La moratoria que pesa sobre nuevas variedades de vegetales transgénicos muy pronto pasará a la historia. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha emitido ya el dictamen favorable para la aprobación del primer producto, un maíz resistente a herbicidas destinado a consumo. Si todo transcurre como está previsto, en unas pocas semanas la Comisión Europea aprobará su comercialización en suelo europeo. Se acabarán así cinco años de restricciones legales.
El fin de la moratoria sobre nuevos organismos modificados genéticamente (OMG) hizo un paso de gigante el pasado siete de noviembre al entrar en vigor las nuevas normativas relativas a etiquetado y trazabilidad, dos de los requisitos que los distintos Estados miembro, así como organizaciones científicas y sociales, habían planteado como imprescindibles para asegurar la ausencia de riesgos ambientales y para la salud asociados a vegetales transgénicos. Para el tercer requisito, el aseguramiento de la coexistencia de OMG y vegetales salvajes o cultivos autóctonos, se ha alcanzado finalmente un acuerdo de mínimos que ha permitido desencallar la situación de bloqueo.
Entre los cambios normativos introducidos destaca el papel de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como consultor científico necesario en el proceso de aprobación. Su dictamen es imprescindible para que las autoridades políticas, en este caso la Comisión, dé luz verde a nuevas variedades en suelo europeo.
Y eso es lo que ha ocurrido con el maíz NK603 de Monsanto. Tras su evaluación, la EFSA ha señalado que «no encuentra razones científicas» que impidan que pueda ser comercializada para consumo en la Unión Europea. La pelota está ahora en el tejado de la Comisión Europea. Si acepta la opinión del panel de expertos de la EFSA, la nueva variedad será la primera que recibe luz verde para su aprobación desde 1998, año en el que se instauró la moratoria europea sobre organismos modificados genéticamente.
Sólo para consumo
La EFSA entiende que no hay razones científicas que impidan la importación del maíz NK603 para su consumo o procesado en EuropaLa opinión favorable de la EFSA para el maíz NK603 ha llegado después de que su panel de expertos en OMG evaluara los riesgos toxicológicos y de seguridad alimentaria que la alteración genética inducida en la planta original podría provocar. La nueva variedad, en caso de que finalmente la CE apruebe su comercialización siguiendo las indicaciones de los expertos, sólo estaría autorizada para consumo directo o tras ser procesada. El destino más previsible es su uso para la elaboración de piensos animales.
La variedad NK603 ha sido desarrollada por la compañía Monsanto. La alteración genética que incorpora la hace resistente al herbicida glifosato, fabricado por la misma empresa y ampliamente extendido en explotaciones agrarias de todo el mundo. La previsible autorización «en las próximas semanas o meses» de la nueva variedad, permitiría a la empresa cerrar algo así como un «círculo virtuoso», han señalado fuentes conocedoras del proceso.
Para el crecimiento óptimo de variedades comerciales se emplean herbicidas que eliminan la competencia que ejercen las malas hierbas por los mismos nutrientes. Pero estos mismos herbicidas, como sería el caso del glifosato, pueden afectar negativamente a la producción. Al dotarlas genéticamente de tolerancia, se consigue el doble objetivo de garantizar su crecimiento y limitar la competencia de otros vegetales en las plantaciones.
Para que la aprobación sea efectiva, previamente la autoridad científica designada por la Comisión Europea tenía que validar su inocuidad alimentaria. Puesto que la opinión favorable es relativa a consumo, ello implica corroborar que ni la variedad ni los productos derivados de la misma causan problemas de salud en ganado o en el ser humano. En el caso de que la petición de autorización se hubiera formulado para su cultivo, la legislación vigente en la UE exige, además, que se verifique la inexistencia de riesgos ambientales y que cumpla las condiciones de coexistencia con variedades salvajes o cultivadas y libres de transgénicos. Monsanto tiene presentada ante la Comisión la solicitud para que esta misma variedad sea igualmente autorizada para su cultivo en Europa.
Permiso para la importación
La autorización definitiva, para la que todavía no hay plazo aunque se prevé que va a ser rápida, permitirá a los importadores de grano europeos adquirir la nueva variedad para su distribución en todo el territorio de la UE. En la actualidad, Monsanto vende las semillas transgénicas del maíz NK603 a agricultores de Estados Unidos y Argentina. El grano producido sólo puede ser comercializado en aquellos países para los que existe una autorización expresa.
La nueva normativa sobre el etiquetado y trazabilidad de OMG entró en vigor el pasado 7 de noviembre. La reglamentación determina un etiquetado obligatorio de los transgénicos en todas las fases de la cadena alimentaria, para todos los productos que contengan más de un 0,9 por ciento de OMG y establece la «presencia accidental» de hasta un 0,5 por ciento de producto con OMG no autorizado aún, pero sobre el que exista un informe científico favorable.
La Comisión Europea tiene sobre la mesa solicitudes para la autorización de ocho variedades destinadas a consumo, incluida la del NK603, y otras veinte destinadas a cultivo y posterior comercialización. Entre las primeras se encuentran una colza y otras dos líneas de maíz transgénico de Monsanto, todas ellas en fase de estudio, y otras cuatro variedades que han iniciado recientemente las primeras etapas de evaluación. Entre las 21 variedades destinadas a cultivo, destacan distintas líneas de maíz, soja y arroz.