un sms con la palabra SOMALIA al 28028.
- ACNUR, del 0049-0001-51-2710070009 (Banco Santander), 2100-2262-16-0200286870 (La Caixa), 0182-2325-09-0010001000 (BBVA) y 2038-1041-21-6000560098 (Caja Madrid). El teléfono de donaciones es el 902 218 218.
- Farmamundi ha habilitado el 2100-4485-95-0200021721 (La Caixa).
- Intermón Oxfam dispone de varias cuentas.
- Cáritas también ha abierto varias cuentas, entre otras, 0049-1892-64-2110541080 (Banco Santander), y recoge donaciones en el teléfono 902 33 99 99.
- La cuenta de Manos Unidas es 0075-0001-85-0606786759 (Banco Popular).
- Las de Médicos Sin Fronteras son 2100-3063-99-2200110010 (La Caixa), 0182-6035-49-0000748708 (BBVA) y 0049-1806-95-2811869099 (Banco Santander).
- En Entreculturas recogen donaciones en 0049-0496-82-2110200781 (Banco Santander), 0182-4000-61-0201687006 (BBVA) y 2100-1563-32-0200099693 (La Caixa).
- Las cuentas de Plan son 0049-0001-56-2010025526 (Banco Santander), 0075-0078-03-0601454876 (Banco Popular), 2038-1915-11-6000140686 (Bankia), 0182-4018-19-0208515837 (BBVA) y 2100-2927-90-0200054649 (La Caixa).